“Nunca olvidaré que acompañado por un relevante combatiente llamado El Caballo de Mayaguara fui hasta la casa de una viejita que se refrescaba con una penca entre las fotos de sus dos hijos muertos, una con flores blancas del que había sido bandido y el otro sonriente que fue miliciano en el Escambray” dice Roberto Orihuela.

Entre tantas obras emblemáticas La Emboscada fue una de las piezas más gustadas y reconocidas por el público y los especialistas dentro del amplio repertorio del Grupo Teatro Escambray. No se puede negar que el espíritu aventurero de doce hombres apasionados, creadores y artistas, salidos de la habana para asentarse en montañas, llanos, campos, poblados y escuelas, con la única pretensión de llevar el Arte a cualquier rincón, es la herencia más genuina del dramaturgo Roberto Orihuela Aldama.

Marcado por esta impronta, que muestra una explosión renovadora dentro del teatro cubano, propiciando la transformación del ser humano a través del Arte, se forma este director de teatro que hasta hoy insiste en el poder de la escena desde la experimentación.

Graduado de Dramaturgia en la Universidad Central Marta Abreu de las Villas y del Instituto Superior de Arte en Licenciatura en Teatrología y Dramaturgia, este creador cuenta en su trayectoria con el mérito de haber comenzado su labor artística en el Teatro Guiñol de Santa Clara, luego del Teatro Escambray del cual fue miembro desde 1971 hasta 1991 y con el cual tuvo la oportunidad de representar a nuestro país y a las Artes escénicas también en escenarios internacionales participando en festivales en Europa y América.

El 8 de noviembre de 1988 funda la compañía teatral Teatro Laboratorio, perteneciente a la ciudad de Santa Clara, primero con el nombre de Laboratorio Teatral Universitario, teniendo en cuenta que su primera sede fue la Universidad Central “Marta Abreu” de Las Villas. Luego en el año 1997 se consolidó como Teatro Laboratorio con su sede al lado del Centro Cultural “El Mejunje”.

Entre las obras que han marcado su trayectoria La Emboscada y Cristina, son de las más conocidas, en ellas se identifica la estética de este creador, el trabajo con la literatura, sus referencias y sobre todo el documental.

Otro elemento que distingue a la obra de Roberto Orihuela es su labor con la comunidad, y su ánimo de descentralizar el teatro y hacer de la escena una parte vital para el desarrollo de nuestra cultura conservando ese carácter popular desde la puesta en escena.

Su enseñanza, desde la compañía que hoy dirige tiene una esencia experimental que le permite intercambiar expresiones sin que para eso sea necesario el distanciamiento del receptor y los actores. De sus obras más recientes recordemos Fabio: muerte y dolor. En ella el autor nos propone que el hombre conozca más al hombre. “No se trata únicamente de narrar y denunciar los actos terroristas ocurridos en los hoteles habaneros durante 1997. Nuestra intención radica en convertir esta puesta en un canto humanista y a la vez universal contra la muerte de personas inocentes.”

En la obra del dramaturgo cienfueguero, se advierte el trabajo investigativo encaminado, no solo a contribuir al desarrollo del amor y la apreciación por el teatro, sino también como estrategia para hacer extensivo el alcance social del grupo que lidera.

Roberto Orihuela Aldama nació el 26 de Julio de 1950, en la ciudad de Cienfuegos, su caudal artístico creador ha sido extensivo y registrado en una veintena de libros y artículos que recogen sus criterios sobre el teatro.

Su intensa labor hoy se reconoce a través de diversos premios literarios y teatrales, entre ellos, el Premio UNEAC de Teatro en 1978 y Premio UNEAC de testimonio en 1982, lauros que prestigian el quehacer de uno de los exponentes de la historia del teatro cubano, aun por ascender desde la experimentación y la escena.