Portal Cubarte - Viviendo el Jazz Plaza 2022

Carlos Sarduy.

El reloj marcaba las 5 de la tarde del día 19 de enero de 2022; y en alguna parte de mi cerebro, sonaban unas notas jazzeadas. Salí a la calle, otra vez con intereses en conflicto; pero mis pasos terminan llevándome nuevamente al Teatro Nacional de Cuba, principal sede del Jazz Plaza 2022.

Llegaba con la ilusión de saldar una deuda del festival Jazz Plaza 2020. Si bien en esa ocasión pude disfrutar de la música de Carlos Sarduy en el ambiente informal del Pabellón Cuba, y luego en el Teatro Martí como parte del proyecto El Comité; quedé con ganas de escucharle en un teatro, haciendo su música íntegramente.

Carlos Sarduy.

Carlos Sarduy es un trompetista, percusionista, compositor, arreglista y productor cubano radicado en Barcelona, España (desde hace varios años); cuya carrera ascendente comienza en el 2001; al ganar el Primer premio JoJazz en la categoría Menores (en modo compartido con la agrupación vocal femenina Sexto Sentido). Ostenta un amplio palmarés, donde registra trabajos con Chucho Valdés, Esperanza Spalding, Germán Velazco y Ojos de Brujo (por solo citar a unos pocos).

Carlos Sarduy.

Como se ha hecho costumbre en las presentaciones en solitario de este artista, anunciaba su participación junto a su proyecto The Groove Messengers, integrados esta vez por Rolando Luna (piano), Gastón Joya (bajo eléctrico y contrabajo), Oliver Valdés (batería), José Ángel Blanco “WAD Pro” (congas y percusión electrónica) y Michel Herrera (saxofón alto).

Carlos Sarduy & The Groove Messengers.

Rolando Luna.

Gastón Joya.

Oliver Valdés.

Jose Angel Blanco “WAD Pro”.

Michel Herrera.

Poco después de las 6 de la tarde, en la Sala Covarrubias sonaban los primeros acordes de Miles, obra con la cual Carlos Sarduy rinde tributo al trompetista estadounidense Miles Davis. Ese preámbulo desencadenaría un carrusel de emociones (durante alrededor de 90 minutos), combinando las excelentes improvisaciones de cada uno de los instrumentistas a lo largo del concierto.

Un atisbo de su disco Luz, del año 2019, llegó con la pieza Moçambique; mientras que, al regalar Carlitos Swing; hacía referencia al CD So what?, publicado por el proyecto El Comité en el año 2019. En este último tema, tuvo como invitada a Brenda Navarrete como vocalista.

Carlos Sarduy, Gastón Joya y Brenda Navarrete.

Otras dos piezas de su autoría (Juega y Jazz Plaza), continuaron subiendo la temperatura de la sala. Sin embargo, reservó Feeling como tema de cierre; esta vez contando con el apoyo en los tambores batá de Adonis Panter Calderón (de Osaín del Monte) y Ramón Ocaranza “Moncho” e Israel Borrero Artiles “Tito” (ambos integrantes de Clave y Guaguancó). En el propio tema, Brenda Navarrete fue convidada nuevamente a escena, para completar la fiesta musical.

José Ángel Blanco “WAD Pro”, Adonis Panter Calderón, Israel Borrero Artiles “Tito” y Ramón Ocaranza “Moncho”.

Público grabando el concierto con su celular.

Luego de disfrutar de la contagiosa pieza compuesta por Carlos Sarduy, los músicos (entre aplausos) saludaron al público; complacido sobremanera con el concierto.

Carlos Sarduy & The Groove Messengers e invitados.

Luego de algunos saludos y la habitual jornada de visita a los stands de venta de discos, volví a la noche habanera; para retornar un poco más tarde al jazz, esta vez desde la Sala Avellaneda del propio teatro.

Al llegar a la sala Avellaneda, dos pianos Stenway & Sons, contrapuestos, adornaban el centro del escenario. El público allí reunido esperaba impaciente el inicio, esperando disfrutar de uno de los artistas que ha generado mayores titulares en la presente edición del Jazz Plaza: el artista congolés Ray Lema.

Ray Lema.

Pocos minutos después de las 9 de la noche, las luces del teatro y la voz del locutor anunciaban el comienzo de la jornada. Desde un lateral salieron Ray Lema y el francés Laurent de Wilde, protagonistas de lo que sucedería a continuación.

Ray Lema y Laurent de Wilde.

Lema y de Wilde, llegaron para dejar testimonio de un trabajo que comenzaron a hacer de conjunto en el año 2016, cuando decidieron unir sus talentos (tanto en la composición como en presentaciones en vivo). Aunque los orígenes e influencias musicales de ambos son muy diferentes, se han aportado significativamente uno a otro, creando un producto sólido.

