El Festival de las Artes viajó a la semilla con la Dra. Pogolotti


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"De lo que se trata hoy día en el plano de las ideas y de la práctica es de construir un pensamiento que vaya a contracorriente del desarrollo del capitalismo contemporáneo"

A la certeza de que el Festival de las Artes del ISA es resultado de una herencia cultural que demanda ser preservada y enriquecida, responde el programa de la décima edición del evento que en la tarde de este miércoles se honró con el intercambio que sostuviera la Dra. Graziella Pogolotti con un grupo de alumnos y profesores del alto centro de estudios, en el Salón de Mayo del Pabellón Cuba.

No podía pensarse en una manera mejor de realizar el carpenteriano Viaje a la semilla al que invita esta vez la cita, que esa con la que nos guía a través de sus reflexiones quien fuera una de las protagonistas de aquellos años fundadores de la cultura en revolución, en los que jugaron un papel primordial instituciones como el ICAIC y Casa de las Américas, a cuyos aniversarios 60 reverencia por estos días la Universidad de las Artes.

Con su siempre admirable lucidez y sentido del humor, la Dra. Pogolotti se dirigió al auditorio durante casi dos veloces horas, en las que, como había anunciado en los primeros minutos, intentó no repetir lo expuesto por ella hace más de una década en el imprescindible volumen Polémicas culturales de los 60, editado por Letras Cubanas.

Así se remitió a los años en que, como otros jóvenes intelectuales y artistas de la Isla, sufrió la falta de apoyo institucional; época en la que los derroteros en el arte y la ideología se trazaban desde Estados Unidos, con el expresionismo abstracto en la plástica; Italia, con el neorrealismo en el cine y Francia, de donde además de cierta influencia del existencialismo, les llegó con fuerza el pensamiento anticolonialista.

Su generación que, de una forma u otra bebió de esas fuentes, tenía no obstante que enfrentar una realidad nacional totalmente adversa al desarrollo del arte y la cultura.

“¿A qué aspirábamos? A una plataforma institucional que posibilitara, no sólo el desarrollo de cada uno de nosotros, sino que permitiera la aparición de un destinatario”, puntualizó la ensayista, para luego referirse al desencanto e indignación que les produjo el golpe de estado perpetrado por Fulgencio Batista en marzo de 1952.

Las búsquedas creativas continuaron con la incorporación de muchos de ellos a grupos como Orígenes y Nuestro Tiempo o la Revista Ciclón:

“Nos unía una aspiración a la transformación del país, a su emancipación; una plataforma antimperialista y también la voluntad de desarrollar nuestro programa de desarrollo artístico y cultural”, explicó la Premio Nacional de Literatura, para quien a partir de esas instituciones nacerían orgánicamente en 1959 el ICAIC y Casa de las Américas.

Las preocupaciones que a todos acompañaban entonces frente a los fantasmas de la normatividad y los postulados del realismo socialista, unido a los núcleos de poder que con distintas visiones se fueron formando en estos y otros organismos, como el Consejo Nacional de Cultura, desembocaron en la reunión de la Biblioteca Nacional, en la que Fidel pronunció en 1961 el discurso conocido como Palabras a los intelectuales; así como en la constitución de la UNEAC, surgida bajo el principio del consenso.

“Creo que fueron años polémicos, no sólo en el ámbito cultural; sino también en la economía, con el debate promovido por el Che y sobre las vías y modos de construir el Socialismo. Fue la época en la que se produjo otro debate importante entre las revistas Teoría y Práctica, publicada por las escuelas del Partido, y Pensamiento crítico.

 La primera de ellas, señaló, trataba de imponer cierto “manualismo” que transmitiera a los lectores un marxismo ya digerido; mientras que Pensamiento crítico abogaba por la consulta directa de los clásicos del marxismo y por conocer el proceso de desarrollo de las ideas del Socialismo. Punto de vista este que para la intelectual mantiene plena vigencia, como también la conserva en mayor grado aun el proyecto descolonizador, ahora en el campo de las ideas.

“De lo que se trata hoy día en el plano de las ideas y de la práctica es de construir un pensamiento que vaya a contracorriente del desarrollo del capitalismo contemporáneo, del llamado neoliberalismo. De la repercusión que este proceso económico tiene en todos los planos, incluyendo el de la educación y la formación de la gente; de la construcción de un pensamiento que venga de ese Sur que se llamó Tercer Mundo y de muchas otras maneras y que actualmente no está solamente en muchas de las antiguas colonias y neo colonias, como necesidad latente de supervivencia; sino que también está entrando en el Norte, a través del flujo de emigrantes, no solo en los Estados Unidos, sino en Europa occidental.

Pienso que estamos en un momento de una verdadera disyuntiva crítica. Ese neoliberalismo está abriendo el cauce a un renacer del fascismo, con un nacionalismo de raíz fascista. No es sólo América para los americanos, es también la inclinación al fascismo que se produce de una manera clarísima en Italia, en Hungría, en Polonia. Que amenaza con tomar el poder en Francia, que apunta en Alemania y que es en todos los órdenes de la vida con proyectos destructivos; no solamente de la cultura, sino de la propia supervivencia humana, con la depredación del planeta”.

Frente a esto, apuntó la Maestra de Juventudes, tenemos que descifrar y entender nuestra realidad y la del mundo que nos rodea. Elaborar nuestro proyecto, el cual tendrá que ser necesariamente emancipador.

“Si me preguntan cuál es el propósito último del Socialismo, yo diría que el objetivo del Socialismo es construir un mundo que acoja y proteja la plenitud humana, espiritual y material”, concluyó, no sin antes alertar a quienes se consideran sus eternos alumnos acerca de la necesidad de desarrollar una visión antropológica, propósito que le faltó a los intelectuales de su tiempo a la hora de entender la esencia de la cultura.

El encuentro con la Dra. Graziella Pogolotti, propiciado por el X Festival de las Artes, resultó más que un Viaje a la semilla, un tributo a quienes tanto han aportado a lo largo de los años a la espiritualidad del cubano. Homenaje representado este miércoles en ella, en la cálida atención del auditorio y en las flores que puso en sus manos el rector del ISA.


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