A romper el coco es el título del más reciente CD presentado por la Empresa de Grabaciones y Ediciones musicales (EGREM) y protagonizado por las voces, estilos y personalidades de tres de los grandes de la música cubana: Alain Pérez, Alexander Abreu y Mayito Rivera.

Un merecido, oportuno y necesario acercamiento a la sonoridad de los más emblemáticos conjuntos cubanos constituye este volumen, por lo que en él aparecen temas popularizados por recordados conjuntos cubanos como la Sonora Matancera, Son 14, el Conjunto de Arsenio Rodríguez y el Conjunto Casino, entre otros formatos musicales.

Al trío de voces se sumaron en calidad de invitados especiales los puertorriqueños Charlie Aponte, Edwin Bonilla, Bobby Allende y la santiaguera Conga de Los Hoyos.

Con Alden González, uno de sus productores y con el carismático Alain Pérez dialogamos sobre las características y futuro del volumen.

En relación con el principal aporte del disco a las nuevas generaciones, el versátil Alain Pérez comentó: “…una vez más nos aproximamos a temas que han hecho historia en la música del mundo, y así los estamos acercando más a los jóvenes que nos siguen.

La intensión de este disco es que se tenga en cuenta que venimos de ahí, de ese Son, de ese Bolero, de esa forma y de ese concepto musical, lo que nos permite después decir desde una raíz sólida y firme, que la música cubana evolucionó.

En ese sentido propongo, desde mi orquesta, otro sonido, otras armonías, pero sé de dónde nace todo esto: que en esencia es A romper el coco…”.

Otro tema tratado durante la conversación con estos defensores de la sonoridad más autóctona de esta Isla fue lo que queda por hacer, desde los propios cultores para que llegar a los jóvenes.

En ese sentido las reflexiones de Alden González fueron las siguientes: “…lo primero es tener el compromiso que tienen Alain y Alexander, quienes son top en la música popular bailable cubana.

Con Mayito sucede diferente, él siempre lo ha hecho, desde sus inicios ha estado muy apegado a lo más raigal de nuestras músicas.

El que ellos se involucren en un proyecto como este es muy meritorio, de igual manera es digno de repudio lo que hacen otros.

Buscar fórmulas para que lo que conceptualmente llamamos 'buena música cubana' sea lo que prime, es un imperativo para estos tiempos, y es lo que deberían hacer todos los defensores de estos géneros: trabajar con elementos que tengan ese nivel de popularidad y ese compromiso con las sonoridades nacionales…”.

La academia también tiene mucha responsabilidad en el fenómeno musical de la Cuba actual, desde allí se deben adoptar medidas para preservar y garantizar la continuidad de la melodía que ha identificado a esta tierra.

“…como mismo se estudia a los grandes de la música sinfónica universal (Mozart, Beethoven y otros), en ese mismo programa que forma en disciplina y rigor de estudio, tiene que incluirse a Arsenio Rodríguez, a la Trova, al Feeling, al Son Montuno, al Bolero y a todos los géneros legítimos de esta Isla.

Los estudiantes tienen que salir de las aulas sabiendo cómo se toca en una Charanga, en un Big Band, cómo se ejecuta un Son y toda la música cubana, hasta llegar a la actual Timba, por supuesto, porque esa es la dialéctica", puntualizó Alain Pérez.

"La academia debe fortalecer la cátedra de música en todos los niveles y hasta allí tenemos la obligación de llegar los que hoy somos referencia para los que se están formando, continuó.

Es penoso que si necesitamos grabar un Son se haga muy difícil encontrar un bongosero joven con motivaciones y conocimientos suficientes para eso, entonces tengamos que recurrir siempre a Frank “El matador” Oropesa, quien desde el nonagenario Septeto Nacional Ignacio Piñeiro defiende la sonoridad de ese instrumento".

La actualidad de la música popular cubana, en el gusto y el conocimiento de los jóvenes, es un tema que debe preocupar a todos, y en ese sentido el autor de Hablando con Juana acotó:

“...siempre hemos tenido una gran influencia del Jazz, por ejemplo, a Cuba siempre vinieron los mejores exponentes de ese género, pero Chucho Valdés que es el más grande de los jazzistas y me atrevería a decir de los músicos cubanos contemporáneos, no olvidó sus orígenes cuando fundó Irakere.

Él en cada una de sus presentaciones demuestra, magistralmente, qué somos y cómo es nuestra identidad sonora, cómo se ejecuta y cuál es la manera en que se viste para cada ocasión.

Irakere evolucionó, pero lo hizo desde las raíces e hizo una música que ha llegado al mundo, haciendo bailar al más exigente, con un lenguaje sofisticado, teniendo muy presente lo afrocubano...

Entonces, a mí sí me preocupa, y mucho, lo que está pasando en la actualidad con la música de mi país, porque es para detenernos a pensar en qué nos está faltando para llegar al gusto de los más nuevos.

¿Dónde está la clave cubana en los nuevos jazzistas de Cuba, dónde lo afrocubano, dónde las raíces?

Los jazzistas del mundo esperan de los nuestros la mezcla de sonidos, esa profundidad del lenguaje rítmico, de la síncopa y del sabor cubano.

Por supuesto, eso aderezado con toda la técnica y amplitud armónica que hay que buscar, porque debemos estar a tono con la manera en que se ha desarrollado la música en el mundo, pero hay que evolucionar desde ese tronco sólido que es la raíz".

A romper el coco es un volumen que merece una promoción intencionada en la que se producen las academias de música del país, lugares donde, de seguro, su presentación será acogida como una clase magistral, teniendo en cuenta los valores que en él se aglutinan.