La tarde del pasado viernes 23 de mayo concluyó en la Casa de las Américas el X Coloquio Internacional La Diversidad Cultural en el Caribe «Archivos y memorias: descolonización en el Caribe».

La historiadora e investigadora cubana María del Carmen Barcia impartió una conferencia de clausura, titulada Entre identidades y emancipaciones: el componente étnico. Tal como expresara la autora, realizada a partir del estudio de la realidad histórica y étnica cubana, su investigación constituye una propuesta para analizar desde similares ángulos otras regiones del Caribe.

En este sentido recordó que la identidad, pese a ser un concepto difícil de definir por sus usos polisémicos, lleva implícito tanto las diferencias como las similitudes entre los colectivos humanos y sus formas de expresión; de ahí que podamos hablar, como lo definió José Martí, de una América Nuestra distinta a la América del Norte o a Europa.

La investigadora resaltó el carácter cambiante de la identidad, que se enriquece con nuevos elementos y nuevas pertenencias. La formación de las identidades colectivas e individuales, enfatizó, se produce a partir de un proceso muy complejo de interacciones y mediaciones, de conquistas, de influencias externas. Por ello, y porque el devenir cultural e histórico no se detiene, es necesario insistir en que los procesos identitarios nunca terminan.

Destacó que, aunque definir lo cubano no es sencillo, tampoco resultaría imposible, pues la tradición cultural ha establecido rasgos clave para estas definiciones. Incluso desde la diáspora estos rasgos que forman parte de las identidades originales se refuerzan en los nuevos contextos, a veces hasta la idealización.

La conferencista abordó líneas investigativas y criterios construidos por estudiosos como Fernando Ortiz, que lo llevaron a entender nuestra identidad como fruto de una cultura mestiza a partir de los conceptos de «mulatez» y «transculturación».

La mezcla cultural puede ser complicada e incluso polémica, señaló Del Carmen Barcia, pero está en la raíz misma de la identidad iberoamericana y caribeña. Nuestro espacio regional es esencialmente mestizo, porque en ninguna otra región del mundo se han establecido, expresado y mezclado tantas culturas diversas. Por tanto, la identidad se forma con la cultura y es su expresión más generalizada, al rebasar los límites de una u otra etapa histórica y sus especificidades.

Finalizada la conferencia, Camila Valdés León, directora del Centro de Estudios del Caribe de la Casa de las Américas, dio cierre al décimo coloquio y recordó que «eventos como este sobre la diversidad cultural en el Caribe nos permiten reflexionar, no solo sobre el espacio al que pertenecemos y que nos identifica, sino de manera muy particular, a pensar el Caribe desde Cuba».