El amor no ha alcanzado para la actual telenovela cubana


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Telenovela cubana Cuando el amor no alcanza

Muy loable que la Televisión Cubana estrene en su programación de verano una novela de factura nacional. Cuando el amor no alcanza, dirigida por Jorge Alfonso Padilla, con guión de Maite Vera, Consuelo Ramírez y el propio Padilla, ha ocupado el horario estelar de la telenovela en la frecuencia de martes, jueves y sábados. A pesar de todos los inconvenientes que tuvo la producción de Cuando el amor no alcanza, al tener que filmar en exteriores buena parte de la telenovela por problemas técnicos en los estudios, a lo que se sumó el imprevisto accidente de una de sus actrices, quien tuvo que ser sustituida  y  demoró el proceso de terminación, había una expectativa favorable para recibir esta historia.

Pero, el amor no ha alcanzado para acoger esta nueva entrega por parte de la teleaudiencia. Y no solo estamos hablando de los dilemas técnicos que a veces abortan excelentes propuestas, muchos espectadores se quejan de una trama insípida, con actuaciones poco convincentes, que no logran que algunos de los problemas actuales, que se esbozan en la trama, logren elevar vuelo. Y ese es el mayor problema de Cuando el amor no alcanza, la estructura de su guión. No sé si tantas manos, no lograron imbricar adecuadamente los conflictos sociales que pone sobre el tapete esta telenovela. Hay que reconocer que refleja temas de la actualidad, que afectan la convivencia como por ejemplo: los conflictos generacionales que se incentivan con el déficit de viviendas, los prejuicios para relacionarse con personas diferentes como es el caso del personaje de Mariposa, encarnado por la estrenada Mónica Digal, la carencia de afectos materno y paterno, que se sustituyen por regalos materiales y condicionan jóvenes disfuncionales y desinteresados en ellos mismos, la sobreprotección de los hijos, las diferencias entre la vida en el campo y la ciudad, así como problemas universales que también nos rondan, como la infidelidad, la actitud de no admitir el matrimonio como unión valedera y las relaciones interpersonales entre quienes ya no son tan jóvenes. Todo ello, se estructura entre un conjunto de familias que habitan un mismo edificio. Sin embargo, la trama principal no se estructura sobre bases sólidas y el conjunto de subtramas que se mueven alrededor de ella se debilitan aún más.

La pareja protagonista Rita y Daniel, ya cuarentones, con hijas adultas y al parecer con un matrimonio muy bien llevado en sus veinte años, se desmorona tras la infidelidad del esposo. Esta situación, que por repetida ya no nos sorprende, dramatúrgicamente no se sustenta. A Daniel lo presentan como un marido y padre ejemplar, por demás con cierta madurez, entonces ¿sería un hombre que en una noche con solo asistir a una fiesta se acuesta con una muchacha contemporánea en edad con sus hijas?, esto no responde a la lógica de los rasgos que caracterizan su personaje. No quiere decir esto que alguien así no pueda llegar a tener un desliz y más que eso se sienta profundamente atraído por otra, recordemos la cinta Enamorándose, interpretada por Robert De Niro y Meryl Street, pero no de un momento a otro como le ocurre a Daniel, interpretado por el actor Orelvis Díaz, quien no logra convencer a nadie con sus insulsos parlamentos y sus mohines de desagrado y resignación. Pero, la situación  se agrava cuando Rita (Maye Barquinero) se entera de que la muchacha está embarazada, cuando ella ya ha perdido las esperanzas de esperar un nuevo hijo. La Barquinero, más o menos, no destaca en su personaje, pero no desentona en las situaciones que le toca enfrentar.

