En la tarde de ayer fue entregado el Premio de La Crítica Científico Técnica correspondiente al año 2017, en la sala García Lorca del Centro Cultural Dulce María Loynaz, en esta capital.

La ceremonia estuvo presidida por Abel Acosta, viceministro de Cultura, Juan Rodríguez, presidente del Instituto Cubano del Libro, Alex Pausides, presidente de la Asociación de Escritores de la Unión de Escritores y Artistas de Cuba y Edel Morales, director de la institución anfitriona; en la misma participaron los autores de los libros premiados y los representantes de las editoriales que los publicaron, otros escritores e  intelectuales cubanos, así como familiares y amigos de los distinguidos.

La casa editora que más lauros alcanzó fue la Editorial Universitaria Félix Varela con tres premios otorgados por un jurado constituido por Oscar Zanetti Lecuona, como presidente, y Lourdes Ocampo, María del Pilar Díaz, Francisco Rojas, Carlos Venegas, Luis A. Montero y Luis Toledo Sande. Este tribunal preponderó la calidad editorial y comunicacional de los volúmenes premiados, así como la ética científica presente en los mismos y también reconoció la presencia de otras obras de indiscutible valía.

Sin embargo lamentó «que en algunos casos el trabajo editorial de los libros propuestos no haya hecho justicia a la calidad de sus contenidos».

De la editorial antes mencionada fueron reconocidos:

Hacia una historia de la lengua española, de Marlén A. Domínguez Hernández, «Obra que condensa, con un lenguaje claro, sencillo y ameno, difíciles materias relacionadas con la historia de la lengua española (…) explica la diacronía de la lengua, sin obviar los sucesos históricos que provocaron los cambios acaecidos en tres niveles lingüísticos: el fonético, el léxico y el morfosintáctico».

Química Cuántica Vol. I y II, de Pedro J. Ortiz del Toro y Carlos S. Pérez Martínez, que «Contiene de forma bastante completa y al nivel de los mejores libros internacionales de su tipo, los conceptos básicos para comprender la estructura y comportamiento de los fenómenos del universo natural nanométrico al nivel del estado actual de las teorías físicas y químicas».

Obras Hidráulicas para Canales Vol. I y II, de Alcides J. León Méndez. «Un tratado acerca de un aspecto importante en la hidráulica. (…) Tiene una vital trascendencia para el desarrollo de cualquier sociedad y en particular su impacto para Cuba es decisivo».

De la Editorial de la Universidad de La Habana resultaron distinguidos los textos:

Una sociedad distinta: espacios del comercio negrero en el Occidente de Cuba (1836-1866), de un equipo de autores coordinado por la doctora María del Carmen Barcia. «Con un despliegue de fuentes de información de archivos, análisis de mapas y otros recursos, no empleados a esa escala dentro del tema hasta el momento, el equipo nos pone en realidad ante un resultado distinto: una nueva forma de apreciar y reconstruir la realidad cotidiana de un proceso extenso y complejo como la trata ilegal que minaba con sus relaciones toda la sociedad colonial».

Atlas de la Infancia y la adolescencia en Cuba. Análisis a partir del Censo de Población y Viviendas 2012, de Luisa Iñiguez Rojas, con la coautoría de Edgar Figueroa y Janet Rojas. «Se trata de una obra absolutamente original, excepcional en el panorama de la investigación y publicación contemporáneas (…) señala la dinámica social de un importante segmento de la población y forma la base para generar políticas, programas y acciones pertinentes a este grupo de cubanos del futuro».

Publicado por la Editorial de Ciencias Sociales y Ruth Casa Editorial fue premiado el volumen Política públicas y procesos sociales en Cuba. Aproximaciones desde las Ciencias Sociales, selección y compilación de Arisbel Leyva y Dayma Echevarría. En la misma el jurado destacó  su contribución al estudio de la agricultura y los procesos rurales en Cuba y consideró que es una obra  original de notable actualidad, que analiza, si no todos, la gran mayoría de los problemas que enfrenta la agricultura cubana hoy.

«Su análisis, profundo y razonado, da paso a pertinentes recomendaciones, por lo cual reviste gran utilidad política y social».

Arquímides Pous, una vida para el teatro cubano, de Enrique Río Prado, publicado por la Editorial Tablas Alarcos del Consejo Nacional de las Artes Escénicas, fue igualmente laureado por la «habilidad para compilar y organizar la información tan diversa en una forma coherente y asequible al lector (…) La amenidad narrativa caracteriza el libro (…) es un testimonio de época extraordinario sobre una figura que fue dominante en la escena popular cubana el siglo XX».

De la Editorial del Centro Nacional de Educación Sexual, (Cenesex), recibió premio la rigurosa investigación La integración social de las personas transexuales en Cuba, de Mariela Castro Espín, «El libro denuncia la discriminación tradicional sobre las personas transexuales, que ha comenzado a moderarse en Cuba, y a su vez defiende la integración de estas personas de modo total a la sociedad (…) presenta con rigor estrategias y modos de acción adecuados a mitigar o resolver el problema diagnosticado por la investigación».

El Centro de Estudios Martianos y su volumen La tesorería del Partido Revolucionario Cubano (1892-1895), de Ibrahim Hidalgo Paz, fue también galardonado, teniendo en cuenta que es una investigación que trasciende los límites del objeto propuesto, con una prosa clara y elegante y haciendo uso de una bibliografía de fuentes primarias impresionante. «(…) la enjundiosa obra revela la dinámica de la vida en la emigración y el modo en que aquellos cubanos, insertos por necesidad en la cultura y modo de vida de Estados Unidos, insistían en ser insulares».

Doce preguntas y respuestas sobre energía eólica Vol. I y II, de Conrado Moreno Figueredo, publicado por Cubasolar, obtuvo del mismo modo el laurel, pues el jurado opinó que, «Es un extraordinario compendio, abarcador y multidisciplinario de la ciencia y la tecnología para la recuperación de la energía de los vientos en bien de la sociedad. (…) La trascendencia e impacto de la obra es notable».

A nombre de los honrados, realizó una hermosa intervención Marlén A. Domínguez, quien reconoció el valor de las obras de todos los premiados y agradeció al jurado, al ICL, a sus editoriales y en especial «a los que promovieron, acompañaron e inspiraron los libros: figuras y anécdotas, temas, alumnos y lectores, prólogos y críticas, personas y proyectos queridos…».

Francisco Rojas, en representación del jurado, dio lectura a las palabras de elogio, en las que comentó que él y sus compañeros, habían evaluado 45 trabajos, en la mayoría de los cuales predominó, dijo, una calidad excelente. Explicó que el jurado realizó estudios muy cuidadosos de cada obra, «dada su importancia científica, económica, cultural y social, su rigor metodológico y la calidad de sus textos».

Confesó que el ejercicio realizado significó un gran aprendizaje «(…) gracias por hacernos regresar a la etapa de ser estudiantes, rejuvenecimos». Y seguidamente felicitó a los  autores y editoriales laureadas.