Del dramaturgo y director teatral Eugenio Hernández Espinosa, figura representativa de la escena cubana contemporánea y en versión libre de Pablo Guevara, Muñeca Rota.

En Jornada de celebración y colateral a la Feria Internacional del Libro, espacio dedicado este año a Hernández Espinosa, Premio Nacional de Teatro 2005, la Sala Adolfo Llauradó del Centro Cultural Vicente Revuelta pone en escena un unipersonal con la actuación de Monse Duany.

En María Antonia, original de Espinosa, llevada a las tablas como Muñeca Rota se usan fragmentos coreográficos de videos de la cantante Celeste Mendoza y de la película Son o no son, bailada por Sonia Calero, por lo que con la puesta rinde también homenaje a ambas personalidades.

La historia de una mujer que ha matado a el amor de su vida, sus reflexiones y la espera, se suma al hacer de piezas como Calixta Comité (1980), Mi socio Manolo (1971), entre otras que con  gran tino escribió el  premio Casa de las Américas (1977), para contar historias a partir del impacto que le causara diferentes personajes, así como su dramaturgia también ha quedado recogida como coguionista en diversos libretos llevados al cine, muestra de su interés en representar la realidad cubana.

Sobre este autor se ha dicho:

Espinosa se ha caracterizado por la búsqueda de un teatro inspirado en la vida popular y las tradiciones de la cultura sincrética, especialmente en la influencia Yorubá. En su prolífica producción se aprecian dos vertientes temáticas: la asunción de lo popular sin prejuicios clasistas y otra en las que la mitología de origen Yorubá ocupa un primer plano.

En Muñeca Rota, María Antonieta es un personaje con un carácter complejo, en el que la actriz ha procurado atrapar su esencia y necesidades, llevándola a las tablas a través de una actuación, que transmite serenidad, pero también la desmesura del personaje.

María Antonia instaura un diálogo consigo misma y otras veces con el público, en tanto la actuación de Monse logra un muy buen papel confiriendo al personaje, toda la fuerza demandada por su creador. En donde los giros dramáticos vienen de la mano del equilibrio, por lo que deja que presenciemos en primera persona todo lo que ocurre en el seno de esta mujer, manteniendo la atención del espectador en todo momento y haciendo que se disfrute de la puesta en escena.

El nuevo texto muestra cómo adentrarse y disponer de un clásico descubriendo interesantes aristas. Una obra que está construida de un modo dinámico, mostrando una pieza de teatro intensa y que mantiene un ritmo ágil durante todo su desarrollo, pues se trata del estilo de otro de los más reputados escritores cubanos. Y así, volviendo conscientemente desde una poética dramatúrgica a la obra que le dio origen, Muñeca Rota demuestra la vigencia de este clásico, con una figuración escénica y argumento discursivo teatral preciso.