Elogio oportuno a Fayad Jamís


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Hace algunos días la librería Fayad Jamís dedicó su encuentro “Libro a la Carta” al nombre que da título a este templo del libro, en ocasión del aniversario 30 de su desaparición física. El espacio, que tiene como propósito rendir homenaje a autores, libros e instituciones culturales, fue conducido como de costumbre por el crítico literario Fernando Rodríguez Sosa, quien invitó al destacado poeta y ensayista Virgilio López Lemus, y a la narradora y también ensayista Virgen Gutiérrez para propiciar el viaje hacia el homenajeado.

El conversatorio comenzó tras la interpretación del poema Por esta libertad (Premio de Poesía del Concurso Casa de las Américas, 1962) por dos actores del grupo Teatro Cimarrón. Fayad había nacido en México y ya a los 5 años de edad se trasladó para Cuba. Aquí desarrolló toda su obra poética, pictórica; también ejerció la docencia, la edición y el diseño gráfico, además de representar a nuestro país como diplomático por más de una década en la Embajada Cubana en México.

Virgen Gutiérrez aseguró: “Conocí a Fayad Jamis cuando yo tenía 30 años y estudiaba en la Escuela de Letras. Fue un día cualquiera en la Uneac, gracias a mi novio Luis Rogelio Nogueras. Él era una persona encantadora, increíble, además de ser un magnífico poeta. Siendo alguien con una cultura tan fuerte, era modesto y asequible”.

La relación suya con Fayad era muy entrañable, iba desde las lecturas de poesía, hasta algo más íntimo como tomar café en su casa. También porque él y Nogueras eran buenos amigos. Conocimos de esta amistad no solo en las palabras evocativas de Virgen, sino también gracias a los poemas que ambos se escribieron, leídos emotivamente por la propia entrevistada.

Gutiérrez ha fungido asimismo como continuadora de la labor de Orlando Castellanos sobre el autor en cuestión. Creó en el Centro Pablo el programa Palabra viva, que funciona como rescate en soporte sonoro de entrevistas que le hiciera Castellanos a Fayad Jamis, también poemas y canciones, en donde autores como Amaury Pérez musicalizan sus textos.

Por otra parte, Virgilio López Lemus analizó la poesía de Jamís y su importancia entre los poetas de la generación del 50. “Su primer libro, Brújula,–dice– representaba la búsqueda de un muchacho de 16, 17 años que estaba intentando comunicarse con el mundo mediante la poesía. En él notamos la influencia de Buesa y la poesía neorromántica. Lo curioso es que Fayad siempre quiso que olvidaran este ejemplar”.

Para nadie es un secreto la maduración lírica del poeta mexicano/cubano tras su viaje a Francia. Los párpados y el polvo es un texto que trae de allá y denota los nexos con el surrealismo francés. “Apreciamos un momento escritural donde intenta alejarse de los dos grandes estilos: el neorromántico, y la poesía oscura, difícil, correspondiente a Lezama”, nos explica.

Ya con el triunfo revolucionario, hay un mayor auge de la corriente coloquialista. Fayad publica junto a Retamar la antología Poesía Joven de Cuba, realizada en España, y luego cobra vida su libro Por esta libertad. “Es un poema que da título a este libro. Simboliza la expresión revolucionaria mediante una fuerte carga épica y estilo coloquial, sin perder de vista elementos del surrealismo en cuanto al uso léxico e imágenes”, cierra así la disertación.

Sin embargo, aunque menos conocida, hay una faceta que también habría que analizar y es su amor por la pintura, que se traducía en las noches sin dormir para acabar un cuadro, un retrato. Rodríguez Sosa se refirió a esta faceta, tras conocerlo en su rol como director del departamento de Artes Visuales unido a la comisión universitaria. “En ese entonces yo atendía el Movimiento de Aficionados de la Federación Estudiantil Universitaria (FEU) y Fayad era el director del departamento de Artes Visuales. Recuerdo que se convocaban por la FEU salones masivos de Artes Plásticas, y un buen día estuvo ayudándome a montar en la galería una exposición de los jóvenes. Me impresionó su sentido colaborativo, sensibilidad, amén de poseer un nombre como poeta”.

“El elogio oportuno” terminó con la intervención de María Antonia Rodríguez —diplomática, quien ha recopilado la obra de Fayad— sobre su gestión como agregado cultural. También con la puesta en voz que realizara Jamis de dos poemas suyos El pueblo entero canta y Muchacha de la nada.


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