El habanero Centro Cultural Dulce María Loynaz es hoy noticia al convertirse en sede de la entrega de la decimoséptima edición del Premio Iberoamericano de Cuento Julio Cortázar 2018, y reunir a destacados intelectuales de la Cultura cubana y latinoamericana.

Tenemos más de un Julio Cortázar. Está el de las novelas, el de Rayuela, el del boom y del compromiso, el del jazz, el de París, el del sur de Buenos Aires, el del surrealismo y el de los boxeadores. Y está, entre otros posibles, el Cortázar de los cuentos. El paso inexorable del tiempo fue decantando más estas cosas (...) Y ha sido el Cortázar cuentista el que acabó por preponderar. De manera que podría decirse que este concurso, que alcanza ya admirablemente, su decimoséptima edición es, a un mismo tiempo, un homenaje al autor y al género; a Cortázar y a la cuentística (...) A la ganadora y a los seleccionados felicidades y a los demás, incluidos nosotros, llamamos a seguir leyendo y escribiendo, que esa es la felicidad mayor que nos da la literatura.

Así expresó el intelectual argentino Martin Kohan, tras la entrega del Premio al cuento “El olor de los cerezos”, de la cubana María Acosta Álvarez, "porque nos sumerge en una atmósfera de honda tristeza y nostalgia familiar, utilizando logradamente la expresividad simbólica de elementos de la naturaleza".   

En esta oportunidad el jurado estuvo integrado por los reconocidos escritores Martin Kohan, de Argentina, y María Elena Llana y Rafael de Águila, de Cuba, quienes tuvieron a su cargo la revisión, análisis y dictamen final de las más de doscientas obras recibidas de autores de habla española, residentes en todos los continentes, algo que confirma el prestigio alcanzado por este certamen literario.

Creado por iniciativa de la intelectual lituana Ugné Karvelis, esta edición 17 del Premio Iberoamericano de Cuento Julio Cortázar tuvo como presidente de honor al escritor cubano Miguel Barnet, y fue auspiciada por el  Instituto Cubano del Libro, la Casa de las Américas y la Unión de Escritores y Artistas de Cuba (Uneac), además de contar con el apoyo del Ministerio de Cultura de la República Argentina.

Edel Morales, director del Centro Cultural Dulce María Loynaz, anunció que el cuento premiado será publicado próximamente en la revista La Letra del Escriba, además de que este formará parte de un volumen —junto al resto de los cuentos distinguidos con menciones—, que será presentado en la 19 Feria Internacional del Libro de La Habana, a celebrarse en febrero del 2019.

A la entrega de tan prestigiosa distinción asistieron, además, el intelectual cubano Roberto Fernández Retamar, presidente de la Casa de las Américas, quien sostuvo estrechos lazos de amistad con Cortázar; Juan Carlos Santana, presidente en funciones del Instituto Cubano del Libro, y Javier Figueroa, embajador de la República Argentina en La Habana.

Durante una breve y emotiva intervención, Fernández Retamar recordó algunas anécdotas de la vida de Cortázar, su amor y solidaridad hacia Cuba y su Revolución, el maravilloso intercambio epistolar que ambos sostuvieron durante años, en especial, tras la publicación de Rayuela; además de destacar, entre otras, "la presencia de Julio como miembro del jurado del Premio de Cuento Casa de las Américas (1963); su primer contacto y conocimiento en la Isla de la escritora Ugné Karvelis, quien llegó a ser su segunda esposa...” Mas, una de aquellas lleva siempre Retamar consigo como recuerdo hilarante: "A Julio le gustaba mucho la jerga deportiva, en especial la del boxeo. Al respecto decía que la novela se gana por puntos, pero el cuento... ¡el cuento se gana por knock out!".

Por la calidad de sus propuestas y el destacado nivel estético de las obras, el Jurado otorgó Mención y recomendó la publicación, sin orden jerárquico, a los cuentos: “Dedicatoria”, del boliviano Amílcar Jardín Rojas; “Crónica de La Española”, del puertorriqueño Benito Pastoriza;  y “Amor”, “El niño de los muertos” y “En el lugar de las sombras”, de los cubanos Rainier Cascante, Joaquín Baquero y Hugo Luis Sánchez, respectivamente.

Asimismo, el Jurado decidió conceder una Primera Mención al relato “El pasado debajo de las cosas”, de la argentina Luz María Gaínza Ruiz, por exponer con lenguaje convincente los pensamientos y reacciones que una situación imprevista motiva en su protagonista.