De esa fusión han salido dos álbumes, Riddles (del año 2016) y Wheels (del año 2021).

Ray Lema y Laurent de Wilde.

Como dato curioso cabe señalar, que ese segundo disco, fue grabado empleando dos pianos Stenway, ensamblados con más de un siglo de diferencia. Aprovechando la invitación al Jazz Plaza 2020, decidieron presentar ese material en La Habana.

Este trabajo minimalista (como han hecho en otros escenarios del mundo), permitió a los asistentes, flotar a través de todas las atmósferas propuestas por los pianistas.

Ray Lema y Laurent de Wilde.

Iniciaron el viaje con referencias etíopes en la pieza Abyssinight, seguidos por Humans come first (donde se respiran aires nigerianos). Por su parte, la pieza Wheels los acercó al Congo.

Un momento especial de la velada, llego con la interpretación de Fantani, única obra en el programa, extraída del disco Riddles. La pieza es una suerte de homenaje, a la desaparecida cantante y compositora maliense Fantani Touré.

Para conseguir un sonido cercano al de la kora (instrumento de cuerda muy utilizado en África occidental); en esa obra, Laurent de Wilde transformó ingeniosa y convenientemente, las cuerdas de su piano (empleando, y valga la redundancia, fragmentos de cuerdas tradicionales).

Laurent de Wilde.

Para el cierre, escogieron la gustada obra Poulet bicyclette (también del disco Wheels); que al igual que las anteriores, lleva la firma de ambos artistas.

Justo entonces, se abrazaron los dos protagonistas frente a sus pianos, ante un auditorio, que merecidamente los ovacionó puestos de pie. Con seguridad, todos los presentes albergarán para siempre en su memoria, la magia de esas interpretaciones.

Ray Lema y Laurent de Wilde.

La segunda parte de la noche, estaba reservada al saxofonista estadounidense Donald Harrison (conocido como Big Chief Donald Harrison) junto a la Joven Jazz band que dirige el maestro Joaquín Betancourt, Premio Nacional de Música en el año 2019.

Joven Jazz Band dirigida por Joaquín Betancourt (varias fotos de integrantes, solistas y diferentes momentos).

Lamentablemente, el visitante no pudo viajar a La Habana (como estaba previsto); pero el maestro Betancourt y sus muchachos no se amilanaron, y se propusieron disfrutar la noche.

Para comenzar, escogieron la conocida (y frecuentemente interpretada también por agrupaciones Jazz Band), Tin Tin Deo; original del cubano Chano Pozo y del estadounidense Gil Fuller. Con esta interpretación, recordaban al recién desaparecido músico cubano José Miguel Greco, intérprete también de la obra, que puede disfrutarse en el disco La leyenda del latín jazz, del año 2012. En la ejecución de esta noche, destacó el trabajo de la trompeta, el trombón, el saxofón y las pailas.

Joven Jazz Band dirigida por Joaquín Betancourt (varias fotos de integrantes, solistas y diferentes momentos).

Aunque Henderson no pudo llegar, envió el arreglo hecho por Todd Bashore, de la obra Iko Iko; muy representativa de su natal New Orleans. Para su ejecución, Jorge Sergio Ramírez, director asistente de la agrupación, asumió el mando de su interpretación.

Minutos más tarde, regresó a escena el maestro Joaquín Betancourt, para dirigir una obra de su autoría, titulada Yemaya asesu; que formará parte del próximo disco de la Joven Jazz Band. En la misma, hubo destaque para la guitarra eléctrica y la trompeta.

Joven Jazz Band dirigida por Joaquín Betancourt (varias fotos de integrantes, solistas y diferentes momentos).

Nuevamente quedó el director asistente a cargo de la Joven Jazz Band, para interpretar el arreglo realizado por el pianista, compositor cubano Hilario Durán; de Bebo, pieza original de Jesús “Chucho” Valdés (que aparece en su disco Border-free del año 2013). En la misma, jugaron un papel fundamental los instrumentos de la sección de percusión, así como el saxofón alto, el fiscorno, la batería y el piano.

Joven Jazz Band dirigida por Joaquín Betancourt (varias fotos de integrantes, solistas y diferentes momentos).

Para terminar la noche, Joaquín Betancourt presentó a sus músicos, y dejó todo listo para interpretar un tema de su autoría titulado Cocinando con manteca; el cual contiene una clara alusión al conocido estándar Manteca, original de Chano Pozo y del estadounidense Dizzie Gillespie. En esta ocasión, fue loable el trabajo de la percusión menor, congas y pailas, así como de las interpretaciones solistas de trombón, saxofón barítono y fiscorno.

De esta forma, la Joven Jazz Band cerraba las imaginarias cortinas de la segunda noche del Jazz Plaza 2022, dejando muy satisfechos a los asistentes, con la energía y felicidad, que desbordaron sus instrumentos.