El presidente de la Comisión Nacional Cubana de la Organización de Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco), Oscar León, subrayó aquí que el respeto a la diversidad cultural es un componente esencial de la soberanía.

En la sede habanera de esa institución, la víspera el diplomático resaltó que en Cuba se favorece un clima cultural auténticamente emancipador, donde prima el protagonismo, la creatividad y la participación activa de los ciudadanos y las comunidades.

Esta celebración nos invita a reflexionar, intercambiar, compartir y disfrutar de la creatividad como base fundamental para el diálogo y el entendimiento, señaló León.

Como parte del festejo por el Día Mundial de la Diversidad Cultural para el Diálogo y el Desarrollo, quedó inaugurada la muestra pictórica Puntos de contacto, del artista de la plástica Santiago Hermes.

Africanía, criollismo y cubanía transitan de una pieza a otra para abordar elementos identitarios de La Gloria, una comunidad de la ciudad de Cienfuegos en el centro sur de la Isla.

De acuerdo con la curadora Mary Cid, se trata de una propuesta de conectividad que nos reta a descubrir sinergias entre las obras pero, además, nos convida a activar su uso para la sostenibilidad y el desarrollo local.

La jornada incluyó también la representación del punto y de la rumba, dos manifestaciones cubanas recién añadidas en la lista representativa del patrimonio inmaterial de la humanidad.

Asumieron su defensa el repentista Emiliano Sardiña y un grupo portador del punto cubano, así como los músicos y bailarines del proyecto Iyerosum, estos últimos cultores de la rumba y todas las variantes de ese género cantable y bailable.

Convencida de que la cultura, en su rica diversidad, posee un valor intrínseco para el desarrollo sostenible y para la paz, hace 18 años la Asamblea General de Naciones Unidas declaró el 21 de mayo como Día Mundial de la Diversidad Cultural para el Diálogo y el Desarrollo.