Una mirada hacia adentro:Cuando el amor no alcanza


una-mirada-hacia-adentrocuando-el-amor-no-alcanza

Mucha gente pequeña, en pequeños lugares,

haciendo cosas pequeñas

pueden cambiar el mundo.

Eduardo Galeano

 

 

Confieso que desde hace algunos años atrás dejé de mirar las telenovelas cubanas. Mi escaso tiempo para la recreación en casa, amén de mi “absoluta” preferencia por las obras brasileñas, justamente por la efectiva forma sutil de “enseñarnos” cómo manejar con inteligencia los intríngulis humanos en una sociedad distinta de la nuestra, el buen uso de paisajes, de música, la interpretación sin estridencias inútiles, y mi curiosidad por otra cultura latinoamericana, me acercaron a esos videos.

No obstante, siempre “ojeaba” las novelas cubanas, y, a decir verdad, me sentía defraudada por el guión, generalmente simple, poco imaginativo, carente de convincentes sentimientos humanos, de reflexiones necesarias, únicamente dirigido a reflejar, como un espejo, a veces poco pulido, lo obvio de nuestra realidad, o de la realidad vista a través de un criterio cultural reduccionista. Una especie de novela “informativa”.

A pesar de que mis criterios no tienen más valor que el de una sencilla telespectadora, he reconocido en distintas ocasiones que existen en dichas obras valores artísticos, en la música y en algunas actuaciones realmente sobresalientes. Otras veces, he compadecido a los buenos actores y actrices que debían hacer derroche de talento para decir algunas cosas poco creíbles, casi intrascendentes, calcadas del día a día, sin más aspiraciones…

También la ausencia, o la poca crítica especializada, que ha acompañado o desamparado a muchas de las telenovelas cubanas, no permitieron que yo viera en ellas virtudes específicas, para las cuales no tengo suficientes conocimientos del arte para apreciarlas directamente.

Es preciso ahondar en el arte de la telenovela, como se hace en el del cine o la música,  para que el público capte y disfrute más y mejor la entrega de una obra con valores propios. No se trata de conocer la vida y milagros de las personas mediante entrevistas, sino de “saber algo más” de las tendencias, estilos autorales (nacionales y extranjeros), etc.

Recientemente, la telenovela Cuando el amor no alcanza[i] ha presentado, en mi modesta opinión, un problema central interesante: el contrapunteo entre el romanticismo y el realismo, aplicado al análisis de la vida social cubana actual, particularizando en una comunidad ubicada en un céntrico edificio de apartamentos habanero. 

Mucho podrían ayudarnos en este análisis los magníficos sicólogos, sociólogos y antropólogos, masculinos y femeninos, que tenemos y que comparten ciertas preocupaciones que aparecen en esa telenovela. (Podría intentarse dedicar algunos coloquios o mesas redondas al respecto). 

Ha sido y es preocupación y reclamo continuo del Primer Secretario del Partido Comunista y Presidente de los Consejos de Estado y de Ministros de Cuba, Raúl Castro Ruz, la inclusión y el desarrollo de la crítica en torno al modelo económico, social y cultural cubano que se construye en la actualidad, que está en pleno proceso de creación.

Ha explicado Raúl la necesidad urgente de esa mirada crítica y de la polémica culta, por cuanto se avanza por un camino inédito, lleno de intensas situaciones conflictivas que deben enfrentarse desde la vida práctica, en condiciones adversas, influenciadas, sin duda, por el diferendo entre Cuba y los EE. UU. No podemos ignorar este factor antagónico desde la política, la economía y la cultura, debido a la cercanía geográfica y a la importante influencia cultural que lo caracteriza. Este es un desafío mayor, que todavía no se percibe en toda su magnitud y contemporaneidad.

Demográficamente, Cuba exporta fuerza de trabajo calificada, masculina y femenina, mediante distintas vías y formas: emigración de personas particulares hacia los EE. UU., de forma legal o ilegal, esta tiene un peso notable en este movimiento. Lo tendrá más en la cultura de retorno de los futuros repatriados en Cuba.