Aquí volvemos a uno de los vacíos de la telenovela, con un guión muy flojo se le hace muy difícil a un director lograr de su elenco grandes cosas, y aquí Padilla, quien con gran acierto llevó a escena dos temporadas de la telenovela Bajo el mismo sol,  que  abordó temáticas muy sensibles en nuestra sociedad, no logra conducir a buen puerto a sus actores y actrices en Cuando el amor no alcanza. En su intento de “refrescar la pantalla con nuevos rostros”, como el mismo ha expresado, no logra aciertos importantes en esta ocasión. La experiencia que experimentó Padilla con Daylenis Fuentes, una joven y desconocida actriz que encaró el personaje de Lisette en Bajo el mismo sol, no se logra en la actual telenovela. Lisette,  ex reclusa y lesbiana, condiciones que no se habían reflejado antes en la pequeña pantalla,  permitieron lucirse de lo lindo a Daylenis, quien se convirtió en una de las actrices jóvenes más sobresalientes de nuestra televisión, y evidenció el trabajo que Padilla logró en la dirección de actores. Sin embargo, esta vez no tiene el éxito, a mi juicio porque en Bajo el mismo sol se dedicó a guiar el rumbo de Lisette, el resto eran más o menos experimentados, pero en esta ocasión la nómina novel es mucho más numerosa y el guión más disfuncional. No obstante, no hay dudas de que Padilla sabe sacar partido de sus actores y el ejemplo de Daylenis no es el único, dirigir para la televisión la adaptación de la obra Marx en el sojo y su experiencia como asistente de dirección de la exitosa Pasión y prejuicio, dicen mucho de su desempeño.             

Un acierto es la posibilidad de contar con una Alicia Bustamante, que logra con su naturalidad  especial  abordar el personaje de Manina, una chef de la tercera edad, muy segura de que su aporte a la sociedad es aún valioso, lo que la hace publicar un libro con sus experiencias, así como la participación de dos de las grandes, Martha del Rio y Amada Morado, quienes dan pinceladas de buen hacer en el medio. Un joven también destaca, Alberto Joel García en el personaje de Víctor, a quien ya conocíamos por su interpretación de Ruy, en la cinta Habana Blues de Benito Zambrano, y en algunos teleplays, obras de teatro y cortos cinematográficos. Alberto Joel es convincente y le auguró otros buenos desempeños en la pequeña pantalla.

Otros aspectos no me integran, ¿cuál es el papel del elevador?, es simplemente lo que conecta a los inquilinos del edificio, ¿sus subidas y bajadas se corresponden con las altas y bajas de los conflictos de los personajes? No queda claro su valor simbólico. Lo otro, es el personaje de la historia de ficción que escribe la encargada del edificio Teté (Daysi Sánchez) y al que bautiza como “Laura”. Según la opinión de los guionistas, en “Laura” se encierran los conflictos de todas las féminas del edificio. Cada capítulo termina con la voz en off de Teté contando lo que le va sucediendo a “Laura” en su supuesta novela, pero los parlamentos tienen un toque edulcorado, tendente a lo rosa, que aún abunda en las historietas que publican las revistas del corazón. Si esperamos trasmitir mensajes que eleven culturalmente las expectativas de la teleaudiencia, como vamos a retroceder a elementos que ya hace mucho tiempo dejamos atrás.

Cuando recapitulamos en algunas puestas de la Televisión Cubana en los últimos años no podemos retroceder en el camino.  La cara oculta de la lunaAquí estamosBajo el mismo sol y  Doble juego, nos acostumbraron a otras estéticas y argumentos sólidos y contemporáneos en los que nos reconocemos. Es necesario replantearse el proceso de selección de los guiones, ser más exigentes en lo que realmente merece ser llevado a producción, y si esta no tiene un respaldo económico para un producto televisivo adecuado, buscar alternativas de seriados de menos duración, pero que tengan calidad, tanto desde el punto de vista visual como de contenido. Algo que hay que rescatar por ejemplo son las adaptaciones de obras literarias, siempre recuerdo a María Bachs Fornés, quien adaptó para la televisión innumerables obras de la literatura universal en las décadas del sesenta y el setenta. No obstante, se han hecho buenos intentos en llevar a teleplays  algunas piezas de jóvenes autores bajo la dirección de Elena Palacios, Armando Toledo, Magda González Grau, Charlie Medina y Miguel Sosa, entre otros.

En mi opinión para aquellos que caotizan el estado de la Televisión Cubana, es cierto que hay que hacerla mejor, administrar los recursos en lo realmente valedero, y ejercer la crítica para lograr cosas mejores, pero les aseguro que hay muchas televisoras extranjeras que sus propuestas de trasmisión no son superiores a las nuestras, a pesar de todo lo que nos falta. De vuelta a la telenovela cubana este verano se quedó muy por debajo después del puntaje que alcanzó La otra esquina, los resultados no pueden ser regresivos siempre hay que situar la meta mucho más alta.    


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