Campanas de Timbalaye por el legado de los barrios


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El proyecto Timbalaye, Promotor Internacional de la Cultura Cubana, como acción prístina del recién comenzado 2024 y en dedicación al 505 aniversario de la fundación de la Villa de San Cristóbal de La Habana, llamó al cuidado del patrimonio de los barrios. El llamado, en voz de Ulises Mora, presidente de ese proyecto, aconteció en el XI Coloquio Cromos y Transparencias, realizado en el Centro Cultural Quintín Bandera el pasado 6 de enero con motivo del Día de la ruta de las personas esclavizadas y el de la Identidad Cultural Cubana.

Ulises, desde ese centro, enclavado en el popular Barrio de Jesús María en La Habana Vieja, propuso la creación de un comité en defensa de la memoria de los barrios, fuente nutricia de la investigación científica de sociólogos, antropólogos y estudiosos, “¿por qué no podemos defender todo eso?... vamos a vivir existiendo en los barrios; Timbalaye se compromete a la realización de actividades para recaudar fondos para estos, lo haremos aquí; en el Barrio de Jesús María, le entregaremos el vestuario a la comparsa La Jardinera, se lo merecen”, dijo.

El coloquio, actividad temprana del intenso programa para el año en curso, reunió al Dr. Miguel Barnet, recién investido con el Premio Nacional de Patrimonio por la Obra de la Vida; el historiador Rolando Julio Rensoli, director del Centro Cultural Quintín Bandera; el rumbero y portador de tradiciones Juan Campos Cárdenas, “Chan” y, el propio Ulises. Fue organizado por el proyecto con la ayuda del Ministerio de Cultura, la Dirección Provincial de Cultura (DPC) de La Habana, el Consejo Nacional de Casas de Cultura, entre otras dependencias culturales. 

Vasta la intervención de Barnet, el autor de una obra imprescindible de la literatura cubana, Biografía de un cimarrón y defensor a ultranza del amplio espectro del legado africano y su consecuencia en la formación de nuestra identidad. “En toda mi vida mi obsesión ha sido  este país, tratar de comprender sus esencias mestizas”, dijo.

Él, blanco, nacido en pleno Vedado habanero, se acercó desde niño a los solares y quedó prendado con los sonidos de los tambores yoruba e iyesá, con las danzas acompañantes, los cantos lucumí y todo ese riquísimo cosmos de la religión africana y su transculturación – que germinó en lo que somos hoy—, a la que ha dedicado su vida y  debe su conocimiento en gran medida a su maestro, el sabio cubano Don Fernando Ortiz.

El barrio de Jesús María y José, nombre original de lo que fue otrora El Manglar y que hemos llamado por largo tiempo Jesús María, no es solo famoso por su folclor, sus rumberos, plantes de abakuá, sus personajes ilustres y populares como Amalia Batista, a quien debemos el gentilicio de “amalianos” para todo el que nació en esa porción de tierra habanera, sino, porque también fue suelo de patriotas y de nuestro más reciente movimiento insurreccional; fue en la calle Factoría 62, una ciudadela, donde Fidel fundó el Movimiento 26 de Julio.

De estos pormenores y otros más, se refirió Rolando Julio Rensoli, quien es, además, director del Observatorio Color Cubano. Supo conducirnos, con ese amor que profesa por la historia, particularmente la de La Habana, por ese valor y significado que tienen los barrios y que debemos salvaguardar para la autenticidad del presente y del futuro, frente a una ola colonizadora cultural y depredadora de lo autóctono. Enfatizó también, sobre todo, en la figura de Quintín Bandera.

Con un canto rumbero y patriótico, Juan Campos Cárdenas, “Chan”, nos recordaba nuestras gestas independentistas a golpe de la clave rumbera tocada por las manos de los presentes, porque aquí el que no tiene de congo, tiene de carabalí. 

En el encuentro se entregó condición de la memoria Mambisa al Centro Cultural Quintín Bandera, adjunto al Centro Provincial de Patrimonio de La Habana, “nos queda un compromiso con la memoria”, señaló Rensoli acerca de esta casa museo donada por los familiares del extinto combatiente y restaurada con el concurso de los órganos del gobierno de la capital y el municipio La Habana Vieja, la Oficina del Historiador de la Ciudad junto a las autoridades de cultura del territorio. Igualmente, se concedió un reconocimiento a Chan.

Grupos portadores de tradiciones escenificaron toques de tambores batá con Elegguá al frente, deidad yoruba que abrió los caminos hasta la Casa de la Cultura Julián del Casal, donde se entregó la Beca Timbalaye 2023 a la agrupación Rumberos de Mayabeque.

Timbalaye se propone trabajar este año, desde su slogan Viviendo en los barrios, la línea de los cabildos de nación.

A la actividad asistieron también Lidia Batista Caballero, directora del Centro Provincial de Patrimonio de La Habana; autoridades del gobierno y el partido de La Habana Vieja y público en general.

Fotos: Cortesía del autor 


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