Rafael Lay, más que una estrella, un hombre de oficio en la música y en la vida


rafael-lay-mas-que-una-estrella-un-hombre-de-oficio-en-la-musica-y-en-la-vida

Cuentan que por la década del 50 de la pasada centuria la orquesta Aragón tenía un programa semanal en la emisora CMQ, propiedad del señor Virgilio Villanueva quien había cedido un espacio para promocionar el trabajo de esta agrupación cienfueguera que empezaba a darse a conocer, pero el espacio necesitaba un locutor y Rafael Lay, líder de esta banda, no tenía recursos económicos para pagar a un locutor profesional entonces el dueño le sugirió que hablara con Fabio Bosh, (padre) conductor de esa emisora municipal, este aceptó sin recibir ni un centavo. Esa fue la génesis de una maravillosa amistad.

Pasó el tiempo y la Aragón se convirtió en una orquesta de prestigio que trascendió nuestras fronteras. Un día se presentó la Aragón en una actividad bailable en el antiguo Casino Español de Cruces y en un breve receso q hicieron para descansar Lay salió a caminar y se encontró con Fabio Bosh su esposa e hijo.

Cuando Lay vio a Bosh fue a su encuentro y se fundió con él en un cálido abrazo, este le presentó a sus esposa e hijos y en un ademán de agradecimiento, le dijo Lay: “señora, estoy a sus pies”. Mucho del hombre que fue Rafael Lay se infiere en esta historia, un ser humano digno, amable y agradecido con una humildad heredada quizás de sus padres. Su madre costurera, su padre tabacalero, un talento y vocación por la música que lo llevaron a aprender con grandes maestros como Sara Torres López, quien le facilitó los violines y le enseñó Solfeo, y teoría de la música.

De su disciplina y esfuerzo dan fe nombres de personalidades imprescindibles en la historia de la música cubana cuyo acercamiento a este músico contribuyen a la versatilidad de su antológica obra, Dolores Torres, Félix Guerrero y Alfredo Diez Nieto, fueron referentes importantes en la obra musical de este artista.

Rafael Lay, más que una estrella, fue un músico de oficio, destacado violinista, compositor, arreglista, y director de orquesta cubano a quien agradecemos el desarrollo de una de las orquestas de más elegancia escénica y esencial cubanía capaz de atravesar y destacarse durante cuatro décadas en el pentagrama musical cubano, la orquesta Aragón.

Sin embargo, aunque fue la orquesta Aragón su espacio más significativo ya para los años 1967 dirigió la Orquesta Popular de Conciertos Gonzalo Roig, y posteriormente fundó y dirigió la orquesta Brindis de Salas gracias a su amplio espectro como músico. Lay cultivó casi todos los géneros de la música popular cubana y se caracterizó por su buen gusto tanto en los textos como en las orquestaciones, su virtuosismo en el violín lo llevó a interpretar grandes clásicos de la música universal, obras del compositor alemán Juan Sebastián Bach, el Concierto número 1 para piano y orquesta del compositor alemán Félix Mandelsson y la Sinfonía número 8 de Ludving Van Betoven.

La elegancia en la composición fue otra de sus distinciones, temas como Injusticia de amor, Tu decías que el amor, Mambo Cha, entre otros, se recuerdan dentro de lo más popular de la música cubana. Hoy el nombre de Rafael Lay es una leyenda en la música cubana.

Como director de la Aragón demostró una capacidad para acompañar a cantantes de las más disímiles facultades vocales a los que siempre guio hasta conseguir una correcta interpretación. Países como Panamá, México, Venezuela, Rumanía, Bulgaria, Colombia admiraron el estilo de este músico cubano que falleciera el 13 de agosto de 1982 a causa de un accidente automovilístico, pero nunca fue más amado y admirado por su pueblo, ese que conoció la elegancia, belleza y sabrosura de la música cubana gracias a Rafael Lay. Cuba entera lo lleva en la gloria más que como una estrella, como un hombre de oficio en la música y en la vida.


0 comentarios

Deje un comentario



v5.1 ©2019
Desarrollado por Cubarte