Sobre las tablas del Gran Teatro de La Habana Alicia Alonso y al estilo del Teatro Lírico de Holguín, la opereta “La Viuda Alegre” en una temporada que contará con tres funciones los días 21/ 22/ 23 de febrero. Bajo la dirección general de la soprano María Dolores Rodríguez, el lírico asume una compleja y extensa pieza, estrenada en Viena en diciembre de 1905. En tres actos y con libreto en alemán de Victor Léon y Leo Stein, un amplio volumen de piezas musicales y disímiles personajes enfrentan la historia que envuelve una crítica a la sociedad de esa época. Esta vez es llevada a la escena con la expectativa de una visualidad renovada o ciertos aires de contemporaneidad de una obra que, con trama entretenida está basada en peripecias y momentos emotivos a lo que se le suma las variaciones de algunos parlamentos.

La opereta que incluye pasajes musicales como “canción de Vilia”, “Me encontrarás en el Maxim's” y el “Vals de la viuda alegre”, será interpretado por La Orquesta de Cámara junto a algunos instrumentistas invitados, que asumen el reto de acompañar los sucesos de “La Viuda Alegre”, con la música del compositor austro-húngaro Franz Lehar.

Nuevos desafíos también asoman y es que, dada la labor del director del Ballet Lírico de Holguín Alejandro Millán, la puesta se fusionará con la danza como parte de la dramaturgia, en busca de la integralidad artística, método que toman como fórmula de éxito para el teatro musical. La presencia de figuras jóvenes será otra novedad, pues asumirán personajes protagónicos que alternarán con artistas consagrados. Estos jóvenes egresados o continuantes de las aulas de la Filial de Canto en la Universidad de las Artes en Holguín, llegan para aportar frescura explorando y combinando la actuación con recursos de voces, fraseos, prolongadas o abreviadas pausas, demostrando su capacidad interpretativa y los matices de los personajes.

Experimental y cargada de posibilidades, la historia de la joven viuda, Ana de Glavary, se vuelve una encrucijada y motivo para desatar el interés y las miradas de todos.  La muchacha que primero sufrió las debilidades del amor del Conde Danilo, a quien le faltó valor para sobrepasar los talantes aristocráticos. Luego de contraer matrimonio, enviuda y el que fuera su pareja, un banquero pontenegrino, le dejó nada más y nada menos que la apreciable fortuna de 20 millones.

Esto se convierte en un problema, pues las personas influyentes del pueblo no pueden dejar escapar dicha suma monetaria, permitiendo que la viuda se vuelva a casar con algún extranjero, ya que esto sería la ruina nacional del ficticio país Pontenegro. La búsqueda de un marido coterráneo mueve la trama, y alentados por el varón Mirko Zeta, varios pontenegrinos la seducen. Sin embargo, a ella solo le interesa una antigua pasión, el conde Danilo Danilovitsch, quien jura que no se casará por la fortuna, sino por amor.

Esta y otras lecciones sobre el amor, el interés, las infidelidades conyugales y los enredos de uno u otro personaje, serán traídos a través de las voces del Teatro Lírico de Holguín y de una pieza que es considerada como un ícono o la reina de las operetas.