Humberto Solás en el Cine cubano de siempre


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Desde mujeres, determinadas a llevar a cabo sus propias convicciones, que se enfrentan a los prejuicios y a las dificultades del amor, (Lucía), polémicas en el seno familiar cubano desde diversas perspectivas políticas y el enfrentamiento a temas como la emigración y la escases material (Un día de Noviembre), la reflexión, con un acercamiento libre de la sociedad cubana, (Cecilia Valdés), la historia de una mujer casada que debe decidirse entre la pasión por su joven primo y los prejuicios de la sociedad conservadora de principios de la república (Amada) y hasta la historia de un joven simulador y ambicioso capaz de cualquier cosa con tal de llevar a cabo su propia empresa (Un Hombre de Éxito) transitan la versatilidad y tesón de la cinematografía de Humberto Solás.

Humberto Solás Borrego nació el 4 de diciembre de 1941 en la Habana. Antes que el cineasta esencial y comprometido, un joven inconforme y rebelde que desde los 14 años se unió a una célula de acción del 26 de Julio. Es coincidencia cualquier semejanza con la inquietud humanista de este director de cine por la identidad nacional y latinoamericana y los ideales de paz y justicia, y armonía social que hace visible a través de su filmografía.

Primero sus estudios de Historia del Arte, más tarde empieza a trabajar en el ICAIC como productor, asistente, y en actividades que le permitieron el oficio del Cine. En 1969 dirige su primer largometraje, Lucía, considerada por la crítica mundial como una de las diez películas más importantes en la historia del Cine Iberoamericano.

En su visión como cineasta, están presentes la inquietud intelectual, el humanismo, y la exposición del pensamiento crítico sobre la realidad, así se expresa su compromiso con la cultura cubana.

Sin embargo a Solás lo distingue su estética apasionada por experimentar desde el Cine formas clásicas hasta llegar a corrientes vanguardistas, actitud que defendió desde la tribuna del Festival Internacional de Cine Pobre, donde exhortó a la democratización y la Libertad de un Cine realizado con pocos recursos que posibilite la inserción , tanto de nuevos cineastas, como de comunidades enteras en el patrimonio audiovisual mundial, cuyas premisas estén orientadas a la búsqueda narrativa, el compromiso con el bienestar del hombre su entorno y la ética libertad de expresión de los cineastas cubanos la obra de Solás recorre la realidad y la historia y la contemporaneidad de la nación cubana, las películas Miel para Oshún y Barrio Cuba representan diversos conflictos comunes a la gran mayoría de los cubanos de principios del siglo XXI.

La emigración la soledad, el reencuentro filial, los conflictos amorosos, el amparo en la religión sincrética, son ejes temáticos para la configuración de los personajes. La obra de Humberto Solás es una búsqueda constante en la nacionalidad cubana, representada en su cinematografía desde diversos ángulos y épocas, personajes e historia. Si bien este cineasta universal será recordado siempre por Lucía, su verdadera y gran obra es el Cine cubano, al cual dedicó su vida.

En un día como hoy 18 de septiembre en el que se cumple un aniversario más de su deceso físico lo recordamos a él y a su obra con la misma pasión y energías que dedicó a hacer crecer el cine en Cuba y con el mismo compromiso de echar adelante a la sociedad cubana, desde la reflexión, la diversión y el análisis.


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