Benny Moré no necesitaba buscar contratos en el exterior, en Cuba lo reclamaban en todos los pueblos y ciudades. Además, no le gustaba montar en avión. En su última etapa le ofrecían una invitación al teatro Olympia de Paris, había dudado mucho aceptar la invitación: “Yo no montaré en avión una sola vez más en mi vida. A mí no se me ha perdido nada en el aire. Ya yo he tenido varios accidentes de avión, mi hermano, y no quiero probar la suerte de nuevo. Aunque nunca se sabe cuándo va a llegar la muerte y decirle a uno”.

A pesar de todo, Benny Moré viajó por diferentes países de nuestro continente, para las giras internacionales se asesoraba del empresario Tito Garrote quien se encargaba de llevar y traer las luminarias de la música internacional.

El costo por las presentaciones con la orquesta o sin ella iba desde cinco mil dólares y podía ascender hasta veinte mil, según la extensión de la gira, el evento, las ciudades por visitar y la época del año.

Panamá: En 1947 el Benny fue contratado para actuar catorce días en los carnavales de la ciudad de Colón, de ese país, lo acompañó la orquesta Ideal de Alarcón y tocaron en el toldo La Cocaleca. Cobró mil balboas, equivalente en dólares.

Nuevamente fue contratado el 24 de abril de 1950, en esa ocasión Benny asistió con Dámaso Pérez Prado, quien actuó como pianista de la orquesta Ideal. Tocaron con gran afluencia de público las cuatro noches de carnaval. Además, grabaron la cumbia Qué te parece cholito de Ulpiano Herrera.

En una de las actuaciones, el Benny llegó tarde y le dijo al empresario: “He quedado mal, pero déjeme cantar unos números”. Ya mucho público se había marchado y cuando comenzó a cantó el público enloqueció; había que ver la forma delirante en que lo aplaudía. Los dueños no tomaron represalias y no le descontaron nada. Benny era un ídolo en Panamá, ya era el más grande. Cada vez que visitaba Panamá no dejaba de ir a Colón.

La tercera visita se efectuó el 4 de febrero de 1953, hizo cuatro presentaciones. La cuarta visita la realizó en 1954. Ya había fundado su Banda Gigante en La Habana, por eso viajaba con su pianista estrella Eduardo Cabrera, Cabrerita. Sus presentaciones se anunciaron a páginas enteras y con grandes titulares. Cantó en el toldo El Bohío con la orquesta La Perfecta, de Armando Boza.

La quinta visita fue en 1955. Nuevamente lo acompañó su pianista Eduardo Cabrera, junto a la orquesta La Perfecta. También se presentó en cines-teatros de Panamá, Colón y David, provincia de Chiriqui, cerca de Costa Rica.

La sexta visita fue en 1958 y tuvo características especiales, porque Benny vino con la Banda Gigante. Llegaron la semana anterior a los carnavales, y participaron en la inauguración del toldo Viceroy. La semana siguiente se trasladaron a La Arena de Colón, donde amenizaron un baile.

Se cuenta que en esa ocasión hubo un incendio, a consecuencia de un corto circuito, en el humilde barrio de San Miguel, ubicado muy cerca de donde se celebraba el fastuoso espectáculo. Mientras cantaba, Benny quedó impresionado con el siniestro, por lo que comenzó a improvisar durante media hora, aludiendo a la precaria situación económica de los habitantes del barrio. Había confraternizado con sus residentes en sus presentaciones anteriores en los bailes populares. El incendio devastó varias cuadras de casas de madera, las cuales había sido construidas con propósitos transitorios para extranjeros que trabajaban en la fabricación del canal. Todos los presentes y los oyentes de la trasmisión por la radio, quedaron impresionados de la capacidad de improvisación del cantante cubano. Los damnificados no olvidaron aquel momentoen el que el Benny les dedicó su presentación.

Todo parece indicar que en este viaje Benny fue acompañado por el cantante Fernando Álvarez, que ya era solista independiente, aunque posiblemente haya asistido como invitado, porque allí era muy apreciado.

Después del espectacular cierre en el carnavalito, Benny y Fernando le pidieron a Roberto Faz que los acompañara con su conjunto que venía desde los carnavales de Caracas. Benny puso dos condiciones: que estuviera presente Fernando Álvarez y que Faz aceptara reforzar su conjunto con dos saxofonistas panameños. Se presentaron en el Club Nocturno Happyland y ofrecieron un baile en el toldo Viceroy. Benny se percató que después de las fiestas anteriores las personas se habían quedado sin dinero; entonces llamó al empresario Cholo Moi y le dijo: «Arréglate con Faz y con Fernando, por mí no te preocupes». «El Benny era de pueblo y por eso comprendió la situación, sabía que los empresarios no iban a salir bien en ese fin de semana y fue muy comprensivo, así dijo el empresario. Esta era el Benny, el recordado Benny».

