Estimados escritores y artistas:

Hace pocos días clausuramos el Tercer Congreso de la Asociación Hermanos Saíz, espacio en donde un grupo de jóvenes escritores y artistas, dio muestra de que somos una juventud crítica, rebelde, sincera, pero sobre todo una juventud comprometida con su país y con el legado que nos han transmitido figuras imprescindibles de la cultura cubana. Dos días más tarde, celebramos el día de la cultura cubana, evocando la clarinada primigenia del Ejército Mambí y la entonación, por vez primera, del Himno de Bayamo.

Herederos del ejemplo de Raúl Gómez García, el poeta de la Generación del Centenario, de los creadores que desde su espacio se reunieron con Fidel en la Biblioteca Nacional en el mes de junio de 1961, los que años más tarde fundaron la Unión de Escritores y Artistas de Cuba, los que estuvieron en aquel Primer encuentro de la AHS con Fidel en el año 1988 y siempre estuvieron presente en el primer, segundo y tercer Congreso, nos sentimos con la responsabilidad de defender la identidad y la cultura de los cubanos, que es lo mismo que defender la patria toda.

Como dijera Fidel en 1988, (…) “difícilmente un proceso revolucionario socialista tenga el privilegio de contar con una gente como ustedes, con una juventud como la de ustedes” (…); y de cierta manera, al concluir nuestro Congreso escuchamos nuevamente sus palabras en el Palacio de las Convenciones. Esta juventud no puede estar menos comprometida que aquella, de otro modo no nos lo perdonaríamos.

Para los delegados e invitados a nuestro Congreso, encontrarnos con Graziella Pogolotti y Eusebio Leal, marcó dos de los espacios más significativos de esos días. Ella, con la iluminación que la caracteriza, nos dijo que el país estaba en nuestras manos; él, no menos iluminado, nos dijo que la patria se construye desde el lugar en donde vivimos, porque a la patria hay que llevarla, obligatoriamente, en el corazón.

Sentir que hablo en nombre de los más de 3 000 jóvenes de la vanguardia artística, es lo que me estimula a dirigirme a ustedes, en este simbólico encuentro.

Sirvan estas palabras, primero, para reconocer a los grandes intelectuales y artistas que entregaron su vida y su obra por la libertad de esta isla, una isla llena de hombres y mujeres valientes que responden ante cada provocación, como la ocurrida el pasado martes 16 de octubre, cuando los Estados Unidos convocaban a una conferencia contra nosotros desde la sala del Consejo Económico y Social de la ONU, a lo cual respondieron los representantes cubanos entonando las notas del Himno Nacional con valentía, como las entonaron los bayameses hace 150 años, como lo hemos hecho otros en los escenarios más adversos donde también nos han provocado.

Valgan estas ideas para reafirmar el compromiso de los más jóvenes con la obra de nuestros mayores. En estos tiempos donde pretenden restaurarse concepciones contrarias a las del socialismo, debemos estar muy atentos. Estos son tiempos de refundar y de hacer cambios, pero sin ceder en cuestiones de principios. Debemos comprometernos con el país en la correcta implementación de políticas, normas, decretos, etc., como el país debe hacerse acompañar cada día más de la savia de sus intelectuales. Las distintas generaciones de creadores cubanos compartimos una máxima, somos hijos de la cultura y las ideas, así nos enseñó Fidel.

Estimados colegas, Cuba está en efervescencia, el pueblo cubano devenido gran constituyente, debate el proyecto constitucional más democrático e inclusivo que hemos tenido los cubanos y las cubanas. A la par, nuestros principales dirigentes están entregándose a sus tareas y a su pueblo con pasión. Llegó la hora de acopiar todo lo que la Revolución sembró en nosotros, en sus escritores y artistas, y de “marchar en cuadro apretado” contra la banalidad y el mal gusto. Arremetamos contra el capitalismo, el burocratismo, el cinismo.

Seamos dignos de lo mejor de nuestra tradición cultural y pongámonos a la altura de nuestro tiempo, que es también un tiempo difícil y plagado de obstáculos, con la convicción de que todos unidos podemos lograr un país mejor y salir adelante. La Revolución cuenta con nosotros.

Rafael González Muñoz

Presidente Asociación Hermanos Saíz