La Habana, Cuba.- El estudio de las Bellas Artes siempre ha sido una necesidad humana. En la antigua Grecia existían las academias de pintura que dotaban a los estudiantes de conocimientos sólidos sobre las artes plásticas, y según ha evolucionado la humanidad, también lo han hecho las escuelas de artes, dispersas por todo el mundo y compenetradas en la competencia por el domino de colores, claros oscuros, modelado o cualquiera de las técnicas estudiadas. Cuba ha sido una isla que no ha estado distante de la evolución del arte.

Los pilares de la creación artísticas situados en Europa, encontraron eco en el Caribe al ser Cuba colonia de España, cuna de grandes pintores.

En fecha temprana como el 11 de enero de 1818, fue fundada la Academia Gratuita de Dibujo y Pintura de La Habana, oficialmente reconocida por la Real Sociedad Económica de Amigos del País.

Sus talleres y estudios se establecen en la sede de la propia Real Sociedad, en el Convento de San Agustín (Aguiar y Teniente Rey). El primer director fue su iniciador, el pintor francés Juan Bautista Vermay.

Desde entonces, el desarrollo de las artes plásticas en Cuba ha compartido los avatares de esta escuela, que tomó como ejemplo sus similares europeas. El 13 de agosto de 1832, se emite el primer Reglamento que entre otros temas, hizo constar que en lo adelante la Academia Gratuita de Dibujo y Pintura de La Habana, se denominaría San Alejandro en memoria de Alejandro Ramírez, superintendente general, subdelegado de Real Hacienda y Director de Real Sociedad Económica, por debérsele su fundación y progreso.

Desde su inicio hasta 1878 muchos fueron los directores que transitaron por San Alejandro, todos extranjero, pero en esa fecha ocupó el mando de la escuela el primer cubano, Miguel Melero y Rodríguez tras realizar brillantes oposiciones para ocupar la dirección.

Melero estará durante veintinueve años al frente la Academia, debiéndosele la introducción del preparado de grises como medio básico de valoración, la entrada de las mujeres en la escuela y el establecimiento de la clase de modelo vivo.

En 1883 la Escuela se une oficialmente al Consejo Universitario y sus alumnos premiados concurrían, para recibir el diploma correspondiente, al Aula Magna de la Universidad en el Convento de San Juan de Letrán.

En 1962, gracias al triunfo de la Revolución cubana, ocurre una importante mejoría en la instalación de la escuela, al ser trasladadas sus aulas y talleres, desde el vetusto edificio colonial de la calle Dragones, al edificio Flor Martiana, frente al Obelisco de Ciudad Libertad.

En este año se denomina oficialmente Escuela Taller de Artes Plásticas de La Habana San Alejandro. Al año siguiente, la escuela pasa al Departamento Provincial de Cultura, subordinado al Consejo Nacional de Cultura.

Un nuevo cambio de nombre ocurre en 1969 en que la escuela se denomina oficialmente Escuela Provincial de Artes Plásticas San Alejandro. Con la creación en 1976 del Ministerio de Cultura, éste pasará a ser el organismo rector del plantel educacional.

 El arte joven cubano desde las aulas de San Alejandro

San Alejandro fue y es uno de los centros de enseñanza para plásticos de mayor prestigio del país, donde distintos movimientos renovadores han brillado con el decursar de los años. Por sus aulas y talleres han transitado importantísimos creadores cubanos que con su labor situaron a nuestro arte en una posición destacada a nivel mundial. (audio Lesmes Larroza, comenta sobre la organización de las Escuelas de Arte)(insertar url) La escuela actualmente tiene como encargo social la captación de los estudiantes de La Habana, Mayabeque, Artemisa, Pinar del Río e Isla de la Juventud. Los alumnos ingresan a la escuela a partir de noveno grado, o en décimo grado, nunca después de cumplir 17 años; deben tener 85 puntos de promedio en la enseñanza de la que provengan, además de reunir las aptitudes imprescindibles en un artista.

Lesmes Larroza, subdirector de San Alejandro explica que el proceso de captación se desarrolla en todos los centros de este tipo en igual período y se tienen en cuenta los mismos requisitos.

“No son pruebas de aptitud, sino exámenes de ingreso en el que los estudiantes deben demostrar, además de las aptitudes, ser competitivos, pues el número de plazas otorgadas es mucho menor que los presentados”, agrega. El proceso de captación es a partir de las necesidades que tenga el Centro Nacional de las Artes Plásticas, teniendo en cuenta el criterio de la subdirección de la Enseñanza Artística, Dirección Provincial de Cultura, directores de la red de galerías, y las demás instituciones encargadas de promover el arte.

En definitiva es un trabajo en conjunto que se desarrolla cada cinco años para garantizar el curso del arte en Cuba.