Es en esta visita en la que Rubén Blades vio cantar al Benny en Panamá. Al escritor Leonardo Padura Fuentes le contó esta anécdota: «Yo recuerdo cuando mi padre me llevó a ver a Benny Moré, lo hizo como quien va a ver la Caja del Seguro Social o el edificio más alto del mundo, porque el Benny era inalcanzable».

Venezuela: Según datos de la periodista Lil Rodríguez, las visitas del Benny estuvieron vinculadas a los carnavales, donde las bandas cubanas eran el plato principal. Su primera visita, la hizo sin orquesta, entre marzo y abril de 1953, año en que se funda su orquesta. En esta ocasión también asistieron Los Guaracheros de Oriente.

Vuelve en enero de 1956 con su Banda Gigante, se presentaron en el Show de las Doce en Radio Caracas Televisión y se alojaron en el hotel El Comercio.

En febrero de 1957 fue contratado por un exboxeador de Puerto Rico que residía en Caracas, que no cumplió el compromiso pactado en el contrato y esto provocó una reyerta, resultando ambos fueron detenidos, pero un cantante venezolano, muy amigo de Cuba y Secretario General del Sindicato de Músicos de Venezuela, junto al cubano Bola de Nieve, lograron la libertad del Benny y el pago correspondiente del boxeador empresario.

Benny no volvió a Venezuela, pero mantuvo su relación de efecto con ese pueblo. De hecho, su esposa Noraida Rodríguez después de la muerte del lajero, fue a residir a Caracas  con sus dos hijos. Posteriormente ella se casó con un actor venezolano, con quien tuvo descendencia.  

Colombia (1955): Benny arribó el 4 de agosto de 1955 a la capital de Antioquia, Colombia, única vez que visitara ese país, donde se presentarse con su orquesta. Pasó también por Cartagena y Medellín. Retornó a Panamá, después de las presentaciones en Medellín, pasando por Cali, porque la ruta del avión para seguir rumbo a Panamá, así lo precisaba.

Perú (1958): Benny llega a Lima el 10 de junio de 1958, procedente de Cali, Colombia, debutó el 13 de julio en el auditorio de Radio La Crónica de Lima, con una orquesta de dieciocho músicos y tres coristas, bajo la dirección de Armando Boza. Se dice que hubo que recurrir a la policía para controlar el entusiasmo del público. Los aplausos eran extensísimos y las personas lo cargaron.

Haití (1955-1956): En Haití tocaron en un cabaret de un hotel de una cadena importante, posiblemente Hilton o Riviera. También lo hicieron en un salón de baile de una sociedad de la aristocracia.

Estados Unidos: Benny viajó cinco veces a Estados Unidos, de ellas tres con su propia orquesta, en las restantes ocasiones lo hizo solo. Las visitas del Bárbaro a la Babel de Hierro fueron desde 1956 hasta 1960, año tras año. En los años 1956, 1958 y 1960 lo hizo acompañado de la Banda Gigante.

Puerto Rico: Sobre la visita del Benny a Puerto Rico, al igual que a Haití, es donde menos informaciones existen. Senobio Faget, que seguramente tiene precisiones de la visita del Benny a Puerto Rico, sitúa al lajero en esta Isla en 1954 y allí lo acompaña Cortijo y su Combo, al parecer, en la misma temporada en que visitó Estados Unidos.

Para finalizar, Sergio Santana desde Medellín reconoce que Benny estuvo en Puerto Rico, «sí estuvo en Puerto Rico, algunos divagan sobre el tema, pero debes mirar en mi libro las fotos, ahí está con Maelo y Cortijo, hay hasta un aviso de prensa, mira bien y saca tus conclusiones (...)».

Por su parte, Senobio Faget estuvo investigando la fecha exacta en que Benny estuvo en República Dominicana y conoció del testimonio de Johnny Ventura quien fue testigo de esa visita.

Esta es la saga internacional del Benny Moré, su voz continúa paseándose por todo el continente, muchas victrolas ya no suenan, pero la radio programa los discos de acetato o los digitales porque él es inmortal.