Moisés Simons, el autor de El manisero, posiblemente la más famosa canción creada por un músico cubano, volvió a ser noticia, justo cuando Cuba se preparaba para recibir a la tormenta tropical Laura (que afortunadamente no causó grandes daños en la Isla). La razón nada tiene que ver con lo sucedido el 20 de octubre de 1926, fecha en que llegó a la Isla uno de los huracanes más potentes y la inundación destruyó todas las piezas escritas por Simons hasta ese momento.

Por el contrario, Simons es recordado este 24 de agosto por el pueblo cubano que, desde el confinamiento al que nos obliga la Covid 19 y el paso de Laura, rinde homenaje al célebre compositor, pianista y director de orquesta en el aniversario 131 de su nacimiento.

Nació en La Habana y comenzó a estudiar música con su padre Leandro Simón Guergué (músico vasco). Tenía apenas nueve años cuando se convirtió en organista de la iglesia del barrio de Jesús María (en la capital cubana), y director del coro de la Iglesia del Pilar.

Seis años después comenzó estudios avanzados de composición, armonía, contrapunto, fuga e instrumentación, y se convirtió en pianista de concierto y director musical para compañías de teatro lírico.

Trabajó en los teatros Martí y Payret e hizo giras por México, República Dominicana, Puerto Rico y Centroamérica. Fundó en 1924 su jazz band, con la que se presentaba en el roof garden del Hotel Plaza, en La Habana.

Ubicado como compositor en la edad de oro que vivió la música cubana en el período comprendido entre las dos guerras mundiales, junto a Alejandro García Caturla, Amadeo Roldán, Ernesto Lecuona, Eliseo Grenet, Gonzalo Roig, Rodrigo Prats y Jorge Anckermann, Simons escribió música para películas y como investigador de la música cubana publicó sus trabajos en periódicos y revistas.

Según cuenta Eduardo Robreño, El Manisero, grabada en más de 160 versiones, la escribió en una servilleta, en un establecimiento donde se vendía café con leche, chocolate y panecillos, ubicado en la esquina de San José y Amistad, en el barrio San Leopoldo (Centro Habana). Fue una tarde de 1928. Un amigo le confeccionó el guión para voz y piano, con el fin de ponerle la letra definitiva. Luego se lo entregó a Rita Montaner, que lo grabó para la firma Columbia, refiere Robreño.

En mayo de 1930, agrega, El Manisero se entona en Nueva Jersey por el cantante Antonio Machín, con la orquesta de Justo Don Azpiazu y seis meses después se distribuye y convierte en el primer boom de la música latina.

En Francia, principalmente en París, vivió Simons la mayor parte de la década del treinta y comienzos del cuarenta. Regresó a Cuba en 1942 y luego se fue a Tenerife y después a Madrid, donde firmó un contrato para realizar la música del film Bambú, en el que se incluía su última composición Hoy como ayer, y falleció el 24 de junio de 1945.