La Peña de los profesores de Historia: un territorio para salvar el alma


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Fotos: Cortesía de la autora.

Por suerte para los que viven en La Habana, cada sábado a las seis de la tarde hay un espacio agradable y con buen ambiente que recibe a los interesados en lo bueno de la música y el pensamiento: la Peña de los profesores de Historia, que desde hace algún tiempo se realiza en el Anfiteatro del Parque Almendares.

Estos «profesores de Historia» son el trovador Frank Delgado, y el escritor, director de cine y guionista Eduardo del Llano. Esta peña no tiene competencia, al menos los sábados de 6 a 9 de la noche: en un céntrico lugar y con un precio cuasi simbólico (10.00 CUP) para opción de tal calidad, que logra un ambiente de veras distendido y a la vez tranquilo, decente, algo que se hace escaso en estos tiempos en muchas instalaciones de disfrute y recreación.

Hablemos del público; curiosamente compuesto por casi todas las generaciones, incluida la tercera edad. Sin ir más lejos, la que suscribe, fue con su hija, su yerno, su consuegra y su nieta de 5 años, que aplaudió más que ninguno de los presentes. Pero no fuimos la única familia en pleno, experiencia que se repite cada sábado y es que Frank le canta a todo el mundo, porque canta mucho de lo que los simples mortales pensamos y no sabemos poner en canciones.

Una vendedora «cuentapropista» (¿por qué no será una oferta estatal?) cada noche, propone al público cervezas, refrescos, «Planchao», los populares «Pelly» y otros similares; no por eso aquello se convierte en un «cervezatorio», la gente se toma una o más cervezas pero no va a tomar cerveza, va a oír a Frank Delgado, a del Llano y a sus invitados.

Por otra parte los que prefieren sentarse arriba, bailan, montan coreografías y los de abajo son los más contemplativos, pero todo el mundo se divierte, ríe y se llena el alma y el cerebro.

La legendaria irreverencia inteligente de Frank Delgado sigue intacta, igual que su extraordinaria voz, más hermosa en su madurez.

Por cierto, alguien comentó a la salida que si él se hubiera dedicado al son, hubiera salido «mejor parado» materialmente, claro, pero el trovador es un trovador; sin renunciar a un sentido válido del espectáculo, hace las veces de juglar, pues además de cantar, evoca, trae chistes populares a colación y habla de la Historia de Cuba, de la antigua, de la reciente y del presente que es también historia, la que se está haciendo, y entonces critica robusta y sagazmente —como ha de ser—, lo mal hecho y algunas de las barbaridades cotidianas.

Este sábado 18 de agosto Frank inició la presentación haciendo un homenaje al trovador Alberto Tosca, fallecido el pasado día 13. De la autoría de este interpretó Paria y Sembrando para ti, antológicas piezas que se hicieron famosas en la portentosa voz de la cantante cubana Xiomara Laugart.

De igual forma, Frank recordó momentos importantes de la vida artística de este músico y compositor y asimismo narró graciosas anécdotas relacionadas con él. Este tributo cerró con una composición que el trovador dedicó a Tosca y, además, al querido Santiaguito Feliú.

Frank interpretó a continuación con su grupo Balada de Nicanor; Cuando se vaya la luz, mi negra; Tumba francesa; Cubañolito; Hippie Vano; Vigilante nocturno; Corazonada; Las cuerdas de la guitarra de Bob Dylan y esa hermosa y conmovedora canción que dedica a Pinar del Río, en la que persigue con una unión de ética y lírica destruir el estigma de que los pinareños son bobos; de lo cual Frank Delgado (Minas de Matahambre, 1960) es una buena muestra.

Igualmente, como él mismo dijo, «se atrevió» a cantar la conocida Pedro Navaja, de Rubén Blades, empeño que logró con impecable interpretación.

En esta peña no se suscriben tendencias musicales; se reafirman las buenas composiciones en letra y música de cualquier género; de esta suerte los asistentes pudimos disfrutar sones, bachatas, pura trova, boleros y además Frank escogió el emblemático tema Jailhouse Rock, del Rey del Rock and Roll, Elvis Presley, en claro recordatorio al fallecimiento del astro, acaecido el 16 de agosto de 1977; con este número presenta todas sus cartas credenciales la potente voz de Lily Ojeda, integrante del grupo de jóvenes músicos que acompaña a Frank.

Como  todos los sábados, porque esta peña no se suspende aunque llueva, Eduardo del Llano tuvo a su cargo el perspicaz humor que en él es una esencia, y entre comentarios ingeniosos leyó dos de sus cuentos.

En cuanto a las invitadas, La Reina y la Real; el anfitrión las presentó como artistas «que cultivan un rap frontal y desafiante», y ellas, aunque confesaron estar preocupadas porque «a la gente que viene aquí le gustan las canciones finas», se ganaron los aplausos sinceros de ese público desprejuiciado que sigue a Frank Delgado, con la simpatía y gracia que las caracteriza, el acople adecuado de las voces y unas letras sencillas pero que poseen inteligentes intenciones.

Al final, y teniendo en cuenta a muchas personas que habían intentado participar en el homenaje a Tosca pero no llegaron a tiempo, Frank repitió la canción Sembrando para ti, anunció que el próximo sábado el invitado será el reconocido el trovador y humorista Alejandro García, Virulo.

Ojalá la suerte de esta peña, no se termine; por parte de «los profesores» la continuidad está asegurada; por parte del público la aceptación es evidente; los asistentes a este espacio confían en que los espera un momento diferente, una armonía entre melodías y pensamientos: un territorio para salvar el alma.


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