Amanecimos con la feliz noticia de que desde el diez de diciembre de 2025, la Práctica del Son Cubano forma parte de la lista representativa del Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad, que coordina la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO).
Según comunicación recibida del Consejo Nacional de Patrimonio Cultural y del Instituto de la Música de la República de Cuba la noticia trascendió durante la reunión del Comité de Patrimonio Cultural Inmaterial de esa organización internacional, que se celebra por estos días en la ciudad de Nueva Delhi, India.
Avala la mencionada decisión un detallado expediente, elaborado desde Cuba por los portadores del género, con el acompamiento del Centro de Investigación y Desarrollo de la Música Cubana (CIDMUC), el Instituto Cubano de la Música y los Consejos Nacionales de Casas de Cultura y de Patrimonio Cultural.
Uno de los más fieles exponentes del Son Cubano, Francisco ‘’Pancho’’ Amat -prestigioso trecero, director de agrupaciones musicales, maestro de academias en Cuba y en el extranjero y Premio Nacional de Música-, en declaraciones relacionadas con la celebración comentó: ‘’…hoy, además de los cubanos que estamos de fiesta, los hermanos caribeños que le han aportado nuevos tintes y colores, los europeos, los asiáticos y todos los que lo practican desde la música, el baile, el canto, quienes lo escuchan y lo aman, hoy están de fiesta.
Es una alegría para los cubanos haber dado un género que ha invadido el mundo para satisfacción de la humanidad. Muchas felicidades para todos”.
El Son es una de las expresiones que identifican la cultura popular y tradicional cubana y por ende tiene especial importancia en la conformación de la identidad cultural de la nación.
La práctica de ese género musical y bailable, en sus diferentes variantes, ha trascendido en el tiempo, manteniendo total vitalidad a lo largo de la geografía nacional y extendida su influencia al mundo entero, lo que se ejemplifica en el quehacer de prestigiosos músicos como el puertorriqueño Gilberto Santa Rosa, de quien obtuvimos las siguientes consideraciones:
‘’…permítanme unirme a ésta celebración, gracias a la gestión del maestro Adalberto Álvarez, así mismo a los soneros de todos los tiempos por haber defendido al Son Cubano y mantenerlo vigente.
Me permito celebrarlo con ustedes y a la vez celebrarme, porque soy un seguidor del Son de toda la vida…”.
Desde su nacimiento en la región oriental de Cuba la peculiar manera de hacer la música se ha erigido en una de las bases de la sonoridad cubana, y al igual que los nacidos en esta tierra tiene en sus genes notables aportes de las culturas africanas y española, lo que le ha aportado una peculiar personalidad tímbrica que le confiere personalidad propia y contagiosa.
En su rica historia la etapa de mayor esplendor se recoge a partir de la década del 20 del siglo pasado, con el surgimiento y desarrollo de la radiodifusión comercial, alcanzando la condición de Patrimonio Cultural de la Nación en 2012.
El Septeto Habanero, formación musical de más de 105 años (junio de 1920) es uno de los pilares del Son en Cuba, al tiempo que se le reconoce como Escuela de Soneros por ser históricamente espacio de formación para importantes músicos reconocidos por el gran prestigio alcanzado en sus carreras profesionales, entre los que destacan Pedro Ibáñez, Laito Sureda, Abelardo Barroso, Félix Chappottín y Vicentico Valdés, por solo citar algunos.
En exclusiva para esta publicación Jaime Gracián, representante de la legendaria formación comentó: “…estamos muy felices porque nuestro Son Cubano haya sido declarado Patrimonio de la Humanidad, este hecho le da a la cultura popular de esta nación un motivo más de orgullo y le otorga al Son el lugar privilegiado que le corresponde en el entramado de la sonoridad universal…”.
Con esta inclusión en la lista representativa del Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad crece la nómina de expresiones cubanas con semejante distinción, otras prácticas nacionales con igual categoría son:
- La Tumba Francesa (2008)
- El Tres (2011)
- El Son (2012)
- Las Lecturas de Tabaquería (2012)
- El Repentismo (2012)
- Las Parrandas de la región central (2013)
- El Danzón (2013)
- El Carnaval de Santiago de Cuba (2015)
- Las Charangas de Bejucal (2015)
- Los Saberes de los Maestros Roneros (2016)
- El Órgano oriental (2017)
- El Punto cubano o punto guajiro (2017)
- El Changüí (2018)
- La Cocina criolla cubana (2019)
- La fiesta de los Bandos Rojo y Azul de Majagua (2020)
- El Bolero (2021)
- La dimensión cultural del béisbol: el juego de pelota, saberes y prácticas asociadas (2021)
- El Casabe (2024)
Esta acción del organismo internacional constituye un merecido homenaje a la creatividad y la alegría de todo un pueblo, así como a los soneros del mundo y a tantos portadores que han mantenido viva y latente una de las más robustas tradiciones del patrimonio cultural cubano.
Imposible hablar del Son en Cuba y no mencionar a uno de sus más comprometidos defensores: el maestro de generaciones, pianista, compositor, director de orquesta y Premio Nacional de Música, Adalberto Álvarez, fallecido en 2021 a los 72 años de edad.

Su identificación con el género lo llevó al reconocimiento del público dentro y fuera del territorio nacional, alcanzando el sobrenombre de El Caballero del Son. De los archivos del Instituto Cubano de la Música obtuvimos estas palabras pronunciadas por el artista que entre muchas otras cosas generó la celebración del Día del Son Cubano cada ocho de mayo, en recordación a dos grandes pilares (Miguelito Cuní y Miguel Matamoros).
“…el Son para mí es un compañero inseparable de la vida, a través del cual me permito transmitir estados de ánimo a mi pueblo y a la gente que nos escucha.
El Son anda conmigo y es parte de la sangre de mis venas, con él nací, con él crecí y con él voy a morir. !Qué viva el Son Cubano…!”

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