Seduce, realmente seduce, el arte pictórico de Rodolfo Oviedo Vega, joven pintor (1980) proveniente de la República de El Salvador —graduado en el Centro Nacional de Arte de El Salvador—, quien desde su inmensidad creativa nos transporta al mundo de colores naturales y humanos de su vida y de su obra mediante un abstraccionismo no exento de una profunda espiritualidad en su diseño y creación.

Empero no ser crítica en arte pictórico, esta escribana confiesa su fascinación ante la multiplicidad de colores y geometrías que caracterizan a la obra de Oviedo Vega, expuesta en la Casa del Alba Cultural en esta capital —la que promueve (considero) no solo una atmósfera visual local, regional y nacional—, sino que también es capaz de elevarla hacia otro planos presentes donde luz, color y belleza, corroboran la atracción creativa que despiertan los hijos de las naciones de este otro lado del mundo, en especial, del área de Centroamérica, y que este joven pintor deleita con mucha fuerza y corazón a través de sus sabias pinceladas.

Conocido por ser un gran viajero, de profundo y fascinante instinto aventurero —su accidentada travesía en motocicleta así lo corrobora: al viajar de El Salvador a Chile, cruzando por el archipiélago de San Blas—, “el artista ha vivido en la India, en el Himalaya, ha realizado múltiples viajes y expuesto en las más renombradas galerías de Europa. Sus memorias de viajes, sus recuerdos materiales donde ha vivido y diarios de viajes son sus telas”. Su labor de creación es un complejo proceso de fina poética, de manejo de una técnica depurada y, a la vez, cargado de referencias a la Historia del Arte universal. Cada una de sus obras representa en sí un espacio poético donde se conjugan seda, hilos de plata, encajes de la India, arena de El Himalaya o de las playas de El Salvador, hojas de plátano, cortezas de coco… Promotoras de los mundos visitados y sugeridos por este Artista salvadoreño de la Plástica en cada una de sus telas repletas de verso y pincel evocadores.

Como asevera la crítica especializada: “Sus collages ponen de relieve texturas que entregan nuevos espacios y universos plásticos de los lugares conocidos y rememorados (…) De la realidad al abstraccionismo (…) Sus manchas de pintura, de tinta vitral, de tinta de nuez, vienen a romper con el rigor de planos arquitectónicos y a simbolizar la vida. Sin poder clasificarlas como líricas, las obras de Rodolfo Oviedo Vega son profundamente sensibles, humanas, emocionales y, sobre todo, continúan siendo abstractas”.

Finalmente Alfredo Díaz, vicecónsul de la Embajada de El Salvador,  en esta capital, destacó la presencia del afamado Pintor salvadoreño en nuestra capital y su exposición de arte pictórico, la que calificó como “una muestra de unificación con el Caribe”.

Se hallaba también presente la doctora María Isabel Rodríguez, quien durante  treinta años ocupó el cargo de rectora de la Universidad de El Salvador; luego, ministra de Salud (2009-2014) y hoy asesora presidencial en los temas de Salud y Educación de la nación centroamericana. Ostenta la distinción  Heroína para la Salud de las Américas.

Rodolfo Oviedo Vega expresó al periódico Cubarte:

“A través de mi obra pictórica pretendo mostrar un conjunto diverso de normas de conducta. En esta, en específico, enfoco mis experiencias recibidas en la India, mediante algunos símbolos referidos a determinadas religiones. En el caso del concepto espiritualidad este traslada símbolos que llamaría de significancia y de significación. Estos los aplico a través de una forma simple de expresarme, de pintar a través de símbolos. En algunas pinturas intento que esos símbolos sean cada vez más simples; es como decir que la simplicidad debe llevar consigo un mínimo de gestos, al igual que más intensidad en cuanto a sentimientos, tradiciones, dogmas y cantidad de mensajes.

Cada elemento deberá tener una significación por sí mismo. Tan solo trato de exponer, de resumir mis vivencias personales: cotidianeidad, viajes… El aspecto simbolismo es lo más importante para mí, y es lo que trato de trasladar al lenguaje abstracto (abstraccionismo), como una forma más de simplificación de la pintura; algo que para otros pudiera ser una línea figurativa pura.

“En relación con el conocimiento de pintores cubanos, debo destacar la reciente apertura de una exposición, en París, con obras de Wifredo Lam. A través de ella pude conocer su relación artística con Europa y las influencias que al respecto poseen artista de la plástica de ese continente y del nuestro”.