El Paisaje Cultural El Cobre y los caminos de la Virgen de la Caridad del Cobre: Monumento Nacional (Parte I)


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Integración de naturaleza humana y extrahumana, se muestra pletórico devalores espirituales y naturales, el Paisaje Cultural El Cobre, emergido desde el calor internohumano y el propio de las tierras orientales cubanas, por su geografía y, sobre todo, por su pueblo heroico y rebelde.

Atesorado en el Monumento Nacional, declarado como tal en febrero de 2012, existen en especial, tres prominentes aspectos: el espíritu de la religiosidad, la actividad minera y el alma de la rebeldía, pero antes de adentrarse en su esencia podría resultar oportuno recordarlo que se entiende por paisaje cultural.

En primer lugar, el término no debe entenderse como una fotografía panorámica, es mucho más, en él se expone un proceso, una evolución donde se integra naturaleza y sociedad, identificadaen una región cultural bien definida que contempla diversidad de interacciones entre el hombre y su entorno, las que son tantofísicas como espirituales. El paisaje cultural es representativo de lo creado como consecuencia de fuerzas sociales, económicas, culturales y naturales sostenidas, reconocidas y que permanecen en el tiempo y la memoria.

El paisaje cultural, aún cuando así se interpreta por muchos, no debe ser considerado como “una necesidad de eliminar la diferenciación establecida en 1972 entre Patrimonio Cultural y Patrimonio Natural”, puesto que esa diferencia existe y es una realidad objetiva. El motivo radica en la necesidad deidentificar “algo” que está constituido por dos conjuntos, el cultural y el natural, cuya combinación que es también objetiva incluye elementos materiales y espirituales.

Es el resultado de la interacción entre la naturaleza, que existe independientemente de la presencia o no de los seres humanos, y el hombre que es naturaleza y que forma parte del medio ambiente.

El medio ambiente no debe ser cosificado, tampoco se le debe reducira “los servicios que le presta al hombre”, o a que es un “bien”, como se hace con los bienes muebles o inmuebles; estas conceptualizaciones, descontextualizadas, son comunes encontrarlas en documentos que tratan temas patrimoniales, culturales, o de turismo. En realidad con este reduccionismo se asume una posición antropocéntrica.

Según lo expresado por el arquitecto Remigio Nelson Melero Lazo en el libro Monumentos Nacionales de la República de Cuba, los paisajes culturales pueden clasificarse en: Paisajes Diseñados o Intencionales; Paisajes Evolutivos y Paisajes Asociativos.

Entre los primeros se citan a los jardines de Andrómeda en Barbados; al Palacio de Versalles en Francia; al Sistema de Fortificaciones de La Habana, y a los Valles de Viñales y de los Ingenios en Pinar del Río y Santi Spíritus respectivamente, en Cuba.

El Cobre es un ejemplo de los segundos, es decir, de los evolutivos u orgánicamente desarrollados, así como Machu Picchu en Perú; Teotihuacán en México o los viñedos de Europa. Algunos autores también incluyen en este grupo al Valle de  Viñales y al Valle de los Ingenios.

Hay estudiosos del tema que también identifican al paisaje cultural El Cobre y los caminos de la Virgen de la Caridad del Cobre entre los paisajes culturales asociativos, por estar “asociados” directamente, a tradiciones vivas y a espacios religiosos. En esta clasificación se incluyen como ejemplo a la Ciudad de la Meca y a los Caminos de Santiago de Compostela.

A su vez, los paisajes culturales también pueden clasificarse en: Rurales, Urbanos, Arqueológicos e Industriales, incluso se consideran como tales a los Itinerarios o Rutas Culturales y se citan como ejemplos a La Ruta o Camino de Santiago de Compostela, la Ruta del Esclavo y el Camino del Café.

Atendiendo a esta última clasificación, las conocidas Rutas Arco iris de la capital de Cuba, podrían ser estimadas como una especie de paisaje cultural donde através de recorridos urbanos o rurales se muestra todo tipo de patrimonio y se educa a la comunidad y a los visitantes sobre la herencia cultural y natural presentes en los municipios de La Habana, incluyendo sitios considerados en la Ruta del Esclavo, o bajo la influencia cultural francesa por el desarrollo de las plantaciones de café, así como elementos del patrimonio industrial.

