“El pasar por la escuela de instructores de arte me llevó a tener una concepción, no solamente del arte sino de lo que es ser maestro, mucho más profunda que si me hubiese formado en una escuela profesional... una de las grandes dichas que he tenido en mi vida"
En un día como hoy,  en el que celebramos la creación de la primera Escuela Nacional de Instructores de Arte, las  palabras de Leonardo Montiel, mejor graduado de aquella hornada de instructores que marcó el nacimiento de la Brigada José Martí, son la esencia de la labor de quienes llevan y enseñan el arte al pueblo y el compromiso latente de la entrega a esta noble misión.
Fue el 14 de abril de 1961, cuando Fidel Castro inauguró la primera Escuela Nacional de Instructores de Arte en Cuba (ENIA) con una matricula de 4 000 estudiantes, quienes trabajaron en la preparación de 3 000 jóvenes que mas tarde ingresaron en la Escuela Nacional de Arte (ENA), convirtiéndose estos en la primera generación de artistas formados por la Revolución cubana. Así se cumple este sueño del comandante, acción hermanada a otros momentos fundacionales de instituciones que sentaron las bases del desarrollo del arte y la Cultura que hasta hoy ostenta con orgullo la nación cubana.
Bajo la dirección de Marta Besa, y con un claustro de lujo, grandes personalidades del arte y la cultura cubana, entre ellos, Onelio Jorge Cardoso (literatura), Ana Lasalle (dirección); el crítico Rine Leal (Historia del teatro) y Félix Pita Rodríguez comienza esta saga que a propuesta de Fidel además de encaminar vocación y talento artístico, convencido de que estos podían defender los valores estéticos del pueblo, siendo esta la principal misión de la primera escuela de instructores de arte en Cuba
Así comienza la historia de una escuela, un proyecto que en gran medida ha sido la base para la apreciación, creación y desarrollo del Arte y la cultura en Cuba  dando oportunidad a todos los jóvenes mayores de 15 años a convertirse en instructores de música, de baile, de Artes Plásticas y de teatro con una labor que daba continuidad al pensamiento de Fidel que posicionaba al pueblo como el gran creador de formaron instructores de Arte que más tarde serían los protagonistas de enseñar en cada región de la isla, no solo enseñando al pueblo a crear sino también a apreciar las Artes como filosofía para emanciparnos y ser libres desde lo bello, el conocimiento y el pensamiento.revolucionario.

Al llegar la década del 90, la cultura, cómo otros espacios se vio seriamente.afectada y desaparecen las escuelas Formadoras de Instructores, con excepción de la ENIT, esta fuerza técnica recibe un golpe demoledor. El éxodo de instructores graduados que por razones económicas causaron baja del Sistema Nacional de Casas de Cultura afectó uno de los logros más importantes de la Política Cultural de la Revolución Cubana y el más preciado fruto en la labor de los instructores: el Movimiento de Artistas Aficionados. De 400 000 artistas de este sector emplantillados en el país en los años 80, sólo quedaron 63 100 en 1995, atendidos por 531 Instructores de Arte, que a pesar de todo se mantuvieron ejerciendo en las Casas de Cultura.
Para fortuna de todos y  para júbilo de quienes trabajan en la orientación de los procesos de creación y apreciación del Arte y la Literatura, ya en el año 2004, se produce la Primera Graduación de las EIA y se gradúan los Instructores en ejercicio de teatro, danza y artes plásticas. Los de música se titulan un año después por ser más extenso el plan de estudios de esta especialidad.
Hoy las Escuelas de Instructores de Arte forman jóvenes que trabajan en el desarrollo de Talleres de Apreciación y Creación con todos los alumnos del centro escolar, la atención a grupos y unidades artísticas de aficionados, la preparación técnica-metodológica del personal docente, la labor promocional de la cultura artística en la escuela y el mejoramiento del entorno sonoro visual de la escuela, generando  la apreciación de las manifestaciones artísticas, la Creación artística con aficionados y la Cultura popular y tradicional.
En una Jornada donde celebramos el 60 aniversario de la Escuela Nacional de Instructores de Arte crece el entusiasmo y la necesidad en los protagonistas y continuadores de esta gesta de  sostener la esencia de los momentos fundacionales junto al reto del desarrollo de este espacio vital. 
La Escuela Nacional de Instructores de Arte surgió paralelamente a la Campaña Nacional de Alfabetización en medio de la Revolución Cultural que se desató a lo largo y ancho de la Islaz en estos tiempos, más que nunca, los graduados de la ENlA deberan  encauzar las aptitudes y vocación por el arte de estudiantes, trabajadores, campesinos y amas de casa para convertir al pueblo en creador y libre y materializar el pensamiento de Fidel cuando expresó: "El pueblo es el gran creador".