A no pocos llamó la atención la exclusión de Convergencia —sello Unicornio, Producciones Abdala S.A.— del apartado Trova en el pasado Cubadisco 2017. Y a pesar de que el ganador fue precisamente Eduardo Sosa con el fonograma Como si fueran mías —disco que tuvimos la oportunidad de reseñar en este espacio— y de que resultó este uno de los géneros más completos y difíciles para el jurado, con la presencia también de Tony Ávila, Frank Delgado y Nelson Valdés; es justo decir que con la ausencia del gordo y de Pepe Ordás se dejaba fuera un álbum de excelencia que traduce la confluencia generacional de la trova cubana de ayer y de hoy en su vertiente más genuina: la guaracha y el son.

Conformado por 12 tracks, le da título ese clásico de Bienvenido Julián Gutiérrez y Marcelino Guerra e incluye A mí me gusta compay,  El Son de Contramaestre y Santa María de las canciones, todas de Sosa; Son para ti, Sara Mondongo y Monte adentro, de Ordás; y, como si fuera poco, la trova de siempre en los temas Reclamo Místico y La Cocainómana de Miguel Matamoros, Lo que es un beso de Sindo Garay, Flor de ausencia de Julio Brito y Si no fuera por ti de Pedro Luis Ferrer. Acertada sonoridad y acompañamiento de lujo, además de la guitarra de Sosa y el tres de Pepe, con el contrabajo de Gastón Joya, la percusión de Tomás Ramos El Panga y también la guitarra de Dayron Ortega. Grabado y mezclado por Dayana Rodríguez, masterizado por Daelsis Pena, cuenta con la fotografía de Iván Soca, el diseño de Ricardo Monnar y las notas discográficas del maestro Pancho Amat.

Convergencia total de tiempo y obra en varias generaciones: Sindo y Matamoros, de la trova primera; Ordás y Pedro Luis Ferrer de los años 50; y Sosa que viene a ser una especie de síntesis de las inquietudes y poéticas de la nueva trova, aunque con un componente muy marcado en la tradición de su Santiago de Cuba natal. Ilación musical de la que se sienten deudores dos de los cantautores más importantes del actual contexto musical cubano, con antecedentes, uno, —Pepe Ordás— en el Guaicán de Sara González, grupo que dirigiera por 20 años; y el otro —Sosa— en Postrova, dúo que removió los cimientos de la nueva trova allá por los noventa. Sin mucho artilugio en los arreglos, donde brilla la canción por sí misma y el gozoso empaste de las voces, es este un disco que el público de todas las edades agradecerá por la sincera versión y el homenaje comedido.

Y para que así sea, Sosa y Pepe se irán de gira por todo el país del 14 de junio al 5 de julio, y convergerán en aquellos lugares donde la trova es esencia. Excelente oportunidad para disfrutar estas canciones y tener este disco, que con precio accesible, pondrá a disposición del público que participe Producciones Abdala, disquera que también celebra con estas presentaciones, veinte años de fundada.

Como adelanto, les dejo el video de la presentación que hicieran en el espacio Fábrica de Trova, del Centro Cultural Enguayabera.