En ocasión del Aniversario 500 de La Habana los máximos representantes diplomáticos que conforman el Grupo Latinoamericano y del Caribe (GRULAC), tuvieron a su cargo la inauguración de la muestra fotográfica Presencia de Martí en nuestra América, en la sede del Centro de Estudios Martianos (CEM).

Al dejar inaugurada la muestra expositiva el señor Lancelot Cowie, embajador de la República de Trinidad y Tobago, realizó un breve recuento sobre la vida y la obra de nuestro José Martí, recalcando en hechos como “su creación periodística y literaria con inolvidable trascendencia en los países donde vivió como España, México, Venezuela, Guatemala, Estados Unidos, y donde se relacionó con importantes intelectuales de la época”.

El diplomático caribeño destacó “el sentido de entrega hacia los países de la región siempre reflejado a lo largo de toda su obra. Baste mencionar, entre otras muchas, sus publicaciones Madre América o su ensayo medular Nuestra América, publicado en la Revista Ilustrada de Nueva York, el diez de enero de 1891. De ahí el sentido de pertenencia que expresan diversos países del continente por la obra y pensamiento del Héroe Nacional cubano”.

Significó el representante diplomático caribeño que “Martí luchaba por la libertad de Cuba, buscaba para su causa el apoyo de otros países latinoamericanos y de los intelectuales de su época. Y es que como intelectual y escritor, su arma fue con frecuencia la palabra escrita, para unir a todos los países americanos en un destino común”.

Enfatizó que en otra dimensión de su programa independentista “Martí anticipa la confrontación con los Estados Unidos, en el sentido de que nuestra palabra enfrenta a las dos Américas: la nuestra y la anglosajona”, y evocó a continuación la labor de Martí como cónsul en Nueva York, Argentina, Uruguay y Paraguay, donde expresaba su preocupación por el futuro de los países latinoamericanos”.

Puntualizó finalmente que “cada pueblo necesita de su historia, de su memoria; cada nación requiere apoyarse en la significación de los pilares de su identidad. El ser humano necesita tener un asidero ético y patriótico, universos presentes en el legado de José Martí. Su ideario americanista y antiimperialista trasciende hasta nuestros días.

“En este momento de cálido homenaje al Apóstol de Cuba, exhorto a todos a dedicar un espacio para exponer permanentemente las múltiples expresiones artísticas de este Pensador latinoamericano”, concluyó.

Entre los asistentes a dicha inauguración fotográfica se hallaban: Abel Prieto Jiménez, director de la Oficina del Programa Martiano y presidente de la Sociedad Cultural José Martí; Fernando León Jacomino, viceministro de Cultura; Marlene Vázquez Pérez, directora del CEM, además de investigadores, profesores, y representantes del cuerpo diplomático latinoamericano y caribeño acreditado en Cuba.