Pero también existen otros destinos para el cubano o cubana migrante. También van hacia otras culturas latinoamericanas, europeas, asiáticas, etc., quienes cumplen misiones internacionalistas o contratos particulares; el tema es largo y complejo, y, desde luego, sus consecuencias están muy presentes en la telenovela que comento. Uno solo de sus aspectos, la remesa, conlleva mentalidades y posiciones diversas hacia el trabajo ?la más seria responsabilidad social de la población cubana laboralmente activa? por parte de quien/es la recibe/n. Además, de incuestionables diferencias socioeconómicas e ideológicas, sobre todo entre los jóvenes.

Volviendo a la comunidad virtual de la telenovela que nos ocupa. Aprecio que su mayor cualidad positiva radica en un acercamiento a la vida contemporánea en que vivimos inmersos, sobre la cual escribe reflexivamente, con  naturalidad y mucho acierto, una narradora naif o amateur, al inicio y final de cada capítulo: Teté, encargada del edificio (oficio perdido), y madre protectora de una joven ?en apariencias con alguna lentitud en su evolución mental (o ¿una joven romántica extemporánea?, Mariposa) Esta última habla con sus plantas, y despliega amor hacia su entorno,  hasta que sufre en ella misma la violencia de la vida real.

El abanico de “cuestiones femeninas” que se abre sobre nuestra sociedad, de acuerdo con la edad, posición económico-social (ama de casa, trabajadora estatal o por cuenta propia, estudiante… soltera: Nereida, mujer joven e independiente, seductora, y sorpresivamente enamorada de Víctor, que no quiere ceder nada de su espacio como mujer profesional; casada o “arrimada”, divorciada (Rita) con el trauma de la infidelidad, casi ingenua y casual de su esposo, uno de los personajes masculinos más interesantes de la telenovela, “pez fuera del agua” del machismo corriente…

Mujeres ya ancianas, pero de un encanto especial,  son “Manina” y Gisela –ambas experimentadas actrices profesionales-, de una trayectoria vital todavía activa, cargadas de valores éticos, morales y razones bien fundamentadas en sus contradicciones y enfrentamientos con las mujeres más jóvenes (“Manina” vs. Nereida y Gisela, más avanzada en su pensamiento y proyección hacia el nieto que su nuera y madre del adolescente, sin más ocupación, ni preocupación,  que la espera de la salida del país para reunirse con su esposo).

Los personajes masculinos parecen permanentemente atrapados en una gran multitud de contradicciones entre modelos de conductas del pasado, presente y futuro. El trabajador manual, hombre responsable, de vida modesta y de entrega total como padre y jefe de la familia, está caracterizado por Walfrido, el esposo de Teté.  Debo destacar que hay una evidente simetría en las relaciones de esta pareja, en la que cada quien asume su responsabilidad y siente respeto y amor por el otro u otra.

Ciertamente, este no es un amor romántico, sino realista, practico, sufrido, leal, y sobre todo, necesariamente sincero. Han creado una familia, tienen dificultades y las enfrentan, como pueden, siempre juntos. Las relaciones entre Teté y su nuera (Leida), de origen campesino, son reales; existen  asperezas, sin perder calidez afectiva. Teté también ve a su nuera con amor de madre.

Otra arista aguda de la telenovela es el problema racial.  Aparecen los abuelos negros (Tito y Fina) que educan a una “mulatica” linda, e igualmente consentida, bastante malcriada, e inmadura a sus 25 años: Belkis. Esta es una aproximación a una generación nueva, nacida a partir de los años noventa (período especial que aún se prolonga en la realidad cubana, con un horizonte de soluciones relativamente reducido, o, estancado).  La joven disfruta de una posición económica respaldada por la remesa y los regalos del padre, quien vive en el exterior.

