El número 53 de la revista Honda, órgano de divulgación de la Sociedad Cultural José Martí, dedicada en esta oportunidad a la provincia de Sancti Spíritus, su historia, cultura y tradiciones, fue presentada en la sede de la institución por su director Rafael Polanco.

En este número no solo destaca la impronta de los trabajos incluidos en sus páginas, sino también, la gráfica. La portada presenta una de las calles espirituanas más concurridas, junto a una foto de la Parroquial mayor de esa ciudad. Asimismo realza otra imagen de Trinidad, Patrimonio Mundial de la Humanidad —perteneciente a esa provincia—, la reproducción de una pintura al óleo de Martí, del artista de la plástica Antonio Díaz Rodríguez, y fotos del Museo de la Guayabera donde se conservan las criollísimas prendas pertenecientes a Fidel, Raúl y Almeida.

El análisis de cada uno de los trabajos incluidos en el número estuvo a cargo del historiador e investigador Mario Valdés Navia, del Centro de Estudios Martianos (CEM), además de “espirituano de pura cepa”, como bien recalcara Polanco durante su presentación.

Con la firma del doctor Hart, quien fuera director de la Oficina del Programa Martiano hasta su fallecimiento, se destaca el artículo “Faustino Pérez: Genuino político martiano”, donde plantea que durante la lucha insurreccional “era respetado por los grupos de acción y tenía una gran capacidad de relación con todos los medios sociales y políticos. Frank en Oriente, y Faustino en La Habana son, en mi opinión, los símbolos más altos de la clandestinidad en apoyo al combate en la Sierra Maestra”. (1)

En la sección “Presencia”, sobresale el artículo de Juan Lázaro Besada Toledo “Retrato de un espíritu: epistolario de Martí a Manuel Mercado”; de la firma de Héctor Cabrera Bernal, se enfatiza en la figura de Elcire Pérez González, quien llegaría a ser uno de los exponentes más altos de la lucha revolucionaria. Orgullo del territorio espirituano fue Panchito Gómez Toro —uno de los hijos del Generalísimo Máximo Gómez Báez—, símbolo de valor, lealtad y patriotismo le reconocen Eddy Morera y Danielys Morera Méndez, en un extenso trabajo. La relación existente entre el combatiente mambí Néstor Leonelo Carbonell Figueroa con el Apóstol, es uno de los artículos más interesantes, mientras que “Canarios en Cabaiguán”, de Ester Lidia Vázquez, no deja de convocarnos a una bella lectura de cultura e identidad relacionada con el asentamiento de emigrantes canarios en distintas regiones de esa provincia.

A todo ello habría que añadir, entre otros interesantes trabajos, en los que se cumple la prédica martiana de que “El que sabe más, vale más”, se incluye “Trinidad de Cuba. La ciudad en su imaginario”, de Bárbara Oneida Venegas, en la que a cinco siglos de su fundación, la tercera villa valida el poder de la palabra hablada en la configuración de su particular identidad.

Finalmente Gelabert, prestigioso artista de la plástica, le obsequió un bello cuadro de su obra personal a la doctora Eloísa Carreras, viuda del doctor Armando Hart Dávalos, en el que se destacan las imágenes de nuestro José Martí y del doctor Hart, ferviente seguidor y promotor durante décadas de la vida y la obra del Apóstol.

Una vez más Honda entre nosotros, para hacernos más y mejores personas, más y mejores patriotas y, ante todo, más y mejores cultores de la verdad y la fuerza del pensamiento martiano.

NOTA:

1. Aldabonazo. Editorial Letras Cubanas, La Habana, 1997, p. 116-117.