Pelear desde la literatura, la crítica y la investigación


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Fotos: Cortesía del autor.

En el Centro Cultural Dulce María Loynaz de esta capital, sesionó este miércoles la comisión de Literatura, Crítica e Investigación del Tercer Congreso de la Asociación Hermanos Saíz (AHS). En ella participaron 68 delegados e invitados en representación de los 278 escritores y los 200 críticos e investigadores miembros de la organización en todo el país.

Dirigida por la joven escritora Elayne Vilar Madruga y presidida además por María Elena Salgado, viceministra primera de Cultura; Juan Rodríguez, presidente del Instituto Cubano del Libro; y Roberto Conde, miembro del Buró Nacional de la UJC; la cita devino espacio medular para diagnosticar y evaluar las diversas dinámicas en que se desarrollan hoy los procesos literarios, críticos e investigativos y la labor que la joven intelectualidad cubana desempeña como ente principal de esos procesos culturales. También, el escenario fue propicio para reflexionar en torno al papel que juegan las instituciones en la promoción y el acompañamiento al arte joven que se hace en el país; en ese sentido, más allá de críticas e insatisfacciones primó el espíritu propositivo y de colaboración en aras de seguir marcando la jerarquía cultural tan necesaria aun en espacios de la Cultura.

José Ernesto Nováez, crítico e investigador de Villa Clara, señaló cómo marcar las jerarquías culturales tiene que convertirse en un proceso de constante pensamiento no atado a normas, listados preconcebidos ni trivialidades conceptuales. Para ello, pidió la constante superación de los cuadros y entes decisores del sistema de la Cultura. Al tiempo que presentaba Zona Franca, revista de crítica y pensamiento, proyecto que se lleva a cabo con el auspicio de la AHS, la Uneac y la Dirección Provincial de Cultura, refirió el “trabajo” que se pasa para llevar adelante este tipo de iniciativas, sobre todo por la pobre remuneración que tiene el crítico, principal responsable de guiar y establecer paradigmas en la apreciación y el gusto de los públicos.

Por su parte, Yunier Riquenes, escritor y promotor cultural, ponderó el trabajo de las cinco editoriales que tiene la AHS en el país y alertó sobre la complejidad del mundo digital donde cada vez hay más presencia de nuestros autores, a veces sin dominio de las herramientas necesarias para hacer efectiva su promoción, y donde el e-book es una realidad que debemos explotar más en un mundo donde los hábitos de lectura han variado. Mostró su preocupación por el dilatado proceso de revisión de la Ley de Derecho de Autor y el éxodo hacia otros países de los derechos de importantes autores cubanos que no se sienten estimulados a participar en los eventos nacionales.

Se insistió, además, en la colaboración e interconexión con las demás manifestaciones que conviven en la Asociación y a rescatar de una vez la extinta revista Dédalo, que por años fue la publicación seriada más importante de la AHS. También a jerarquizar con mayor énfasis el Premio Calendario, el más importante lauro literario para jóvenes que se entrega en el país, y revisar los mecanismos de distribución que impiden la llegada de los libros a las provincias una vez impresos.

Los investigadores mostraron su preocupación con el acceso a las fuentes, sobre todo del período revolucionario, que se hace más difícil para los que trabajan en la rama de las Ciencias Sociales y las Humanísticas. Para Ada Lescay, crítica e investigadora de Santiago de Cuba, se tiende a analizar los fenómenos artísticos y no los procesos complejos que los generan. Hay que romper con las miradas tradicionales de la crítica de arte y proponer una crítica cultural, más integral y holística, que se ajuste a los espacios y medios en que se publica. Alejandro Gumá, investigador del Centro Juan Marinello de La Habana, señaló que, al estar regida desde un departamento del Citma, las investigaciones sociales ven lastrada su propia agenda debido a la desconexión existente entre las instituciones que las fomentan.

Otros temas giraron en torno a la programación como herramienta de promoción y jerarquización de las propuestas literarias, a la necesidad de incorporar algunos servicios en las instituciones de la cultura que estén acordes a las exigencias del público joven y a trabajar asiduamente en la formación de los gustos. La periodista Liriam Gordillo de la revista Mujeres, reflexionó sobre cómo no se trata de hacer un inventario de problemas, sino de proponer también algunas soluciones; a la vez, alertó del peligro de los “dobles discursos” que son tan nocivos para la cultura.

En un llamado a combatir las posturas banales y la seudocultura, pero involucrándose con los públicos de todas las maneras posibles y estudiando estrategias diversas, el escritor Yadián Carbonell recordó uno de los eslóganes que ha acompañado a la AHS desde décadas: “crear es pelear”; así debe asumirse la labor que hoy se realiza desde la cultura en los territorios y las comunidades.

El debate sincero y desprejuiciado fue agradecido por los directivos presentes, quienes señalaron la importancia de contar con la vanguardia del arte joven para seguir construyendo el trabajo que hoy se realiza desde las instituciones. En ese sentido, la viceministra primera de Cultura, resaltó el papel de resistencia que ha caracterizado a la cultura cubana, de la cual son un componente importante la obra y el trabajo que desarrollan los jóvenes en la Cuba de hoy.


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