Un armonioso coro gráfico se hace sentir por esos días en la capitalina Casa del Alba Cultural. Es un canto épico, con líneas y colores para evocar al Che, el “muerto más vivo del mundo”.
La exposición de carteles fue inaugurada en la tarde del 15 de junio con motivo de los homenajes en el mundo por los 90 cumpleaños del Guerrillero Heroico, y durante el Espacio Audiovisual Tricontinental, convocado por la Organización de Solidaridad de los Pueblos de África, Asia y América Latina (OSPAAAL). A la velada concurrió una nutrida representación del cuerpo diplomático acreditado en Cuba.
Como presentación a Che por siempre, el periodista Santiago Rony Feliú Miranda, en representación de la OSPAAAL, ofreció una panorámica de la presencia del Che en las portadas de la revista Tricontinental. "Acabamos de publicar en abril el número 184 y en 21 de ellos la imagen del Che ha sido portada, es decir el tema principal. En otras ediciones también se ha abordado la impronta de ese hombre excepcional al que Tricontinental está relacionada desde sus orígenes". (1)
Algunas de estos diseños se exponen ahora como afiches. Son creaciones de los diseñadores cubanos Eladio Rivadulla Pérez, Jesús Forjáns Boade, Lázaro Abreu Padrón, Alfredo G. Rostgaard, Rafael Enriquez Vega, Rafael Morante Boyerizo, Olivio Martínez Viera y Tomas Rodriguez (Tomy). Salidos del ingenio y una impronta de propaganda gráfica que hizo escuela y forman parte ya del imaginario visual de la Isla.
Desde su surgimiento, por acuerdo de la Primera Conferencia Tricontinental que sesionó en La Habana en enero de 1966, la OSPAAAL ha sustentado su labor solidaria a través de la gráfica política. Los expuestos aquí se corresponden en su mayoría a la que el estudioso de este tema, Reinaldo Morales Campos, ha definido (2) como segunda etapa de la cartelista de la Tricontinental (1970- 1989). En esta etapa preponderó el empleo de la impresión offset o cuatricomía, permitiendo efectos formales impedidos con la técnica de la serigrafía.
La tercera etapa está representada por un diseño de Rivadulla, impreso en serigrafía, en el que una secuencia vertical de estrellas simboliza la multiplicidad de su ejemplar conducta. La otra, es bien conocida por su amplia reproducción por las organizaciones juveniles, es la metáfora de Tomy, construida como historieta, donde un joven se quita la camiseta y el Che permanece en su pecho.
En Che por siempre se extrañan otros carteles emblemáticos de la colección de la OSPAAAL y diseñados por estos mismos artistas. Uno, el único cartel impreso por la OSPAAAL antes de ocurrir su muerte, con la concepción artística de Alfredo Rostgaard y la realización grafica de Lázaro Abreu Padrón, conformado con tres fotos tomadas durante su misión internacionalista en el Congo y la conocida consigna: “Crear dos, tres... muchos Viet Nam”, en los idiomas español, inglés y francés. También, el popular Che de la selva de Rafael Morante Boyerizo, y el celebrado Che de la sonrisa, de Rafael Enríquez Vega.
Los otros, hasta completar los 19 versos, llevan además el sello de la solidaridad con la Isla. Son creaciones de seis diseñadores brasileños, de varias generaciones, pertenecientes a GRAFAR (Grafistas Associados do Rio Grande do Sul) que respondieron al llamado de la Asociación Cultural José Martí/RS, el Colectivo de Periodistas Brasileños Amigos de Cuba/RS y la OSPAAAL para viabilizar un proyecto compartido de ideas y motivaciones solidarias.
Según nos informaron desde la página de la Asociación Cultural José Martí/RS (3), la idea surge con el propósito de rendirle homenaje a nuestro Che, como “un héroe de su dimensión continental merece”, a raíz de los “50 años de su entrada a la inmortalidad, en tierras bolivianas”, “luchando por una América mejor para todos”. La pretensión fue iniciarla el 9 de octubre del 2017 y extenderlo hasta el 14 de junio, cuando “Ernesto Guevara de la Serna, nuestro Che, cumpliría 90 años de existencia física”, aunque de hecho como alude esta exposición, hasta siempre, lo “mantendremos vivo y combativo por las causas revolucionarias de estos tiempos”.
Convencidos de que “un mundo mejor es posible”, se entusiasmaron junto a las organizaciones solidarias con Cuba, los creadores Santiago, Eugênio, Doro, Uberti, Hals, Rubén y Vecente. “Fueron meses de intenso trabajo creativo, del que resultaron estas obras” que representan a un Che vivo y batallando junto a los pueblos explotados de África, Asia y América Latina. Como “verdaderos Guevarianos”, sus diseños proponen un arte distinto al complaciente y alienante, concebido por el capitalismo y que el Che tanto combatió.
Che por siempre es la demostración de que se puede asumir el homenaje a la figura y el legado del Che, con disimiles soluciones formales, alusiones simbólicas y metáforas visuales, como genuinas expresiones artísticas e intenciones comunicativas. Unos diseños son recreaciones de conocidas fotografías testimoniales del héroe, la de Korda se emplea en 7 de los 19 posters, otras se apropian de pinturas o son en sí mismo dibujos o caricaturas, como las de Santiago y Vecente. La menos, recurren solo a la tipografía, completadas con símbolos.
Resulta, además, esta binacional muestra un contrapunteo solidario entre el Caribe isleño y Suramérica, entre las más conocidas facturas cubanas y las novedosas ―por el uso de las tecnologías digitales― de los diseñadores de Río Grande del Sur, en los que no es difícil percibir un previo estudio de la cartelista caribeña. Resultando un poema nuestroamericano, mestizo culturalmente como el Che sembrado en Bolivia y reproducido en los más oscuros confines del planeta. De ahí, la feliz iniciativa curatorial de intercalarlos y colocar el Che-arcoiris de Rostgaard al lado del macizo Che-cumbre firmado por Juska.
Merecido homenaje para un símbolo que aun sigue dando guerra.
Notas:
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