Una atracción del verano: las teleseries de corte histórico


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En los últimos años los temas históricos, que en su época sirvieron de argumento para innumerables guiones cinematográficos, han sido  sustento de múltiples series de televisión. Durante este verano el Canal Multivisión ha retomado nuevas temporadas de dos de ellas que fueron estrenadas, precisamente, en el verano de 2014: Mansión Crawley, también conocida por Downton Abbey y Reinado.

Mansión Crawley escrita por Julian Fellowe ha sido la más costosa producida por la televisión británica, así como la más multipremiada, mientras Reinado fue creada por Laurie McCarthy y realizada por  la cadena estadounidense CW. Si bien la primera está dirigida a un público general, meticulosamente producida al ajustarse en sus ambientaciones y costumbres de época, y muy apegada a los acontecimientos que rigieron el período en que se desarrolla, la segunda, se inclina hacia un segmento más joven, ficciona mucho la historia y se convierte en una interesante aventura en que los principales protagónicos existieron en la vida real, mientras otros se mueven entre la leyenda y el mito. Pero lo que no hay dudas, que con sus diferencias cualitativas, ambas promueven en el espectador la búsqueda y la indagación histórica.

Multitud de tramas, perfectamente estructuradas, se perfilen en la teleserie británica,  en las interioridades de una aristocrática familia y su servidumbre, que enfrenta la Primera Guerra Mundial y sus efectos, así como los cambios que a nivel social y político se producen. Ya en la temporada actual, que trasmitió Multivisión, se aprecia como los aristócratas de Downton Abbey van adoptando posturas y prácticas cada vez más aburguesadas, como los sirvientes se desempeñan en su papel de clase media baja y empiezan a preocuparse por su futuro económico, y las mujeres se  dignifican en su género,  a partir de algunas libertades que en la historia real fueron significativas, como el derecho a la propiedad después del matrimonio,  al divorcio y a exigir la custodia de los hijos. Si a este recuento histórico de una época se le suman impecables actuaciones, más el apego exhaustivo a los entornos históricos, en un cuidadoso trabajo de ambientación, los resultados son los que ha obtenido la serie: ser una de las más vistas y premiadas en el mundo.

Reinado no tiene el acabado y la calidad estética de Downton Abbey, evidentemente, como ya expresé está dirigida hacia un público joven por lo que en ella priman elementos fantásticos, mucha aventura, intrigas y romance muy aderezados con sugerencias al sexo,  junto a rostros muy jóvenes y bellos, que hacen atractiva la historia. La ambientación si bien en las locaciones está lograda, el vestuario, fundamentalmente,  en el caso de los personajes femeninos se mueve entre la época con derivaciones hacia  la moda actual, con lo que vemos adaptaciones muy modernas de la vestimenta del período, incluyendo el maquillaje, los peinados y la bisutería. Hay personajes totalmente de la ficción, María Estuardo tuvo cuatro damas pero todas ellas tenían el nombre de María, por tanto sus damas Greer, Lola, Kenna y Aylee no son parte de la historia real. Igual ocurre con Sebastián, quien aparece en la serie como hermano  del rey Francisco. Aunque  su padre el rey Enrique tuvo relaciones con Juana de Poitiers, quien en la serie es madre de Bash, y con ella tuvo descendencia, ninguno  se registra con ese nombre.

Pero,  tanto Mansión Crawley como Reinado se erigen a partir de historias reales aunque recreadas con elementos de ficción que las hacen más atractivas y cercanas al público. Y esto es una fortaleza, pues ello permite al espectador interesarse por los períodos históricos y buscar literatura que amplié sus conocimientos de la época. Muy pocas personas pasan por alto estos referentes, la mayoría busca, pregunta,  se interesa por saber si las cosas ocurrieron así y los destinos, en el caso de Reinado, de María Estuardo y el rey Francisco, fueron los que exactamente se narran en el guión televisivo.

La historia es muy atractiva y sugerente, y una muy buena forma de socializarla de manera  amena, es llevarla a la pantalla en adaptaciones que provoquen la indagación. En Cuba, hemos tenido algunas experiencias tanto nacionales como extranjeras, no podemos obviar la fidelidad a la historia de la teleserie mexicana El Carruaje, que hace algún tiempo trasmitiera nuestra televisión. Entre las del patio, aunque  las ambientaciones y  las escenografías, quizás no han estado a la altura  por razones de tipo económico, no obstante, se han logrado buenas caracterizaciones y lo mejor, estas novelas han logrado interesar al público en los períodos  que se han propuesto reflejar. Podríamos citar como ejemplos: Sol de batey, Las huérfanas de la Obrapía, Pasión y Prejuicio y  Al compás del son, entre otras. En los últimos tiempos la teleserie Duaba, fue un ejemplo de buen hacer, que con un sentido más didáctico, logro despertar el interés sobre acontecimientos históricos poco conocidos.

Extranjeras o nacionales no podemos perder de vista que las series o novelas que abordan estos temas ejercen una seducción especial en los espectadores y este es un aspecto que no debemos obviar a la hora de conformar una programación de calidad. Esperemos, entonces que Multivisión nos haga nuevas propuestas y  traiga nuevas temporadas de Mansión Crawley y también, de Reinado.


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