San Alejandro ha cambiado mucho hasta la fecha, comenta Larroza, y dice que al inicio de la Revolución si era necesario crear Escuelas Vocacionales de Arte para localizar talentos y personas con aptitudes hacia las artes, pero eso es una etapa que ya está vencida dentro del sistema de educación; a la enseñanza artística los estudiantes ingresan hoy con un alto nivel.

No es suficiente reunir aptitudes, sino que es necesario demostrar habilidad y competencia en los exámenes de ingreso.

Las pruebas que se realizan son eliminatorias, así que desde la primera se debe demostrar todo el conocimiento posible para ganar un puesto en la Academia.

Las evaluaciones son muy fuertes pero de esta manera se garantiza el mantenimiento del talento en los jóvenes que integrarán el plantel. Los estudiantes deben tener incorporados conocimientos de dibujo, escultura, pintura, para asegurar un alto puesto en el escalafón final y de esta manera integrar las aulas del tan añorado San Alejandro.

Larroza informa que son 174 estudiantes la matrícula del curso 2014-2105, y explica que la carrera se desarrollará en un período de 4 años de estudio, donde el primero es general, de nivelación, en el que el estudiante va a tener una aproximación al mundo del arte, y se comienzan a dar los primero pasos hacia la pintura, la escultura, el diseño, el grabado entre otras especialidades. Ya en segundo año el estudiante opta por una especialidad.

Este proceso se realiza a partir de la propuesta del estudiante pero siempre teniendo en cuenta el criterio de los profesores, que al final son los que conocen del desarrollo de las habilidades que ha alcanzado el alumno, destaca el subdirector. Actualmente la Academia cuenta con las especialidades de Pintura, Escultura, Grabado, Cerámica, Arte digital e Ilustración.

Esta última se comenzó a impartir durante el presente curso como especialidad propia. Julio Trujillo, profesor de Ilustración comenta sobre el agrado que ha tenido esta especialidad.

“Este curso solamente tenemos un alumno matriculado, pero los resultados obtenidos han sido maravillosos, porque se ha perfeccionado la técnica demostrando resultados favorables tanto para el estudiante como para la escuela.

Para el curso próximo el número de Ilustradores aumentará, además de ser una necesidad social la presencia de estos, los educandos se sienten motivado hacia esta manifestación” Ilustración convertida ahora en especialidad independiente, se ha veniso impartiendo con regularidad en talleres desde segundo año.

Esto ha permitido dotar de herramientas importantes a los futuros Picassos cubanos. Alejandro Peña, estudiante de segundo año agradece a los profesores las clases de Ilustración pues reconoce la importancia de estas para aumentar el dominio de técnicas como el dibujo, destaca que además de aprender plumilla también adquiere habilidad en la mezcla de colores y resalta que es una tarea que demanda mucho estudio.

Orgullosos de San Alejandro

En el año 2001, tras una visita del Comandante en Jefe Fidel Castro, a las aulas de San Alejandro, se suscitó una importante donación de equipamiento para la enseñanza, inaugurándose el Laboratorio de Gráfica y Arte Digital, lo que posibilitó el desarrollo de estas nuevas especialidades.

El claustro de profesores está integrado por jóvenes artistas, la mayoría graduados de esta escuela y otros con una obra reconocida al desempeñarse por más de 30 año en el mundo de la Plástica. El plato fuerte de San Alejandro recae precisamente en la fusión de experiencia y juventud, dos generaciones trabajando al unísono proporciona estabilidad pero renovada con las más modernas tendencias del arte.

Anteriormente en esta escuela de artes se impartían todas las asignaturas que integran la carga docente del preuniversitario, además de las especialidades propias de la cada manifestación de artes plástica. Actualmente el peso pedagógico recae justamente en fortalecer las especialidades artísticas, sin dejar a un lado las demás asignaturas que garantizan la cultura general integral en los estudiantes.

Al término de los cuatro años, los alumnos interesados pueden acceder a los estudios universitarios en cualquiera de los centros docentes del país después de aprobar los exámenes de ingreso que demanda la Educación Superior.

Lo más importante que ha logrado la escuela es que los alumnos la vean como su propia casa, tanto es así que son las tesis de graduación, muchas que permanecen en los pasillos y demás áreas, las que demuestran el talento de los egresados.

Si en el inicio, desfilar por las aulas de la Academia te prestigiaba en el campo intelectual, el paso del tiempo no ha cambiado el orgullo que significa matricular en San Alejandro.

Espiritualmente recompensa cursas estudios en las mismas aulas donde se formaron los grandes artistas plásticos de Cuba. Por solo mencionar algunos Víctor Manuel, Fidelio Ponce de León, Jorge Arche, Eduardo Abela, Servando Cabrera integraron la vanguardia artística de la nación y si seguimos la historia también Roberto Fabelo, Ernesto García Peña, Alexis Leyva Machado (Kacho) han sido fruto de los casi dos siglos de la escuela.