Titón: Aproximación a su vida y obra artística


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Ella, actriz, fue esposa de uno de nuestros más grandes cineastas, Tomás Gutiérrez Alea, cuya obra, Memorias del Subdesarrollo a la cabeza, ha trascendido en el tiempo e internacionalmente.  Y, así, desde el amor, acuciosa, infatigable e inteligentemente, Mirtha Ibarra logró compilar gran parte de la correspondencia que sostuviera Tomás con colegas, escritores, críticos, actores, familiares y amigos.  Tan denodado esfuerzo tuvo una magnífica derivación, el libro Titón, Tomás Gutiérrez -Alea: Volver sobre mis pasos (Ediciones Unión, 2018, 329 pp.).

La obra contiene textos introductorios de Juan Antonio García Borrero, Julio García Espinosa y Carlos Saura, así como el capítulo “Su vida en mi memoria” (pp. 287-314), de la propia autora. “Titón certeramente escribe ella logró apresar su época y expresarla en toda su complejidad con un estilo muy personal”; mientras que en otro momento expresa: “… siempre luchó por decir lo que creía necesario, porque los problemas de este país lo desvelaban y pasaba, a veces, grandes depresiones por esto, porque sentía el peso de su responsabilidad como revolucionario y artista”.

Tomás Gutiérrez Alea (La Habana, 1928-1996), graduado de Abogado en la Universidad de La Habana (1951) y de Dirección Cinematográfica en el Centro Sperimentale Di Cinematografía de Roma (1953), fue un hombre culto, sensible e interesado por diversas manifestaciones de la cultura. Le atribuyó gran importancia a la música en sus filmes.  En carta enviada al maestro Leo Brouwer le expresó al compositor: “… puedo decir con toda honestidad que mis películas más logradas (particularmente Memorias… y La Última Cena) son lo que son, gracias, en gran medida, a la extraordinaria calidad de la música que tú has compuesto para ellas…” (p 178).

Enriquecen la estructura general del libro de Mirtha Ibarra la biofilmografía, los premios y distinciones, fichas técnicas, así como fotografías y dibujos realizados por el propio cineasta.

La biofilmografía (pp 317-322) registra en detalle la vida y obra del realizador. Conocemos por ejemplo, de su participación como corresponsal de guerra en Playa Girón, o de cuando asumió la dirección de uno de los recién fundados grupos de creación del Icaic (1987).  Memorias del Subdesarrollo, Fresa y Chocolate, y Guantanamera clasifican entre sus películas más premiadas. Las fichas técnicas contemplan, incluso, la fecha de estreno de cada uno de sus filmes.

El testimonio gráfico es rico en cuanto a su variedad de imágenes.  Vemos a Titón niño, luego con sus padres, en sus clases de piano, en el estudio de César Pérez Sentenat, en sus tiempos en Cine Revista, junto al Che, en compañía de Manuel Octavio Gómez y Humberto Solás, en el Festival de Cine de Karlovy  Vari (1972), junto a su esposa, Mirtha Ibarra, asimismo con sus hijas Marina y Audry. El libro culmina con varios dibujos realizados por el propio Titón, sin dudas un creador con diversas inquietudes, las cuales gracias al cine, él supo aunar, integrar y encausarlas. Los textos al pie de página enriquecen la calidad informativa del libro.

Al concluir la lectura de esta enjundiosa compilación realizada por Mirtha Ibarra, dados todos los elementos registrados, llegamos a obtener una visión bastante abarcadora de la real dimensión de este hombre, de sus experiencias en cada contexto donde se desenvolviera, de su medular protagonismo en el Icaic (Instituto Cubano del Arte e Industria Cinematográficos), y de cómo, con sus dudas, contradicciones y aciertos, en lucha constante, con su honestidad personal y profesional, él supo crear su obra y ponerla al servicio de su país.

El libro, sin dudas, devendrá útil referente para críticos e investigadores, profesores y todo aquel interesado en las complejidades del mundo cultural.


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