Zonas Sagradas: Luis Enrique Milán


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Serie Tarde para no creérselo. Instalación.
450 x 450 x 710.
2017.

Fotos: Cortesía de la autora.

Plurales son las razones por las cuales considerar importante el estudio de la cerámica, dada la valiosa información geográfica, sociológica y lingüística que a través de ella podamos obtener, pero también las posibilidades analíticas, el trabajo experimental, la resistencia al paso del tiempo y la historia que abarca su propia evolución.

Tradición y religión, comportamientos y cosmovisión, creencias de grupos que responden a una mediática autotrascendencia. Símbolos e historias sacras, que pretenden explicar el sentido de la vida o el universo; en tanto cuestionamientos nos llegan de la mano de Luis Enrique. Escultor y arquitecto que encontró en la Academia de artes plástica Raúl Corrales, el medio para adentrarse en el universo artístico.

Una primera intensión de ser pintor, pero luego descubrió que el espacio manejaba otras herramientas y lenguajes, entonces, opto por la escultura.

¿Cómo llegas y que representa para tu carrera, el evento de Arte Contemporáneo Cubano Pos-it?

Venía siguiendo el evento desde sus inicios en el 2013. Lo vi como una propuesta interesante, primero porque tiene mucho más seguimiento por parte de la prensa que otros eventos - dígase El Salón de arte contemporáneo – además, me pareció novedoso darle la oportunidad y aglutinar sin temática previa, al hacer de muchos jóvenes artistas.

Para el 2017 ya tenía un cúmulo de piezas que fui desarrollando con el tiempo. Me enteré de la convocatoria y probé participar. En el concurso las obras corren con la suerte de obtener el 1er premio y el premio colateral en metálico, que otorga el grupo creativo The-Merger. Además, una de las oportunidades que ofrece el evento, es que programa una exposición personal al año siguiente y la muestra Zona sagrada, que está expuesta en la galería Collage Habana, da respuesta a eso.

Serie Tarde para no creérselo. Instalación.
450 x 450 x 550.
2014.

Zona sagrada pone en la misma línea visual diferentes identidades culturales. ¿Por qué la religión como temática social?

La pregunta va enfocada a la religión, pero el interés en realidad es el hombre. Hablemos entonces de iconografías, ya que no quisiera adentrarme por directo en temáticas de una religión en específico, sino de íconos como medio de interacción entre lo terrenal y lo divino.

La intención es hacer una mirada hacia nosotros, más que hacia temas astrológicos. Una visión del hombre y sus dogmas. A mí me gusta decir como forma de captar esencias de la exposición, - quien asista a la muestra podría entender que detrás de ella, hay alguien que quiere creer verdaderamente en lo que pueda ser una fe o no. Si se lleva esa idea, me doy por complacido. Estoy consciente de que puede haber otras lecturas y asumo el riesgo, pero llegar y entre tantas maneras de pensar, avistar que detrás hay alguien que respeta y quiere creer, me alegra.

 

Despojas a cada figura de su sentido original. ¿Qué les une o que les diferencia para llevarlas a su obra?

El punto común de todas es el hombre. Mientras algunos insisten en diferenciarnos, separarnos o marcar una distancia por disímiles creencias, hay una realidad que nos une. La iconografía ayuda a esa separación, y muchos no se dan cuenta que es un único dios al que veneramos o a esa zona sagrada, que creo sea la misma para todos. Es lo que hay en común entre toda creencia, la fe.

 

Serie Tarde para no creérselo.Instalación.
250 x 450 x 550.
2019.

Existen en tus figuras una insistencia en deconstruir o manipular las iconografías. ¿Por qué tapar o violentar los rostros?

Me dices tapar o atacar, ¿podría haber otros adjetivos menos invasivos?

No. Desde el punto de vista de alguna persona religiosa, quizás vería como algo agresivo, que cubras los rostros con pelos, aureolas, serpientes o que un buda asuma la postura del dedo del medio de la mano, en señal de oprobio. ¿Cuál es la intención?

Ofendido se puede sentir mucho más el fanático que el creyente genuino. La intención no fue agredir ningún programa iconográfico, sino más bien, sacándolo de ese canon representacional, giro la mirada hacia esa forma de ser devoto en la que podemos ser consumido por esa creencia o por quienes somos; o sea, encontramos iconografías que pueden ser consumidas por su propia grandeza. De alguna manera ese elemento que se reproduce en mayor cantidad, pertenece a su representación, pero por una cuestión casi que un error de programación o como una enfermedad, está siendo representada de forma invasiva en mis piezas.

