Las obras de tres importantes artistas de renombre internacional serán expuestas a partir del próximo 12 de abril en la Fototeca de Cuba, como parte del núcleo central de la XIII Bienal de La Habana que será inaugurada ese propio día. Ellos son Max de Esteban (Barcelona, 1959), Emmanuel Tussore (Francia, 1984) y la trágicamente desaparecida Leila Aloui (1982-2016), de origen franco-marroquí.

La denuncia a la violencia e inequidad que caracterizan al mundo de hoy, como vía para sumar conciencias al anhelo por un futuro mejor, es elemento común en el quehacer de estos fotógrafos, cuyas imágenes se insertan así en el tema que rige esta edición de la cita habanera: “La construcción de lo posible”.

A Max de Esteban le ha sido reservada la galería María Eugenia Haya (Marucha), espacio en el que presentará fotografías y videos que reflejan la malévola influencia de las finanzas en la sociedad contemporánea.

Formado como ingeniero y doctorado por la Universidad Ramón Llull, este artista catalán precede el hecho creativo con investigaciones que lo han llevado también a abordar temas como el de la bio-cibernética.

Estudio sobre el jabón es el título de la muestra que expondrá Emmanuel Tussore en la galería Joaquín Blez. Tal producto, símbolo de la civilización humana, sirve a este autor para denunciar la cruenta guerra que desangra a Siria desde hace casi una década.

Justo en Alepo, una de las ciudades más castigadas durante el conflicto bélico, tiene su origen el jabón; el cual es usado por Tussore para elaborar los objetos que forman parte de las instalaciones que traerá a la Bienal de La Habana, junto a fotografías que testimonian los daños de la agresión.

Una instalación con retratos realizados por Leila Aloui, cuya vida tronchó una acción terrorista de Al Qaeda, mientras realizaba un reportaje sobre los derechos de las féminas en Burkina Faso, ocupará el patio de la Fototeca de Cuba.

Resaltar la dignidad y elegancia de los marroquíes fue el propósito de esta artista en parte de su trabajo, contraponiendo así sus imágenes a las de quienes solo enfocan a Marruecos como destino turístico y a sus nacionales como gente rústica.