La fecha no podía ser mejor escogida, pues este 28 de octubre se cumplen sesenta años de la desaparición física del Comandante del Ejército Rebelde Camilo Cienfuegos Gorriarán y en este contexto se declara Monumento Nacional al Complejo Histórico Comandante Camilo Cienfuegos, en Yaguajay, que recuerda la heroica batalla allí escenificada en diciembre de 1958 bajo la dirección del “joven de sombrero alón, barba copiosa y alegre sonrisa” que desde entonces recibió el epíteto de “Héroe de Yaguajay”.

Según la Resolución de la Comisión Nacional de Monumentos:

“… El cuartel de Yaguajay, objetivo estratégico militar de la tiranía en el norte de Las Villas, fue erigido en 1937; era una construcción resistente de mampostería que se distinguía por su peculiar arquitectura, típica de los cuarteles militares de la época; estaba dispuesta en forma de U, con un patio interior bordeado por un espacioso pasillo con techo de madera y tejas; en sus jardines, por el frente, se encontraban emplazados dos cañones del antiguo ejército colonial español; tenía un patio bordeado por un muro aspillerado y en cada esquina existía una garita; por su parte trasera penetraba, hasta el patio central, un ramal del ferrocarril; y esta vía era utilizada para el aseguramiento logístico y el traslado de tropas del régimen.

… El Comandante Camilo Cienfuegos Gorriarán, en la última quincena del mes de diciembre de 1958, organizó la campaña de liberación de los pueblos del norte de Las Villas, como parte de la ofensiva final del Ejército Rebelde, que en esta zona culminó con la histórica Batalla de Yaguajay del 20 al 31 de este mes; fue un acontecimiento bélico prolongado y relevante, donde el jefe rebelde demostró su gran capacidad como estratega militar y su creatividad para enfrentar las dificultades y el cumplimiento de las misiones.

… En el mismo escenario que ocurrió la histórica Batalla de Yaguajay, se inauguró en el año 1965 el Hospital Docente Municipal Joaquín Panecas Consuegra, justo en el antiguo cuartel de la tiranía, siendo este uno de los pocos cuarteles en el país convertido en hospital; además se inauguró en 1989 el Museo Nacional Camilo Cienfuegos y la Plaza de la Revolución Municipal homónima, en cuyo centro se levanta una escultura del Comandante Camilo Cienfuegos, que alcanza los 14 m de altura, obra de la escultora espirituana Thelvia Marín Mederos, y en el año 2009 el Mausoleo a los Combatientes del Frente Norte de las Villas, en el 50 aniversario de la desaparición física del Héroe de Yaguajay.”

…El conjunto formado por el citado Hospital, el Museo, la Plaza, y el Mausoleo, desde octubre de 2009 pasó a nombrarse Complejo Histórico Comandante Camilo Cienfuegos, ocupando un área de 106 700 m².

Camilo, como cariñosamente lo conoce el pueblo, nació el 6 de febrero de 1931en la barriada habanera de Lawton, actual municipio de Diez de octubre y su niñez la compartió entre ese espacio y el poblado de San Francisco de Paula, en el actual municipio de San Miguel del Padrón. Su casa natal también es museo y justamente ha sido reconstruida para ese sesenta aniversario incluyendo la renovación de su exposición museográfica.

No concluyó Camilo los estudios de bachillerato ni tampoco los de pintura en la Academia San Alejandro y comenzó de aprendiz del oficio de sastre en la tienda “El Arte” en pleno centro de la capital cubana. Participó en manifestaciones callejeras contra la tiranía de Fulgencio Batista después que este da el golpe de estado del 10 de marzo de 1952 y usurpa por la fuerza el poder de la república. Emigra a Estados Unidos, pasa a México y se enrola en la expedición del yate Granma comandada por Fidel Castro Ruz que desembarca en las costas orientales cubanas el 2 de diciembre de 1956.

Ascendido a capitán bajo el mando del Comandante Ernesto “Ché” Guevara, entonces Jefe de la columna No. 4 del Ejército Rebelde, Camilo se convierte en el “Señor de la Vanguardia” al ser el primer jefe rebelde que baja de las estribaciones de la Sierra Maestra hacia los llanos del Cauto para operar en esa región. Ascendido nuevamente, esta vez a comandante y promovido a Jefe de la columna No. 2 Antonio Maceo recibe la orden de invadir la isla hasta Pinar del Río a la vez que la columna No. 8 Ciro Redondo al mando del Ché lo haría hasta la entones provincia de Las Villas.

Pero la guerra se precipitó y estando Camilo al mando del Frente Norte de Las Villas y tras la batalla de Yaguajay se produce la huida del tirano Batista y el objetivo de llegar a la más occidental de las provincias cubanas ya no tenía sentido. Recibe la orden de ocupar la Ciudad Militar, el Cuartel de Columbia en La Habana y lo hace el 2 de enero de 1959 y ocupa el cargo de Jefe de las fuerzas de aire, mar y tierra de la república hasta la llegada a esa instalación de Fidel el 8 de enero para hacerse cargo de esa responsabilidad.

Cuando se crea el Ministerio de las Fuerzas Armadas Revolucionarias el 16 de octubre de 1959 con el Comandante Raúl Castro como ministro, Camilo ocupa el cargo de Jefe del Estado Mayor General de las Fuerzas Armadas Revolucionarias, en ese cargo funda las Milicias Nacionales Revolucionarias el día 26 de ese mes con un formidable y patriótico discurso en la terraza norte del Palacio presidencial y dos días después desaparece en un vuelo sobre el mar tras reducir al orden una conspiración traidora en el regimiento de Camagüey.

¡Veintisiete años tenía Camilo, aquel joven con tanto brío, pensamiento profundo y alta responsabilidad!

Pero el día 29 de este mes ocurrirá otra declaratoria de Monumento Nacional, y será la de la histórica Cabina de Radio Reloj en el edificio Radiocentro, en La Rampa del Vedado, en la cual se dirigiera al pueblo de Cuba José Antonio Echeverría el 13 de marzo de 1957 cuando lideraba las acciones del asalto al Palacio presidencial para ajusticiar al tirano Batista. Cada año en esa fecha, a las 3:15 de la tarde se retransmiten sus palabras en la que informaba al pueblo que los jóvenes del Directorio revolucionario habían acudido a “ajusticiar al tirano en su propia madriguera” y que fueron interrumpidas cuando expresaba: “… cubanos que me escuchan, acaba de ser ajusticiado…”

¡Gloria eterna a aquellos valerosos atacantes de Palacio y que tomaron la emisora Radio Reloj, gloria a José Antonio y a todos los caídos en esa acción!

La declaratoria de Monumento Nacional a la cabina, que se mantiene como quedó después de la acción, reafirma la memoria histórica.