Sobre las tablas del Teatro Hubert de Blanck y durante los fines de semana de agosto,  “Romeo y Julieta” de William Shakespeare, con puesta en escena  de Fabricio Hernández.

Un amor prohibido, condenado por el conflicto histórico de dos familias. Una historia que fluctúa y toma como escenario la comedia y la tragedia. Primero, como medio para aumentar la tensión y dar relevancia argumental a personajes secundarios, luego por el uso de subtramas que desarrollan la historia.

Aunque la obra forma parte de una larga tradición de romances trágicos que se remontan a la antigüedad, al decir de literatos, el argumento está basado en un cuento italiano de Mateo Bandello, luego realizado por Arthur Brooke y Shakespeare adaptó, varios elementos de estas piezas, creando nuevos personajes secundarios. Otros advierten que se inspiró en un relato de origen mitológico de la Antigua Grecia, “Píramo y Tisbe”. El mismo cuenta el amor prohibido que acaba en el suicidio de los amantes.

Esta es una pieza advertida por diversos críticos como una de las más representativas de este escritor, la más difundida, popular, y con cuantiosas versiones y montajes en diferentes lenguas.

Shakespeare, aunque de procedencia humilde, ascendió socialmente gracias a sus trabajos. “Romeo y Julieta”, fue su primer gran éxito ante el público y la crítica. Otras como Hamlet, Macbeth, Otelo y El rey Lear, pues ascienden a 38 las piezas teatrales, con diferentes abordajes; comedias, tragedias y enfoques históricos, asoman con igual o menos éxito.

Grande es la variedad de puntos neurálgicos tocados en este drama, que resume un período y reúne costumbres, agudeza, pureza de sentimientos y algo de fantasía. Por esta mezcla de elementos, el drama fascinó a los románticos, incluso en sus notas trágicas más elevadas, donde de los caracteres de cada personaje, brota una debida y fortuita combinación de circunstancias externas, y la visión de los enamorados es fatal y relampagueante historia de amor, consumida en su propia belleza.

Romeo y Julieta, forma ya parte de las piezas clásicas  que asume la compañía, en medida algo experimental, y se inserta  dentro de las obras vanguardista que asume. La compañía  Hubert de Blanck, llevará sobre las tablas una atractiva propuesta. Una pieza con toques de  contemporaneidad, rica en metáforas, en la cual encontraremos la influencia de conceptos y andares cotidianos. Pero el efectismo, en lugar de ser una amena decoración, suma a lo que se cuenta,  la angustia,  el amor, encuentros,  desencuentros, y la muerte.