La Editorial China Intercontinental Press presentó hoy el libro «Historias de China y Cuba» que refleja múltiples perspectivas sobre los intercambios amistosos entre ambos países desde el establecimiento de relaciones diplomáticas hace 65 años.
Dong Baosheng, presidente de la editorial, destacó que esta obra relata historias genuinas y recuerdos valiosos de quienes han sido testigos del desarrollo de los nexos bilaterales.
En su opinión, estas narrativas reproducen la comunicación, cooperación y amistad entre los dos pueblos y construyen un marco de diálogo que combina profundidad histórica y perspectiva internacional.
El contenido del libro incluye contribuciones de diplomáticos, periodistas, académicos y estudiantes internacionales.
Según Dong, muchas de estas historias se revelan al público por primera vez y evidencian el mutuo conocimiento y la afinidad entre ambos pueblos, a los cuales se describe como “buenos amigos, buenos compañeros y buenos hermanos”.
El exembajador de China en Cuba y editor jefe de este libro, Xu Yicong, comentó algunas de sus experiencias en el mayor archipiélago de las Antillas, donde pudo interactuar en varias ocasiones con el líder histórico Fidel Castro.
“Alcancé un alto entendimiento sobre Cuba y me hizo llegar a respetar el país desde aquel momento”, dijo en la presentación.
Xu resaltó que esta obra refleja los sentimientos de las relaciones bilaterales, al tiempo que transmite conocimientos sobre la nación al público del gigante asiático.
El embajador de Cuba en China, Alberto Blanco, comentó que más allá de su momento actual, este libro será leído con gratitud por varias generaciones de cubanos y chinos.
“Con un estilo ameno y natural, contribuye a preservar la memoria histórica mediante testimonios llenos de amor, admiración y cariño mutuo”, subrayó.
De acuerdo con el embajador, entre las historias destacadas figura la de Pang, quien estuvo presente en la Primera Declaración de La Habana (1960) y presenció cómo Fidel Castro consultó a un millón de personas en la Plaza de la Revolución sobre el establecimiento de relaciones diplomáticas con China.
Blanco señaló que autores de este libro tuvieron la oportunidad de interactuar con líderes que sentaron las bases de una relación especial basada en la igualdad y el respeto mutuo entre un país pequeño y uno grande, ambos socialistas.
En este sentido, el embajador subrayó que los vínculos entre Cuba y China no son coyunturales ni responden a conveniencias efímeras, sino que tienen profundas raíces históricas.
El 2 de septiembre de 1960, delante de más de un millón de cubanos, Fidel Castro instó a romper relaciones con el gobierno de Taiwán para establecer vínculos diplomáticos con la República Popular China de Mao Zedong.
El 28 de septiembre de ese año, Cuba se convirtió en el primer país de América Latina y el Caribe en establecer estos nexos con la República Popular China, lo que allanó el camino para las relaciones entre el gigante asiático y el resto de las naciones de la región.
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