Los matices de una ciudad próspera


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Plaza de la Revolución de Santiago de Cuba. La gran escultura de Maceo es obra del escultor santiaguero Alberto Lescay.

Han pasado 5 años luego que la villa colonial de Santiago de Cuba cumpliera medio milenio, y aún convergen múltiples generaciones y su rebeldía. Con importantes exponentes protagonistas de las artes visuales, literaria, culinaria, danza, arquitectura y música, esta urbe ha hecho a través de estos años, crónicas que recogen el dinámico devenir santiaguero.

De puertas abiertas, sin importar en cual arte se piense, bajo la complicidad del público, y la mirada crítica, las tradiciones construyen nuevas experiencias. Un resquicio entre el arte y la vida en la que existen múltiples maneras de expresarse. Santiago es así escena de lo cotidiano que refleja la estética del movimiento. Un viaje al interior del día a día que introduce matices contemporáneos, en donde el cromatismo del territorio apoya la intención de retratar un mundo que para muchos es desconocido, con un trasfondo de lo popular.

Los 505 de la fundación de la Ciudad Héroe de Cuba este 24 de julio, será una fiesta y un reconocimiento a su historia, donde la cultura culinaria es uno de los actores de la conmemoración y esencia que encierra la doble condición de arte-ciencia. Un hacer que reconoce el desarrollo histórico de la elaboración culinaria de los alimentos, y de componentes típicos de la Tierra Caliente. Santiago tiene una identidad en materia culinaria que es un reto. La presencia de elementos de diferentes comunidades, precisa el reconocimiento de las sucesivas transculturaciones que la nutrió por medio de los inmigrantes, lo cual necesariamente trajo consigo modificaciones en algunas recetas.

Esta ciudad sureña atesora siglos de historia y tradiciones, cuna de relevantes músicos de nivel internacional, exponentes de la riqueza musical de la Trova, el Bolero y el Son, que han realizado aportes significativos a la historia y la cultura nacional. Esas mismas raíces que fundamentan el mejor carnaval de la Isla, que en sus orígenes mezclaba influencias españolas, africanas y franco-haitianas. Festividad que tiene gran importancia debido a que en ello se lleva a cabo un rescate de bailes populares tradicionales cubanos y del folclore caribeño.

Carnaval Santiaguero.

Esta confluencia de diversidad danzaria y rítmica, también pueblan el desarrollo de las artes visuales en el territorio oriental. La creación y el lenguaje en relación con las nuevas visualidades, mezclan caminos en las artes visuales donde alumnos y profesores, se vinculan a importantes instituciones artísticas, incluso al movimiento de aficionados en las disímiles formas de captar la majestuosidad de las calles santiagueras. Por lo que, escultores y otros creadores despuntan con sus volumetrías, grabados, pinturas y diseños gráficos.

Arte naif de pintor santiaguero.

Entonces, desde la simplicidad y el abanico de colores culturales, nos encontramos con las mejores expresiones de la ciudad santiaguera, su historia y una cultura popular pensada como patrimonio público.

 

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