Mucho tiempo ha pasado desde que por primera vez se estrenara en Cuba una de las obras maestra de la danza del Romanticismo.

Envuelta en un destino de engaño y traición, la historia de amor de una muchacha campesina que sufre pues sin saber, se ha enamorado de un joven noble estando este comprometido con otra doncella, lo que hace que “Giselle” se sienta despreciada y muera; pero incluso después de la muerte, protege a su amado.

Esta importante pieza de la danza clásica, fue llevada a la escena cubana por primera vez el 14 de febrero de 1947, por la prima ballerina assoluta Alicia Alonso.  Muchas han sido las figuras principales del Ballet Nacional que la han representado a lo largo de estos 73 años. La historia de la chica que sufre un gran desamor o el personaje más famoso de todos los tiempos, ha dado la vuelta al mundo, mostrando que el amor es una fuerza poderosa.

La multipremiada coreografía, declarada Patrimonio Cultural, además de ser una de las grandes joyas del ballet, se le reconoce como la máxima expresión de la Escuela Cubana de Ballet, institución que homenajeará en coloquio el día 14, la significación del estreno en la Isla de Giselle. La jornada contará además, con la presencia de maestros, estudiantes y bailarinas que la han representado a lo largo de estos años.

Nutridas por la savia de la danza, Aurora Bosch, Martha Elena Llorente, Viengsay Valdés, Gretel Morejón, Sadaise Arencibia y otras, han vibrado con “Giselle” en la escena. Bailaron, actuaron y llenaron el espacio de un hálito inspirador para las nuevas generaciones. Inmensas danzaron en las tablas, aportando su talento y mirada o lo que es lo mismo, esculpieron el personaje llevando sus formas a Giselle.

Todo esto será objeto en el coloquio. Los aportes de cada bailarina y el nuevo rumbo que tomó el ballet de esta isla, pues Giselle pobló las tablas de un estilo único marcado por la renovación coreográfica e interpretativa, enriquecida por aspectos técnicos que actualizaron la dramaturgia de la historia, caracterizada por el modo de enfrentar el personaje que, a partir de la versión de Alicia Alonso y sin dejar de respetar el argumento, fue adoptado por algunas de las compañías importantes del mundo.

La conexión de críticos, bailarines y públicos en general alcanzó en su aceptación, el nivel máximo. Pues, aunque estemos viendo una obra en reiteradas ocasiones, nos dejamos llevar por la magia de funciones que se anuncian diferentes, incluso por las nuevas figuras que asumen el rol.