Abril en Danza 2018: Para una total danza, días como hoy / Por Noel Bonilla-Chongo


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Fotos: Adolfo Izquierdo.

Danza: geniecillos errante o apoyada meditación.

Unidad, transfiguraciones o metamorfosis, el viento o

su metáfora, sonido o ademán que vuelve cada mañana

de renacer en la deliciosa trampa del ritmo.

                                                                   Lezama

La danza tiene su origen en el rito, esa eterna aspiración a la inmortalidad, a la trascendencia. Entonces, no es de extrañar que Cicerón estuviese equivocado o, para decirlo con técnicas palabras, se encontraba "fuera de eje". Nemo fere saltat sobrius (Ninguna persona seria danza), diría el gran pensador romano refiriéndose al arte de las ménades. Criaturas iluminadas que atacadas por una manía, suerte de sagrada locura, se entregaban al entusiasmo, a la embriaguez, al trance, al éxtasis que les provocaba el ambiguo Dionisos. Así abandonaban sus casas y en procesión salían a las calles, a las plazas, hasta ascender a las montañas para representar un acto que guarda las claves secretas del ditirambo. Festividad donde los cuerpos se aproximaban, se (con)fundían entre cantos, libaciones, danzas y recitaciones.

Esta peculiar actividad evolucionó hacia forma artística. Del rito dionisíaco y del ditirambo nacen las dos formas del teatro cantado y danzado helénico en sus dos formas primordiales, la tragedia y la comedia.

El tiempo ha transcurrido y pareciera que los geniecillos errantes a los que aludiera Lezama vuelven transfigurados para hacer confluir las fechas en que tenían lugar aquellos festejos fundacionales con nuestros principales eventos dancísticos en un “Abril en Danza” que en este 2018 ha sido un lujo.

Prólogo

Las calles, plazas y casas museos del centro histórico habanero, acogieron el 23 Festival Internacional de Danza en Paisajes Urbanos: Habana Vieja, Ciudad en movimiento; el 13 Festival Internacional de Videodanza DV Danza Habana, Movimiento y Ciudad favoreció el acercamiento a las nuevas tecnologías en el hacer de la danza hoy; Los Días de la Danza —desde su sede principal en el capitalino Teatro Mella—, se volvió puente de lenguajes diversos y percepciones múltiples alrededor de la creación coreográfica. Como es tradición, la ceremonia por la entrega del Premio Nacional de Danza —en esta ocasión lo recibió Miguel Iglesias Ferrer, director ilustre de la compañía Danza Contemporánea de Cuba—, reverenció la trayectoria y oportuno hacer de la danza cubana toda. Y, como cierre propiciatorio de futuros vínculos, la Gala Internacional por el 29 de abril, Día Mundial de la Danza, se celebró en la sala García Lorca del Gran Teatro de La Habana Alicia Alonso con la presencia de voces imprescindibles de la danza mundial de este minuto.

Justo ahora, cuando el cuerpo es ya una ausencia, la luz un hechizo disuelto, la música un eco que resuena en la distancia y el deseo nos sigue convocando en pos de una danza que nos haga cada día más sabios y humanos, procuro captar la permanencia de lo efímero. Si la danza es acción, la reflexión es develación de conexiones, indagación en los vocabularios propuestos, percepción de las cualidades del danzante, etc.

Abre telón, vayamos por partes:

Acto Primero

Danzar en calles, plazas, parques y patios del casco histórico de la vieja Habana viene siendo una perenne obsesión de Isabel Bustos y su Danza-Teatro Retazos, desde hace ya más de veinte años. Gracias al acompañamiento de la Oficina del Historiador de la Ciudad, el Centro de Teatro de La Habana y el Consejo Nacional de las Artes Escénicas, Retazos e Isabel se vuelven pórticos de acogida para numerosos creadores con propuestas muy heterogéneas.

En esta 23 edición, más allá de los habituales pasacalles, las intervenciones espaciales, los trabajos de las agrupaciones siempre fieles, oportuno es destacar la presencia de la Plataforma de Difusión DanzaSur y las Danzas del Futuro, venidos desde Chile para compartir con muchos actores de la danza en el contexto sudamericano y experiencias cubanas. Diferentes juegos de presentación de agrupaciones y/o artistas, propuestas de vinculación y trabajo en red, pautaron el trabajo colaborativo. Por su parte, el proyecto Las Danzas del Futuro, actualizaron la práctica de danza contemporánea en el espacio público, que busca generar el encuentro sensible entre los cuerpos, en tanto, su convocatoria abierta a la ciudadanía y a los artistas posibilita el disfrute de la experiencia de ser un espectador activo.

Durante los días del Festival, fueron muchas las obras vistas por sorprendidos espectadores casuales, por el público avisado, por los vecinos y por todos los participantes en el encuentro. Compañías, agrupaciones y academias de más de quince países, junto a más de treinta propuestas de casi toda la Isla, compartieron intereses similares y distantes. Muestras expositivas, videográficas, talleres y fórums, hablan de la madurez del Festival. Su serio y atinado diseño de programación, la coherente labor promocional y el hecho de poder contar con grupos de casi todo el país; dejan sentir que sigue siendo el Festival Internacional de Danza en Paisajes Urbanos: Habana Vieja, Ciudad en Movimiento, ese evento necesario y esperado. Aun así, sería estimable que para futuras jornadas, el paisaje urbano con sus misterios de tragaluces, columnas, rejas, arquitrabes, piedras y bancos proponga ese verdadero diálogo entre la danza de los cuerpos y la magia de estos legendarios espacios habaneros habitados por los fantasmas de la memoria, de la tradición y de la historia.

