El resumen de este artículo pudiera ser un párrafo al estilo de: Fotos particulares de afamados artistas que salen a la luz en contra de su voluntad, una macro firma como Sony que ve penetrada y, obviamente, interrumpidas sus defensas informáticas. Ataques a países y a cuentas bancarias, mientras que personas comunes y corrientes también fueron los destinatarios, públicos o anónimos, cuyas vulnerabilidades se convirtieron en noticia diaria de la prensa especializada en las nuevas tecnologías durante el 2014 recién finalizado; y con proyecciones para el 2015, si se quiere, todavía peores.

A fines de noviembre, José Bidot, director de Segurmática, empresa cubana especializada en temas de seguridad informática, alertaba sobre la situación mundial con más de 315 mil amenazas diarias, 270 millones de infecciones web al mes y 160 millones de ataques a redes que pudieron ser bloqueados, también en el plazo de 30 días. Mientras que McAfee, conocida internacionalmente por sus productos antivirus, le ponía guarismos monetarios a estas amenazas y expresaba en su informe, que solo la falsificación y la piratería, han costado a las empresas hasta 638 mil millones de dólares al año.

Súmese al panorama, un año de amenazas y ataques reales a países en general o a instituciones gubernamentales seleccionadas, que llevaron, entre otros, a que el presidente ruso Vladimir Putin alertara sobre la necesidad de que ese gigante euro-asiático, debiera crear su propia red, la cual permita desconectar al país de la Internet, digamos internacional, ante situaciones especiales o conflictos militares.

Con estos datos, viene a la mente la confirmación del pronóstico que hiciéramos en el artículo inicial del pasado año, “2014: Conectividad omnipresente, seguridad cuestionada”, pues es precisamente esa necesaria seguridad, la que ha estado en la picota pública todos y cada uno de estos 365 días que recién concluyeron.

Para 2015, como es habitual, empresas y personalidades del sector tecnológico aprovecharon para lanzar sus pronósticos. Escogimos los anuncios expuestos en el Gartner Symposium/ITxpo 2014, celebrado el pasado octubre, donde entre otros se exponen: el crecimiento inconmensurable de la tecnología móvil, imprescindible para sostener la llamada Internet de las cosas (IoT); la impresión 3D, donde ya se hicieron pruebas para producir alimentos (muy bueno), partes humanas (mejor) y armamento (no podían faltar).

Gartner continúa su pronóstico con el desarrollo de máquinas más inteligentes; con la llamada “nube” o, de forma sencilla, aquel espacio externo a nuestros equipos, donde podremos almacenar, descargar y utilizar toda la gama de programas y datos necesarios para nuestro cotidiano vivir. El cierre obvio para estos pronósticos, es la analítica avanzada, como resultado de tanta avalancha de información y ligada al big data, otra expresión que ya va formando parte de nuestras vidas.

Lo interesante es que, ante predicciones tan llamativas sobre nuestro cercano futuro tecnológico, también vuelven a aparecer las amenazas y, cosa nada casual, son precisamente estos desarrollos que nos llegarán o se fortalecerán en 2015: Internet de las cosas, la información en la nube y los dispositivos móviles, los que otras instituciones de prestigio internacional, ubican como los “tiros al blanco” destinatarios de las grandes amenazas.

Me gustaría haber llamado la atención sobre un futuro menos peligroso, pero trataré de paliarlo recordando que el profundo conocimiento de estos escenarios y sus implicaciones, así como la prevención, serán las únicas medicinas capaces de ayudarnos, pues no queda ni un ápice de duda que, no obstante las nubes negras del horizonte, estamos obligados a mantenernos y, si se quiere, entrar más profundamente en este mundo imprescindible para el trasegar de nuestra vida más cotidiana.

Al igual que en otros artículos, no puedo pasar por alto la situación cubana en este sector. Terminamos el 2014 con algunos avances en telefonía, aunque distamos todavía de la satisfacción. Sobre todo en diciembre, se sobrepasó una barrera, la de la información pública aparecida en todos los medios de prensa que, si bien no es una solución, abre el buen camino de que al menos las necesarias explicaciones no se hagan esperar.

Siguiendo con el patio, el panorama informático-comunicacional puede hacerse promisorio y realmente muy complejo, luego de los recientes cambios anunciados en el terreno diplomático. Algunas previsiones, de antiguo ubicadas en la lejanía, como es el caso de las licencias de explotación de sistemas y aplicaciones propietarias, obligarán a cambios de conceptos en un ritmo mucho más acelerado. Asimismo, considero que la frase “migración a plataformas abiertas”, siempre “dejado para después” en los corrillos tecnológicos, aparecerá con más fuerza en el hablar cotidiano del país, tanto de directivos, como de especialistas o simples usuarios de las nuevas tecnologías de la información y las comunicaciones.

Tomando prestada la frase: “Así las cosas”… Muchas felicidades.