Nació en San Luis, pero, muy pronto, su familia y él se establecieron en Santiago de Cuba, la hermosa y heroica ciudad, cuyo espíritu y atmósfera, estarán muy presentes en la obra musical de Enrique Bonne (1926). De él, creador del ritmo Pilón, su hermano Pacho Alonso (1928-1982) interpretó e hizo famosas unas cuantas de sus composiciones, entre ellas, Yo no quiero piedra en mi camino, A cualquiera se le muere un tío, Se tambalea y ¡Que me digan feo¡. Bonne es, asimismo, autor de Italian Boy (cha cha cha) y del danzón Granito de arena.

Pues bien, de la vida y obra de este notable compositor, hombre de pausado y correcto decir, además, dotado de amplia cultura, nos ha llegado ahora Bonne, un legado musical —documental de 27 minutos de duración, producido por el Centro de Desarrollo del Documental “Octavio Cortázar” de la UNEAC—, el cual ha dirigido Manuel Jorge Pérez (Sancti Spíritus, 1955).

Aquí, el realizador —con auxilio de las excelentes imágenes de Raúl Rodríguez, quien supo captar y tomar hermosos planos de la ciudad de Santiago de Cuba—, vuelve a demostrar su particular pericia a la hora de abordar documentales referidos a la música, aspecto medular de la cultura nacional. En este sentido le anteceden títulos suyos tales como: Candita Batista, la vedette negra de Cuba, Memoria de la fiebre, donde asoció a Carilda Oliver con la música, la danza, la plástica y la poesía, así como La voz lírica de Cuba (sobre María Eugenia Barrios).

En Bonne, su legado musical, por supuesto, ante todo, está presente su obra cual ineludible referencia y, muy especialmente, su propia voz en primer plano. Él nos narra su vida, su formación musical, sus estudios, se refiere a la familia y nos cuenta acerca de las motivaciones que tuvo cuando decidió componer determinado número. De esta suerte, su valioso testimonio constituye la columna vertebral del documental, pero, también están las valiosas intervenciones, como entrevistados, de su esposa e hijos (Ángel y Eduardo) y del compositor Rodulfo Vaillant.

Si bien dentro de un corte convencional, apegado a las normativas del género, mas sin fanfarria alguna, yendo sólo a lo medular, Manuel Jorge ha sabido trazar y sintetizar la rica vida y obra musical de uno de nuestros compositores más fecundos: Enrique Bonne.