Volver a Palabras 60 años después (IV)


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Sesenta años atrás, en el mes de junio tuvieron lugar tres encuentros sostenidos por Fidel, artistas y escritores cubanos en el teatro de la Biblioteca Nacional José Martí, conocidos como Palabras a los Intelectuales.

El hecho en sí marcó y definió la política cultural del Estado, y la relación entre la vanguardia política y artística en la Isla.

Hoy Cubaliteraria comparte fragmentos de discursos y artículos donde dirigentes e intelectuales comentan sobre la relevancia de Palabras…

Miguel Díaz-Canel Bermúdez, primer secretario del PCC y presidente cubano:

No concibo a un artista, a un intelectual, a un creador cubano que no conozca aquel discurso que marcó la política cultural en Revolución. No me imagino a ningún dirigente político, a ningún funcionario o dirigente de la Cultura, que prescinda de sus definiciones de principio para llevar adelante sus responsabilidades. Pero siempre me ha preocupado que de aquellas palabras se extraigan un par de frases y se enarbolen como consigna. Nuestro deber es leerlo conscientes de que, siendo un documento para todos los tiempos, por los principios que establece para la política cultural, también exige una interpretación contextualizada. Claramente Fidel planteó un punto de partida: la relación entre Revolución, la vanguardia intelectual y artística y el pueblo. Entonces, todos no tenían tan claro como Fidel lo que los artistas e intelectuales irían comprendiendo en el desarrollo de su obra: que la Revolución eran ellos, eran sus obras y era el pueblo1.

Miguel Barnet, Presidente de Honor de la Uneac y presidente de la Fundación Fernando Ortiz:

El año 1961 produjo un violento giro de inflexión en la vida cultural cubana. A partir de Palabras a los intelectuales, pronunciadas por Fidel el 30 de junio de 1961 en la Biblioteca Nacional, las cosas tomaron un rumbo diferente, o más bien, se definieron posiciones ideológicas que se cocían en varios ambientes de intelectuales y artistas. De una parte, urgía despejar dudas, evitar resquemores y espantar fantasmas que planeaban en los círculos de creadores; de otra, se requería definir plataformas, hallar puntos de contacto, desbrozar caminos que facilitaran la inserción del arte y la literatura en el proceso de transformaciones sociales. Tuve el privilegio de ser testigo del acontecimiento. Había cumplido 21 años y estaba lejos de imaginar que sería uno de los participantes más jóvenes del encuentro entre la dirección de la Revolución y un nutrido grupo de creadores, en su inmensa mayoría escritores (…) Fue un discurso, para mí, revelador. Me cambió completamente la vida. Yo venía de una clase media y no tenía una formación política, pero sí una vocación sociológica, antropológica y de patria muy grande, que es la que me hizo permanecer aquí. Ese día había olor a manigua, olor a Sierra. Admiré mucho más a aquel hombre, treintañero y desaliñado, con su traje verde olivo, que venía con otro discurso2.

Alpidio Alonso, ministro de Cultura cubano:

Con Palabras a los intelectuales se inauguró simbólicamente la Política Cultural de la Revolución. Están en las ideas y en el espíritu de ese discurso la esencia humanista y el profundo carácter democratizador y martiano de esa política, gracias a la cual un país pobre, subdesarrollado, de más de un millón de analfabetos y semianalfabetos, y pese a las innumerables dificultades derivadas del bloqueo imperialista, ha llegado a ser un país de hombres y mujeres preparados, con más de un millón de profesionales universitarios, sembrado de escuelas, universidades e instituciones culturales y científicas que no solo disfruta, sino que comparte, los beneficios de una fuerza de trabajo calificada creada por la Revolución3.

Yusuam Palacios, presidente del Movimiento Juvenil Martiano :

Volver sobre Palabras a los Intelectuales, revisitar el contexto histórico de entonces y adecuarlas a este que vivimos; hace parte de un deber que artistas, intelectuales, políticos y pueblo en general tienen en medio de una crisis humanística que degrada al ser humano y lo convierte en bestia; de un escenario de convivencia internacional eminentemente nocivo, bajo la dominación de un capitalismo terrible que continúa destruyendo la vida en la Tierra y despojando a los pueblos de sus identidades, culturas, valores propios. Una poderosa guerra cultural que pretende aniquilar el pensamiento y coronar la desmemoria, se desata hoy cual caja de Pandora que ha sido destapada4.

Otilio Carvajal,poeta, narrador, investigador y crítico literario:

Si algo destaca de la política trazada desde ese momento es que ni un solo día se ha perdido la perspectiva de que todos los cubanos tenemos el derecho de recibir la misma cantidad de cultura, la misma dosis de libros y arte. Los grandes movimientos artísticos van hacia las zonas más intrincadas, ferias del libro, festivales danzarios, exposiciones de artes plásticas, obras teatrales… No se ha quedado todo de cómo era antes de Palabras a los intelectuales, reducido a las urbes y las grandes ciudades, sino que la cultura ha nutrido el acervo de todos los pobladores cubanos5.

Notas:

1. En: Discurso pronunciado por Miguel M. Díaz-Canel Bermúdez, en la clausura del IX Congreso de la Uneac

2. En: Palabras de Fidel 

3. En: Contamos con el talento creador y el compromiso de nuestros intelectuales y artistas

4. En: Nuevas palabras a los intelectuales para continuar viviendo la Revolucion

5. En: Una revolución literaria desde palabras a los intelectuales

 


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