Guerreros de la escena insular (II)


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Grupo imprescindible dentro del panorama escénico nacional, Teatro Cimarrón, que dirige Alberto Curbelo, incorpora su actividad creadora a la vida en las comunidades, mediante un proceso de retroalimentación que fusiona las vivencias de los hombres y mujeres que habitan en diferentes lugares —urbanos y rurales—  a los que les entrega propuestas escénicas que tienen que ver con la cultura, la educación, la sociedad y las raíces afrocubanas.

Tales empeños han sido emprendidos, con evidente éxito, por esta compañía, a pesar de ser insuficientemente atendida por las instituciones que debían de apoyar más la inigualable labor que realiza en beneficio de la cultura popular —prácticamente no dispone de local de ensayo.

BarrioCuento

La Bienal Internacional de Oralidad Escénica BarrioCuento, acreditada con ese nombre a partir del año 2000, derivó de los encuentros veraniegos que desde 1996 comenzó a realizar Alberto Curbelo, con su grupo Teatro Cimarrón (TC) en el capitalino municipio de La Habana Vieja, con la participación de reconocidos cuenteros, cubanos y extranjeros, experiencia que no solo llevó a diversas plazas, escuelas, bibliotecas y salas de diferentes sectores de la capital, incluyendo sus posteriores programaciones entre las ruinas del otrora cine Edison, su sede, situado en la Calzada del Cerro y Zaragoza.

La impronta de estos cimarrones, igualmente ha recibido palmas en otras regiones del país, entre las que se recuerda su larga temporada junto con los campesinos de tres bateyes en apartadas zonas de Majagua,  en Ciego de Ávila, y los radicados en los lomeríos de Guantánamo y Baracoa en la célebre Cruzada Teatral, labor que, con similar fin igualmente han extendido a los habitantes de la Sierra Maestra con la Guerrilla de Teatreros; los del Escambray, con Teatro de los Elementos; y los de la Sierra de los Órganos y la Isla de la Juventud, donde también fundó el Festival de Oralidad Escénica IslaCuento; tarea agradecida por niños y adultos que nunca antes habían tenido este tipo de contacto con las artes escénicas.

Asimismo, en el año 2012 Curbelo impartió varios talleres para niños y a jóvenes en las islas de Guadalupe sobre la aplicación en el teatro del folklore caribeño, a partir de sus experiencias con Teatro Cimarrón y de sus investigaciones en torno al folklore de ese pequeño archipiélago de las Antillas.

Trascender al mundo de los buroes

El prestigioso colega y presidente de la Unión de Periodistas de Cuba, Ricardo Ronquillo Bello, exaltó el quehacer comunitario de TC: “Desde 1991 salen cada 28 de enero en el mejor de los homenajes a José Martí, y durante más de un mes recorren casi un centenar de comunidades diseminadas en alrededor de 300 kilómetros…  El Consejo de las Artes Escénicas de Guantánamo considera a la Cruzada Teatral como su evento más importante, algo que trasciende al mundo de los buroes para instalarse en la emoción de los artistas… incluye, como cada año, al grupo Teatro Cimarrón. De las lomas los artistas bajan con sus mochilas más pesadas, cargadas de cuentos, leyendas y experiencias".

Se ha dicho que la intención de Curbelo es la de consolidar un teatro total, en el que las experiencias de vida en las comunidades, tanto rurales como urbanas, constituyan centro de atención en la creación escénica mediante sus diferentes expresiones —actuación dramática, magia, cuentos, narraciones orales, clown, danza y música—. Para tal fin, el grupo se caracteriza por una premisa básica: el trabajo en equipo, integrado además de su director, por el maestro Jorge Garciaporrúa (asesor musical), Siria Robles (coreógrafa), Eudy Leslie (primer actor), Mercedes Hernández (primera actriz), Manuel Díaz —Zandry— (titiritero), José Á. Rodríguez (Mago Jardines), Anel Guardado (actriz-clown),  Elena Garay (actriz y cantante), Josefina Izquierdo —Fifi—  (actriz), Edgar Motronis (actor), Amelia Toledo (narradora oral) y Elena Valderrama (jefa de escena y vestuarista).

Asumir diferentes roles y tareas

Cada uno de ellos están preparados para asumir, indistintamente, los diferentes roles y tareas que exige cualquier escenificación, amén de que ejecutan  el diseño y la confección de los vestuarios, el maquillaje, la peluquería, la escenografía e, incluso, el mantenimiento higiénico de su área de trabajo en el deteriorado edificio del Edison, espacio que, durante varios años, acogió a cientos de infantes y adultos en sus variadas programaciones semanales, y desde donde irradió su arte hacia disimiles áreas del Cerro y de otros lugares de la capital, además de sus recurrentes giras por el resto del país, fundamentalmente hacia zonas rurales.

Mediante discursos que, en tanto contemporáneos también trascienden sin rebuscamientos ni adornos banales, TC  no solo ha llevado a esos lugares obras de Curbelo, sino además la de otros importantes dramaturgos y escritores, nacionales y extranjeros,  adaptaciones generalmente asumidas por este artífice que enfatiza y exige de los actores el convencimiento  expresivo de sus actuaciones, así  como la incorporación de giros poéticos, gestuales y verbales que prontamente se identifiquen con los auditorios, mediante la reavivación de sus experiencias y su auto reconocimiento dentro de la sociedad en que viven.                                                                                                                        

La vega de los cuentos

De su formación como pedagogo (Licenciado en Educación) le viene a Curbelo su inclinación por trabajar con los niños, interés que para él constituye una necesidad perentoria, de ahí que hace alrededor de dos años,  incorporó su grupo, como colaborador, al Proyecto Cultural Palacio de los Torcedores, perteneciente al Centro Cultural que radica en ese emblemático edificio, Monumento Nacional, donde entre otros relevantes acontecimientos de la historia, durante un tiempo —luego de su inauguración en el año 1925— radicó la Universidad Popular José Martí, fundada por Julio Antonio Mella en 1923. Los terceros jueves de cada mes TC realiza allí su peña La vega de los cuentos, en tanto propuestas escénicas de diferentes formatos —monólogos, declamaciones, representaciones teatrales y otras—, se incluyen en los recurrentes espectáculos que se programan en ese lugar.

Tanto por su obra escrita —poesía, cuento, teatro, ensayo y periodismo— como por con sus montajes escénicos, Curbelo ha sido galardonado en más de sesenta certámenes.

En su primer cuarto de siglo de existencia, él y su colectivo, siguen apostando “por hacer sus presentaciones donde se encuentra el espectador más urgido, aunque no tenga allí ni siquiera las más elementales condiciones técnicas. De ahí que establezcamos nuestro palenque en cualquier lugar”, dijo el entusiasta teatrista, quien en la cotidianeidad de TC lleva como premisa las palabras del eterno Comandante en Jefe Fidel Castro Ruz: “El hombre no es solo feliz gastando; el hombre es feliz pensando, el hombre es feliz aprendiendo, el hombre es feliz conociendo. El hombre es más feliz cuanto más eleva su calidad espiritual y no simplemente las riquezas, que hacen falta, desde luego, pero no constituyen lo único esencial en su vida”.


1 comentarios

Norah Hamze Guilart
21 de Agosto de 2020 a las 17:06

Admiro a esos guerreros que no claudican en la ardua contienda por mantener vivo el teatro en el que creen. Aplausos y Abrazos

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