De que la creación es el estado natural de todo verdadero artista, da fe la exposición Juan Padrón. Tan fiero como lo pintan, la cual se encuentra abierta al público en la Galería Servando hasta el 14 de septiembre venidero.

Una veintena de dibujos, entre los muchos que, con la sola intención de “descargar”, ha realizado en la última década el autor de la saga de Elpidio Valdés y Vampiros en La Habana, fueron seleccionados por las especialistas de esta institución, quienes conformaron así una muestra notablemente oportuna al traer de regreso ante su público al Premio Nacional de Cine 2008; hacerlo con obras que lo develan en toda su grandeza como dibujante y humorista, más allá de la historieta o el animado; y escoger para tan refrescante propuesta los meses del verano.

En una entrevista que en cierta ocasión le hiciera la colega Paquita de Armas, Padrón definió la caricatura como “Una escena de situación, ambiente, diálogo, caracterización, actuación, encuadre… sintetizada en un solo dibujo”.

A dicho concepto responden en su totalidad las obras expuestas por estos días en la Servando, en las que el artista ha trabajado minuciosamente cada uno de los antes mencionados elementos, a partir de un notable dominio de la línea, el color y la iluminación.

Independientes de su obra cinematográfica y concebidos de forma unitaria, en estos dibujos aparecen, no obstante, personajes llevados por él a la pantalla grande, como los vampiros y los tapok. La museografía de la muestra, a cargo de Niurka Pérez Zerpas, proporciona asimismo cierta relación entre unos y otros, al aparecer agrupados de acuerdo a un orden temático.

El título de la exposición, vinculado con la conocida frase “no es tan fiero el león como lo pintan”, usada por Padrón en uno de los dibujos, podría también responder, en buen cubano, a la correspondencia entre el prestigio internacionalmente ganado por él y la excepcionalidad de su talento. Ese que incluso le brota cuando apenas quiere “descargar” y del que ahora felizmente disfrutamos con esta muestra.