La realidad, totalmente enajenante,  en que se desarrolla la joven Belkis,  apareja una frustración emocional: ella es egoísta, intenta ahogar sus carencias sentimentales en una vida frívola, que, a su vez, influye negativamente sobre sus abuelos y su madre Nora, Ingeniera en Minas (“blanca”, casada con un “blanco”, que ha formado una nueva familia “blanca”,  de la cual se siente excluida su primogénita “mulatica” ¿Esto es solo imaginación, o, una realidad de parte de la sociedad cubana que prolonga el racismo por inercia y/o ignorancia?). Hay más de una razón que aún afecta la funcionalidad de la familia cubana, muy reconocida como la célula fundamental de nuestra sociedad y que requiere mucha mayor atención institucional y política.

Como trabajadora,  la madre de Belkis es un ejemplo positivo. Ella ha encontrado la solución de vida independiente, difícil en Cuba: tener una vivienda propia ¡en Moa![ii]. He aquí otro de los grandes prejuicios cubanos, el “fatalismo geográfico” -inducido por el desarrollo inarmónico de la sociedad y el tradicional modelo cultural “habano céntrico”-, que “impide el éxito” de quienes no residen en la capital del país.

Considero que esta obra audiovisual,  de muchos más detalles acerca de la realidad cubana, posee el mayor interés para los telespectadores.  (Tal vez debía hablar solamente por mí, pues, no he realizado ninguna encuesta para elaborar tal afirmación científicamente). Espero que otros comentarios más autorizados que el mío, potencien la atmósfera cultural alrededor de esta telenovela y su relación con la contexto de nuestra sociedad.

En fin, la trama aún comienza, dejémosla avanzar. Para mí, ya tiene más de un punto de ventaja porque en ella hay humanidad, sinceridad, y, en especial,  no repite situaciones imitativas tomadas de las telenovelas brasileñas; esto ya ha ocurrido en ocasiones anteriores.

La telenovela cubana, como producto cultural,  podría incursionar en temas extraordinarios, si contemplara inclusivamente el campo de la Historia.  Las ricas situaciones que rodean la formación de nuestra nacionalidad, nación y cultura, da oportunidades para realizar verdaderas sagas familiares: ¿cuánto hay que decir y ver sobre Mariana Grajales Cuello y la familia Maceo-Grajales?  Una epopeya podría escribirse y verse en torno a los últimos 100 años y algo más (1900-2014),  de la lucha por la independencia, soberanía y desarrollo integral de Cuba, en una referencia exclusiva de las relaciones entre Cuba y los EE. UU. Las personalidades son extraordinarias, de alcance mundial; también son tales los hechos sucedidos. Visiones de Libertad (tomo I y II) de Piero Gleijeses, narra lo ocurrido en la guerra de Angola, la base histórica y ética de Cuba al participar en ella. El cambio en la Historia universal que allí tuvo lugar.

¿Por qué esperar por otros para abordar los temas cubanos?  No nos faltan historias, tampoco temas musicales, maravillosos creadores y artistas. En la danza, la vida profesional de Alicia Alonso, ¿existe algo más romántico,  y fuera de lo común, para un país “pequeño” y de “escasos recursos”? Y, sin embargo, Alicia y la escuela de ballet cubana son parte de lo realmaravilloso de nuestra Historia. Entonces, ¿dónde están nuestros verdaderos límites y limitaciones? Elevemos al infinito la cultura cubana actual.-   La Habana, viernes, 31 de julio de 2015

 

 

[i] Su autora principal es la escritora cubana Mayté Vera, bien conocida y muy recordada por otra telenovela “El naranjo del patio”, entre muchas de gran calidad artística.

[ii] Moa: municipio de la provincia de Holguín, al este u oriente de la isla de Cuba, en la República de Cuba.  Sus dos fábricas de níquel son la principal riqueza económica con un importante aporte al PIB de Cuba siendo uno de los primeros productores del mundo. Sus fábricas: Ernesto Che Guevara y Pedro Sotto Alba lideran la producción metalúrgica.

 


0 comentarios

Deje un comentario



v5.1 ©2019
Desarrollado por Cubarte