Una eficaz manera de conmemorar el Día Internacional de la Mujer en el Sábado del Libro fue la presentación de tres volúmenes de Ediciones Unión escritos por dos cubanas y una canadiense, pero todos con Cuba como escenario.

Olga Martha Pérez, directora de Ediciones Unión, aseguró «Nosotros tenemos en nuestro catálogo una gran presencia de literatura escrita por mujeres, por lo que armamos esta muestra de literatura escrita por mujeres y sobre mujeres para seguir celebrando el Día Internacional de la Mujer».

Marx y mis maridos, de Lourdes de Armas (La Habana, 1960), escritora, Teóloga y Máster en Ciencias de la religión, es una novela que ha sido publicada en Colombia, España y Canadá, y en el caso de Unión es una reedición, por su gran aceptación, pues ya la había sacado a la luz en 2011.

Como eras entonces, de Lourdes Pasalodos (La Habana 1951), periodista, editora y escritora, fue ganadora del Premio Guillermo Vidal 2015 de novela.

La Rosa Azul, Mujeres poetas modernistas en Cuba (1880-1910), de Catharina Vallejo (Holanda, 1943), hace un estudio del modernismo cubano con una mirada de género y justamente rescata del olvido a algunas escritoras muy estimadas en su época como Mercedes Matamoros (Cienfuegos 1851-La Habana, 1906) y Nieves Xenes (La Habana 1859-1915), y reafirma la importancia de Juana Borrero (La Habana, 1877-Cayo Hueso, 1896).

También fue una mujer escritora y periodista quien presentó estos libros, Marilyn Bobes, quien advirtió sobre las comuniones y diferencias entre las perspectivas que las tres escritoras mostraron en sus textos.

Como elemento común señaló la conciencia de género que subyace en sus voces, «lo que nos demuestra que ya ese término, considerado en algún tiempo como peyorativo, y que es el feminismo literario, se instala en las voces de las autoras como instrumento insuperable para explorar el mundo de la feminidad», afirmó.

Expresó que el ensayo La Rosa Azul… es un aporte visibilizador a autoras modernistas, una corriente que en las historias de la literatura ha sido casi siempre adjudicada a los hombres.

Sobre las novelas comentó que el protagonismo de los personajes femeninos y sus conflictos en relación con el entorno patriarcal «dejan adivinar una subversiva manera de tejer sus argumentos, ya sea de una manera implícita o explícita, pero siempre con una conciencia de género que no deja lugar a dudas».

Resaltó el abordaje de ambas autoras de los conflictos de las mujeres cubanas en diferentes períodos de la historia más reciente, al reflejar problemas sociales pero también del espacio privado de las mismas; sin olvidar los contextos, dijo, hacen énfasis en los altos precios que sus protagonistas deben pagar por su condición de rebeldes con causa en una sociedad todavía patriarcal.

«Con mirada acuciosa, de Armas, a través de una casi imperceptible ironía, y Pasalodos por medio de situaciones más dramáticas, hacen un llamado de alerta a sus lectoras, y por qué no, también a sus lectores, de los cambios que ha experimentado la condición femenina y su progreso en la concientización (…)», apreció Bobes.

Estimó igualmente que las tres escritoras son conscientes de lo que pretenden y añadió que lo intentan, no mediante la racionalización sino como resultado de una experiencia de vida. Asimismo enunció que no niegan en sus textos la condición de género que los hace particularmente atractivos y valiosos.

Destacó las intenciones de Ediciones Unión de «seguir batallando por la igualdad de género a través de sus publicaciones» y saludó lo que llamó gesto reivindicador de esta editorial «que pone de manifiesto que a través de la literatura también se lucha por una equidad de género que es preciso seguir construyendo para un mejor futuro donde ya no sea necesario acudir a la denuncia ni a los reclamos».

Lourdes de Armas explicó que su novela era la historia de los amores, desamores y decepciones de una mujer cubana y que cada uno de los maridos de la protagonista representa etapas diferentes de la historia cubana contemporánea.