Bajo el tema central «Raíces y voces ancestrales de los congos: memoria viva, resistencia heredada y patrimonios inmateriales en movimiento», este lunes 25 de agosto inició la sexta edición del Coloquio Internacional Timbalaye, en la sala Manuel Galich de la Casa de las Américas.
El evento forma parte del XVII Festival Internacional de la Rumba Timbalaye 2025, que se extenderá por diversas provincias cubanas hasta el próximo 31 de agosto, y tiene como objetivo profundizar en el legado cultural de origen congo.
El público tuvo la oportunidad de escuchar al reconocido escritor y etnólogo Miguel Barnet en la conferencia inaugural «Los cultos congos en Cuba». En su intervención, el intelectual cubano resaltó la imperiosa necesidad que tenemos de conocer las culturas africanas y de entender, desde una mirada holística, el impacto de la esclavitud incluso en nuestros días.
Abogó por reconocer la vasta variedad cultural y étnica de la Gran África y su profunda influencia en la conformación de Nuestra América, un continente que, como citó ―siguiendo a Bolívar― es esencialmente «afrolatinoamericano».
El coloquio se erige como un acto de justicia histórica y un gesto radical y auténtico para volver a la esencia de estas tradiciones. El programa, alineado con la Agenda 2019-2029 de Timbalaye, busca el rescate de nuestras raíces y nuestro mestizaje, labor que iniciaran pensadores como Fernando Ortiz, y hoy continúa en el trabajo de investigadores como Emilio Cueto o Zuleica Romay.
La ocasión fue grata para rendir homenaje a colegas del gremio como Rogelio Martínez Furé, que tantos aportes hizo con sus estudios sobre racismos y racialidad en la Isla.
Durante la jornada destacaron otros temas como el análisis de las diferencias entre la Regla de Ocha, el Tablero de Ifá y los cultos congos, abordados desde historias que remiten al Congo y a la amalgama ritual resultante de la heterogeneidad étnica en la Isla.
Asimismo, se puso en valor el aporte específico de la cultura conga a la rumba cubana, aspecto que ha fortalecido la unidad de Cuba con naciones como Panamá a través de su patrimonio común.
Tras la conferencia, el Grupo Folclórico Madre de Agua ofreció una poderosa presentación que unió danza y espiritualidad en una sola experiencia, demostrando la vitalidad y fuerza de nuestras tradiciones ancestrales.

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