Foto: Cortesía de la autora.

La recordación por el aniversario 208 de la sublevación liderada por José Antonio Aponte y los 142 años de la Protesta de Baraguá liderada por el mayor general Antonio Maceo, tuvo lugar en la Sala Villena de la Unión de Escritores y Artistas de Cuba (Uneac).

Ambos hechos, ocurridos el 15 de marzo, pero del año 1812 y 1878 respectivamente, son trascendentales al constatar en épocas diferentes las dimensiones de la revolución patriótica y nacional; asimismo por tener como guías a dos figuras identificadas con la emancipación, las cuales comprendieron el peligro que representaba el colonialismo.

Así  lo corroboraron en sus intervenciones varios  integrantes de la Comisión Aponte, quienes convocaron el encuentro, en el cual resaltaron las virtudes del abolicionista cubano líder de la primera conspiración de carácter nacional contra el colonialismo español; y del Titán de Bronce, la decisión de continuar la guerra a pesar de la firma del Pacto del Zanjón, que excluía la independencia de Cuba y la libertad a los esclavos.

Durante el acto, el destacado escritor e investigador Heriberto Feraudy analizó la sublevación ocurrida en La Habana a partir de las complejidades de la época y, en otro orden, subrayó la trascendencia de la Comisión al cumplirse en este 2020 diez años de su fundación en el seno de la Uneac, liderando la batalla contra el racismo y la discriminación racial.

Otros como Rodolfo Rensoli, vicepresidente de la Comisión Aponte, recordaron cómo la vanguardia intelectual cubana, desde Fernando Ortiz hasta Nicolás Guillén y otros ejemplos, encabezaron la lucha contra esa nefasta herencia del sistema colonial.

Por su parte, Pedro de la Hoz, vicepresidente de la Uneac y presidente de la Comisión, dialogó sobre los hechos históricos del 15 de marzo y de la aprobación por el Consejo de Ministros de un programa nacional contra el racismo y la discriminación racial, que apunta a los orígenes de la Revolución y pretende combatir y eliminar definitivamente este flagelo en nuestra nación, a partir de una imprescindible perspectiva cultural.

Luchar desde la cultura contra la persistencia de cualquier tipo de discriminación lesiva a la dignidad humana en nuestra sociedad –no sólo el racismo, como, por ignorancia, algunos creen—, sostiene el quehacer de la comisión Aponte, que anima la Unión de Escritores y Artistas de Cuba también desde sus filiales provinciales.