A noventa años de Motivos de son, de Nicolás Guillén


a-noventa-anos-de-motivos-de-son-de-nicolas-guillen

Un día como hoy del año 1930 salieron publicados por vez primera los ocho poemas que componen Motivos de Son, de Nicolás Guillén, en la página: Ideales de una raza, del Diario de la Marina y hasta hoy, este conjunto lírico no ha perdido su brío innovador y su concepto de incondicional cubanía.

Los poemas en cuestión son “Negro bembón”,    “Mi chiquita”,    “Búcate plata”,    “Sigue”, “Ayé me dijeron negro”,    “Tú no sabe inglés”,    “Si tú supieras” y    “Mulata”, y provocaron a su salida a la luz discordantes reacciones.

Las más lúcidas veían el carácter vanguardista en lo formal,   humanista en lo social, y abarcador en lo cultural: las más retrógradas, desde una posición racista en la mayoría de los casos, es posible que hasta se asustaran de que los negros (autor y personajes), empezaran a apropiarse de la poesía cubana.

Para los maldicientes, era muy difícil de entender el alcance literario de estos versos, cegados por la renuencia a aceptar que los más desfavorecidos, tratados literariamente hasta el momento generalmente desde un punto de vista caricaturesco y desacertado, pudieran aparecer en todo el universo de su humanidad real con sus tristezas, alegrías y valores y con una intencionalidad integradora desde lo social.

El innegable aporte cultural, más allá de lo literario, que hace Guillén con estos poemas   llega hasta el reforzamiento del carácter nacional del son, del que aprovecha sus posibilidades poéticas.

Al respecto el Poeta Nacional confesó: « He tratado de incorporar a la literatura cubana ―no como simple motivo musical, sino como elemento de verdadera poesía― lo que pudiera llamarse poema-son».

En su ensayo «Introducción la obra de Nicolás Guillén», de 1972, Nancy Morejón, Premio Nacional de Literatura y experta en la obra del poeta camagüeyano, asegura:

«Motivos de son es la primera interrogación de la realidad. Partiendo de una unidad temática y estilística, estos poemas son una revisión de las vivencias y experiencias raciales de Guillén a su llegada a La Habana, en cuyos barrios más pobres se aglutinaron los descendientes de cautivos africanos para organizarse y constituir diversos focos de resistencia cultural. A través de esas experiencias, Guillén asume directamente su condición de hombre negro. El poeta, en su afán de búsqueda, en su inconformidad, inaugura un proceso de conocimiento de su condición humana». 

El que haya escuchado alguna vez la voz de Nicolás Guillén, no podrá olvidarla jamás, y esto no es una metáfora que alude a su poesía, sino una referencia directa a la cadencia de su fuerte voz; no es difícil, entonces imaginar que lo escuchamos decir ahora, a 90 años de haberlos escrito, estos versos:

« Camina, caminante, / sigue; / camina y no te pare, /    sigue»


0 comentarios

Deje un comentario



v5.1 ©2019
Desarrollado por Cubarte