En tiempos de una pandemia, la música se reciente de sus muchas actividades, aun así, muchos compositores dedican canciones de aliento y esperanza. Casi todos los días aparecen nuevos proyectos que llaman a seguir luchando, batallando contra las adversidades. 

Mencionamos una vez más las canciones que fueron himnos en la etapa de la Guerra de Independencia: La bayamesa de 1851 (Castillo, Fornaris y Céspedes), La bella cubana de 1853 (José White), la habanera Tú (Eduardo Sánchez de Fuentes), Mujer Bayamesa (Sindo Garay), El huracán y la palma (Sindo Garay), Lamento cubano (Teofilito Radillo y Eliseo Grenet), Pobre Cuba (Manuel Corona), El mambí (Luis Casas Romero), El 10 de octubre (Manuel Corona)

En los tiempos de la colonia, cuando la sangre de los mambises se derramaba a raudales, muchos músicos y trovadores inspirados escribían canciones contra los colonizadores españoles. Ignacio Piñeiro monarca del son, en su etapa de niño, componía decimitas:

“Alto quién va / la guerrilla muchachos / machete en mano / que esos son nuestros hermanos, pero de mala semilla. / Esos son de pacotilla… / vagos, / mal entendidos / borrachos y pervertidos / que por una sola perla / venden a Cuba y su tierra / la patria donde han crecido / ”

Alberto Villalón escribió, en la Guerra de Independencia a Antonio Maceo:

Canto a los héroes

Nace por el Oriente el sol que es vida

Eclipsando los astros con su luz,

Como el poderoso astro naciste en el Oriente

Y un sol en el combate fuiste.

Este es un sencillo tributo que rinde a un héroe, una exaltación de figuras cimeras de la gesta patriótica, de aquellos tiempos dramáticos. Dedicados a Maceo hay muchos poemas, pero no podía faltar los dedicados al apóstol José Martí.

Sindo Garay dedicó a José Martí líder indiscutible de la guerra del 95:

Martí murió de frente al sol

Su nombre resuena en el espacio

Como nota suprema de dolor.

Así murieron los indios por su adoración,

Jamás supieron los traidores su maldad.

En cambio, yo cuando oigo sus plegarias,

Inquieta el alma por doquiera miro,

Que cada frase de Martí era un suspiro,

Como del que nunca vio la luz del sol.

Algunas de esas canciones políticas se hicieron en plena guerra, en los días de combate o después rememorando a los héroes y patriotas. Ya en tiempos más recientes, en el proceso revolucionario, los nuevos trovadores escribieron muchas páginas gloriosas.

Silvio Rodríguez es el máximo paladín: Te doy una canción, Canción del elegido, Fusil contra fusil, Cuando digo futuro, Pequeña serenata diurna, Hoy mi deber, Testamento, Preludio, Cuba va (obra colectiva de Silvio, Pablo y Noel Nicola)

Pablo Milanés: Pobre del cantor, Yo pisaré las calles nuevamente, Hombre que vas creciendo, Canción de la unidad latinoamericana.

Eduardo Ramos: Canción de los CDR, Su nombre es pueblo.

Sara González: Girón la victoria, Qué dice usted, A mis hermanos muertos, Girón: la victoria, A mis hermanos muertos el 27 de noviembre.