Por eso digo, que el fanático tal vez pueda sentirse confundido al hallar una similitud representacional. Pueda que se dé por aludido.

Lección perdida. Cerámica/madera. Instalación.
450 x 450 x 2100.
2018.

 

Serie Tarde para no creérselo. Instalación.
400 x 500 x 900.
2019.

¿Dentro de tu enseñanza artística estuvo presente la cerámica?

Si. En las escuelas todos los aspectos vinculados a la formación como escultor, siempre pasaron por la cerámica. Era como el material más frecuente y las ideas que uno tenía estaban en sintonía con el tener que modelar primero, o crear una imagen con referencia al modelo. Ese tipo de ejercicio en la academia, era habitual.

¿Se te hace fácil encontrar los materiales y medios para trabajar la cerámica?

Fácil no es. Creo que también y en parte, es uno de los motivos por los cuales la escultura es muchas veces mencionada como la cenicienta dentro de las artes plásticas y no se puso tal vez a la altura de los tiempos en los que en la pintura en el siglo XX se experimentó tanto.

La escultura se quedó rezagada o estacionada en una forma de pensarse. Por ello decía que llego también a la cerámica por la imposibilidad de poder explorar otros materiales para hacer esculturas. ¡En general todo se dificulta! No es la misma inversión la de un pintor para realizar un cuadro, que la de un escultor para ejecutar cualquier pieza. La cerámica es el medio más asequible y mucho más noble, pero se complica.

Serie Tarde para no creérselo. Instalación.
660 x 600 x 600.
2018.

Serie Tarde para no creérselo. Instalación.
400 x 400 x 500.
2019.

¿Cuentas con un espacio creativo o vas algún taller perteneciente a alguna institución estatal?

No tengo estudio, dado que la escultura necesita espacio y el acondicionamiento es diferente al de la pintura, por ejemplo. Trabajo en un local o reserva del Fondo de Bienes Culturales en Ciego de Ávila. Allí tratando de ajustarme a la programación que ellos tienen, y sin romper mucho con su dinámica, me inserto y hago mi obra.

Serie Tarde para no creérselo. Instalación.
400 x 400 x 500.
2017.

¿Cómo vez el hecho de apostar por la cerámica, dentro del arte que se hace en la Cuba de hoy?

Es la primera vez que me preguntan eso y me pones a pensar en ello.

Mi apuesta inicial la hice hacia lo tridimensional. No pretendo evaluar el contexto de las artes plástica actualmente, pero es muy fácil visitar 2 o 3 exposiciones y ver que lo bidimensionalidad predomina por encima de lo instalativo, de lo performático, o de cualquiera de las expresiones que manejan un poco más el espacio.

La pintura quizás es como una ventana resuelta, que nos lleva hacia una idea y por eso te digo que mi apuesta está mucho más en sintonía con el espacio, dado que mi formación es como escultor y luego como arquitecto. Ahí hay como una especie de obsesión en tal vez pensar, llegar a una idea y transmitirla a través de la interacción con el área. Primero el espacio y después el medio que me ayuda a ocuparlo, en este caso la cerámica.

Hay muchas piezas que reclaman ser en otro material. La cerámica fue como ese elemento básico en el que uno materializa la primera idea. Muchas de las iconografías que utilizo tenían su primer momento representacional con esta técnica, luego pasaba por un proceso de molde para en su final ser talladas en mármol o fundidas en bronce. Pensando así, en la tradición que existe detrás de estas representaciones.

La cerámica me apoya y aporta a la pieza en la medida que recuerda ese momento de génesis de un ícono. Por lo general, empieza siendo el primer vehículo de materialización de ellos. Sabemos que las culturas precolombinas llegaron a representar toda su imaginería a través de ella. Hablo entonces, de que las fundiciones en bronce o de las tallas en madera, siempre tenían un modelo en cerámica. Creo que, por ahí es que tengo la conexión con este trabajo y va la propuesta de Zona sagrada. No me extrañaría, y pudiera anunciar que esperen de mí otros materiales que posibiliten o hagan que se amplíen un poco más los marcos creativos. Pienso, además que de forma general habría que hacer más y mejor en cerámica, dadas las posibilidades artísticas que ofrece la técnica.

 


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