Nacido como una de las expresiones que acogiera Isabel y Retazos, el 13 “Festival Internacional de Videodanza DV-Danza Habana, Movimiento y Ciudad”, hizo coincidir este año, el encuentro 2018 de la REDIV (Red Iberoamericana de Videodanza). La ocasión permitió recibir en Cuba a programadores, gestores, realizadores y directores de varios festivales de la manifestación en el mundo. La coreógrafa y realizadora suiza Jasmine Morand dictó un seminario-taller entre la Sala Noemí del Centro de Danza de La Habana y la sala de Teatro La Proa del Centro de Teatro de La Habana. Fábrica de Arte Cubano, el cinematógrafo Lumière, la Plaza Vieja, el Pabellón Cuba y el Centro de Desarrollo de las Artes Visuales, fueron los espacios donde la tecnología y la danza propiciaron un fértil diálogo.

Acto Segundo

Jean Georges Noverre escribió en 1759 un manifiesto donde dejaba clara su postura ante el arte de danzar. Sus Cartas sobre la danza y los ballets constituyen un tratado de pensamiento para acercarse a la coreografía, a la interpretación y a la puesta en escena. Por ello, la danza entera hizo justicia al elegir el 29 de abril, fecha del natalicio de Noverre, como el Día Mundial de la Danza. Razón de más para que el Consejo Nacional de las Artes Escénicas ideara celebrar en Cuba "Los Días de la Danza", con la inclusión de la fecha. Importantes fueron las acciones e ideas de Isabel Bustos, Guillermo Márquez, Ismael Albelo y Fidel Pajares en 1994 para lograr el festejo de la efeméride.

Hoy, en la vigésimocuarta edición de Los Días de la Danza, fue el Teatro Mella el espacio de presentación en La Habana, igualmente, en las demás instituciones culturales del país, se produjeron funciones en casi todas sus salas teatrales.

El Centro de Danza de La Habana, propuso una muestra selectiva de las compañías que están bajo su dirección. Se vio mucha danza, diferentes géneros, distintas poéticas y desiguales calidades pero siempre con el deseo, tanto de artistas como espectadores, de acudir a una de nuestras más plurales citas danzarias. Momento de homenajes a compañías, instituciones, maestros y artistas de la danza. Estrenos, reposiciones, ensayos abiertos al público, a la crítica y encuentro entre creadores, fueron las actividades centrales del evento.

Como suerte de antesala al 29 de abril, el escenario del Mella sirvió de bienvenida a la compañía Danza Contemporánea de Cuba para festejar la elección de su director Miguel Iglesias como Premio Nacional de Danza 2018.              

Acto Tercero

La sala García Lorca del Gran Teatro de La Habana Alicia Alonso, se erige selecto puente entre la trayectoria de su edificación y el legado del gran maestro francés Jean Georges Noverre en la historia de la danza. Él, renovador por excelencia del arte escénico nació en 1727 y desde entonces, parecería que su espíritu nos acompaña cada vez que apelamos por un baile distinto y sincero. Por fortuna, hace tiempo que sus aportaciones se han tornado consulta obligada para quienes apuestan por la certeza del cuerpo y el pensamiento que se transforman ante los ojos del espectador. Por vez primera, el Instituto Internacional de Teatro, organización mundial para las artes escénicas de la Unesco, ha escogido un país de América para celebrar el Día Mundial de la Danza, siendo Cuba el sitio del pasado 29 de abril.

La danza y cultura cubanas tuvimos la suerte de recibir a cinco creadores que hoy por hoy, son paradigmas en los modos de concebir la escritura coreográfica y práctica creativa de la danza como próspero puente de entendimiento y voluntad para retar las limitaciones de las lenguas, las utopías y los cuerpos. La libanesa Georgette Gebara, el israelita Ohad Naharin, el chino Willy Tsao, el burquinabés Salia Sanou y la cubana Marianela Boán, llegaron para desde sus visiones tan personales, dejar ver que solo a través de la identidad de la memoria corporal, el discurso de la danza se vuelve instancia de reafirmación política y compromiso con la sociedad. El cuerpo en tanto país expandido que desafía las jerarquías de las minorías y el poder hegemónico de la barbarie.

Hoy, cuando nos entrelazamos con otros colegas del mundo, la danza cubana toda, reafirma la excelencia en sus tantos años de conquistas, testigo de ello fue el programa concierto presentando ese día.

Epílogo

Abril en Danza 2018, se atavía como la fiesta de convivio entre los diferentes modos de asumir la formación y praxis dancística. Habla de esa labor casi siempre anónima de los maestros y educadores, de los bailarines que cada día convierten las experiencias alojadas en su cuerpo-mente en territorio expresivo de las poéticas singulares de sus coreógrafos. Abril en Danza es puerto para la partida y también para el retorno. Si bien fue el Encuentro de Academias para la Enseñanza del Ballet el lanzamiento de las festividades de este año, o el debut en escenario cubano del gran coreógrafo japonés Saburo Teshigawara; ya hacia el día final del mes, la investigadora mexicana Margarita Tortajada nos invita desde las aulas de la Facultad de Arte Danzario del ISA a su seminario “Danza y Género”.

No lo dudemos, como dijera Béjart, gracias a la danza el ser humano recupera los vínculos que lo unen al mundo, solo votemos por una total danza desde las certezas de días como hoy.

 

 


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