En el caso del paisaje cultural El Cobre y los caminos de la Virgen de la Caridad del Cobre se presentan características particulares excepcionales dentro del patrimonio cubano, debido a su gran extensión, que abarca territorios y municipios de dos provincias de la región oriental, Holguín y Santiago de Cuba, así como por la cantidad y diversidad de sus componentes, entre los que se incluyen el Paisaje Urbano Vernáculo; el Paisaje Industrial Fósil relacionados con la extracción minera, cuya producción se remonta al siglo XVI con las Minas Reales de Cobre y a la agroindustria cafetalera; el Paisaje Arqueológico vinculado con la presencia de asentamientos aborígenes y de negros esclavos cimarrones. En su contexto se enmarcan además innumerables valores relacionados con el patrimonio cultural espiritual (inmaterial o intangible) en las expresiones culturales locales y en las religiosas, ya que la Basílica Menor de la Virgen del Cobre, patrona de Cuba está emplazada en el sitio, y conserva la imagen original encontrada en el siglo XVII.

Ella es en sí un sitio de peregrinación de carácter nacional e internacional y forma parte de la identidad del pueblo cubano, a ella están asociados acontecimientos y personalidades muy destacadas de la historia y la cultura cubanas.

Este Paisaje Cultural y la ruta que siguió la imagen de la Virgen en su traslado al pasar por varias poblaciones, dejó un testimonio y evidencias que se conservan. Incluso, este recorrido hasta El Cobre comienza a ser utilizado por peregrinos en devoción a la Patrona de Cuba, lo que lo hace excepcional dentro del patrimonio espiritual cubano.

Como se expresó anteriormente tres son los elementos fundamentales de este Monumento Nacional los que se ampliarán a continuación: el espíritu de la religiosidad, la actividad minera y el alma de la rebeldía.

La religión y el culto a la virgen de la Caridad:

Según la leyenda, hace cuatro siglos, corría el año 1612, unos esclavos encontraron, flotando en la bahía de Nipe, la imagen de la que sería la Patrona de Cuba.

Para muchos fue un símbolo de fe, que forma parte de la representación de la identidad y de la inspiración de los mayores deseos y esperanzas de libertad y justicia para Cuba.

La basílica menor de la Virgen María de la Caridad del Cobre es sitio sagrado, de esperanza, de refugio, de consuelo, de devoción. Miles de personas de todos los grupos sociales vienen en busca de enriquecimiento espiritual y de milagros. Incluso, los que arriban sin mayores propósitos que los culturales o como mera curiosidad, quedan sumamente impresionados por la atmósfera que envuelve e inspira al que la visita.

La tranquilidad y la seguridad cubren al Templo. No pocos buscan, de alguna forma, llevarse al menos como recuerdo una piedrecita con pequeñas incrustaciones de cobre, cada vez más escasas sobre la tierra de los alrededores. Cada uno con su propósito particular, pero quizá todos con uno común, el lograr que luego, cuando se esté ya lejos del Templo, aun se mantenga el hechizo de la presencia de la Virgen.

La Virgen y su historia:

El pueblo cubano se refiere a la Virgen de diferentes maneras, pero todas con devoción, cariño y respeto. Usted puede escuchar o leer: “Nuestra Señora de la Caridad del Cobre; así como también, la Virgen de la Caridad del Cobre, Caridad del Cobre o incluso familiarmente como Cachita. Ella es una de las advocaciones de la Virgen María y es la Patrona de Cuba, cuyo solemne nombramiento fue proclamado por el Papa Benedicto XV en el año 1916. Posteriormente en un viaje realizado por Juan Pablo II a la isla de Cuba en el año 1998, coronó con gran dignidad a la Virgen como Patrona de Cuba.

Posteriormente, el 26 de marzo de 2012, Benedicto XVI le otorgaría la Rosa de Oro de la Cristiandad, en el 400 aniversario de la aparición de la imagen.

Esta imagen mariana se venera en la Basílica Santuario Nacional de Nuestra Señora de la Caridad del Cobre en Santiago de Cuba. Como parte del sincretismo religioso en la santería Orisha la virgen se identifica con Oshún.

Narración sobre la aparición de la Virgen en Cuba

Según la leyenda, se narra que su descubrimiento y rescate ocurrió entre 1612 y 1613 cuando tres esclavos que trabajaban en las minas de cobre de la región…continurá:

Se le invita respetado lector a conocer más sobre estos temas, así como aspectos relacionados con las primeras minas de cobre de esta tierra, y el cimarronaje junto a las luchas esclavas, todo lo cual dio razones espirituales y materiales para proponer y declarar a “El Cobre y los caminos de la Virgen de la Caridad del Cobre” como Paisaje Cultural excepcional de Cuba.

Entonces considere la invitación, pues usted tendrá la oportunidad de conocer más sobre este pasaje cultural en el próximo artículo.


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